Descubre Cada Día: Antiguo balneario de Caldas de Nocedo

Antiguo balneario de Caldas de Nocedo

Nada más salir de las famosas Hoces de Valdeteja a orillas del río Curueño, podemos ver las ruinas de lo que fue uno de los balnearios más concurridos de la provincia de León.

Se trata del Balneario de las Caldas de Nocedo, puesto que está a escasos kilómetros de Nocedo de Curueño, perteneciente al Ayuntamiento de Valdepiélago.

Por aquí también pasa la antigua calzada romana a la Vegarada, y se cree que las propiedades medicinales de estas aguas ya eran aprovechadas por ellos, que eran grandes amantes de estos baños.

Y como ocurre en otros muchos lugares que un tiempo estaban llenos de vida, ahora nos toca ver las ruinas de lo que fue este complejo termal al que venían gentes de toda la provincia a sanar el cuerpo y el alma, ya que se encuentra en un lugar privilegiado encajado entre grandes paredes de roca caliza.

"Adiós Caldas de Nocedo y sus aguas minerales. Aquí dejamos nuestros dineros, pero también nuestros males" así reza la tradición que decían los agüistas cuando tenían que marchar del lugar.

El gesto usado en la época de "ir a tomar las aguas" no solo estaba centrado en gente de la alta sociedad, sino que aquí venía gente de toda clase social, ya que también disponía de hospedaje de 2ª y 3ª categoría con cocina compartida, en el edificio que podemos ver siguiendo el camino.

Este último edificio remata en una piscina con forma de riñón que se puede ver todavía perfectamente en el Google Maps, ya que la finca está cerrada y no se puede acceder.

Entre 1904 y 1905, los hermanos Emilio y Laureano Díez Ordóñez, construyen un primer edificio en el lugar donde siempre iban a bañarse los vecinos de la zona y a beber el agua medicinal. Sus aguas manan a una temperatura de entre 27’5º y 32º, son termales-bicarbonatadas-mixtas-nitrogenadas y están consideradas apropiadas para el tratamiento de afecciones tan diversas como reumatismos, hipertensión arterial, bronquitis, procesos digestivos, intestinales y urinarios.

Años más tarde se amplía el edificio para hotel y tras varios años de buen funcionamiento, llega la Guerra Civil Española y es decomisado para ser cuartel del batallón AS-250 de las tropas republicanas y luego del Bando Nacional, también llamado ejército de los sublevados.

Era un lugar estratégico para controlar el paso entre León y Asturias, y se excavaron varias trincheras en las rocas y una galería para comunicar esta posición militar con otra situada sobre el propio pueblo de Nocedo.

Al finalizar la guerra, el balneario retoma su actividad ampliándose un piso más para hacer más habitaciones, ya que los huéspedes se instalaban en casas particulares al no haber sitio, y en 1941 se construye el edificio anexo para la hospedería de segunda y tercera clase. De esa época también debe ser la capilla que está entre ambos, de la que se sabe que había misa y rosario todos los días.

Los huéspedes que llegaban en tren, lo hacían a la cercana estación de La Vecilla donde les esperaba un coche que los llevaba hasta el complejo termal.

Según publicidad de la época, también se sabe que su temporada era desde el mes de Junio hasta finales de Septiembre, y que llegó a tener 65 camas, habitaciones con baños, amplios salones y grandes comodidades para aquel entonces.

En los años 80 del pasado siglo XX, cierra sus puertas tras varios años de poca actividad.

Actualmente es de propiedad privada y está tapiado y cerrado aunque bastante vandalizado.