Las cuevas han sido utilizadas a lo largo de la historia por el ser humano como lugares de culto, enterramientos, refugio temporal o incluso vivienda.
Hay numerosos ejemplos repartidos por la Península Ibérica, pero me centraré en este caso en el valle del Esla en la provincia de León, formado en el curso medio del río, donde se pueden ver este tipo de cuevas excavadas en roca viva como la Cueva de San Guillermo en Cistierna, la Cueva del Cubo en Rueda del Almirante, o las de Valencia de Don Juan, Villasabariego y Valle de Mansilla.
En este post me centraré en las cuevas de Villacontilde en el municipio de Villasabariego, al que también pertenece el conjunto de las Cuevas Menudas, las más conocidas, al tratarse de numerosas cavidades de pequeño tamaño con espacios rectilíneos dispuesto a lo largo de una colina, con estancias secundarias utilizadas probablemente como almacén y espacios más grandes para uso común.
Éstas últimas han sido puestas en valor recientemente y su visita es gratuita y muy cómoda. Podéis encontrar
AQUÍ toda la información en un post que le he dedicado.
Estas pequeñas excavaciones las podemos ver en un cerro desde la carretera LE-5625 que pasa por el pueblo de Valle de Mansilla, primero las conocidas como Cuevas de Santa Marina cerca de Villacontilde y más hacia delante las Cuevas del Valle y las de Rueda del Almirante, siempre paralelas al río Esla.
En ambos casos son cavidades artificiales creadas por el hombre aprovechando el terreno arcilloso y blando, en lugares apartados con probable origen eremítico y germen de algunos monasterios cercanos.
No hay que olvidar que tres importantes
monasterios se pueden encontrar en las inmediaciones, en diverso estado de conservación, como son
San Pedro de Eslonza,
San Miguel de Escalada y
Santa María de Sandoval que puedes conocer con la
Ruta de los Monasterios de la llamada Mesopotamia Leonesa.
Pero por estudios realizados, también se sabe que estas cuevas fueron habitadas por población civil, siendo conocidas muchas veces como "Cuevas de los moros" con sus leyendas asociadas y topónimos que nos llegan hasta hoy en la zona, como el río Moro o el pueblo de Villamoros de Mansilla.
Huecos pequeños en los muros con probable uso de almacenamiento y la comunicación interna entre algunas de las cuevas, hace pensar a los historiadores en su posible uso por grupos familiares de aldeas cercanas como refugio incluso en la época de la Guerra Civil Española.
Las pequeñas cuevas que podemos ver alrededor de la localidad de Valle de Mansilla, están en peor estado de conservación que las de Lancia, también con peor acceso debido a la erosión y degradación del terreno, viéndose como algunas ya han desaparecido solo estando conservados vestigios de los huecos.
Fueron encontrados también grabados en las paredes o graffiti en su mayoría de tipo cruciforme y uno en el conjunto cercano a la localidad de Valle de Mansilla, cuya transcripción por parte de los historiadores las sitúan sobre el siglo XI.
Los espacios conservan muescas de haber tenido algún tipo de cerramiento en madera, como ranuras verticales en los muros, jambas de las puertas y huellas de pasadores de cierre.
En la localidad de Rueda del Almirante, sobre un cerro en el que se encontraba el Castro Roda, fue excavado un amplio espacio semicircular conocido como la Casereta o la Cueva del Cubo por su proximidad a uno de los cubos que formaban parte de la muralla medieval de la ciudad de la que apenas quedan restos.
Esta zona es muy interesante ya que se encontraron restos romanos y astures, como atestigua la presencia de una fuente romana.
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| https://valladolidenbici.wordpress.com |
Esta villa perteneció a Don Alfonso Enríquez -almirante de Castilla- que daría nombre al pueblo. Fue repoblada en 1195 por Alfonso IX, llegando a tener 3 iglesias y un recinto amurallado con una guarnición permanente, que sería derribado en 1355 por Pedro I el Cruel al no poder conquistarla.
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