Si algo nos sorprendió de Viseu es la cantidad de parques y jardines que tiene 🌳 y que iremos descubriendo algunos de ellos a lo largo de esta entrada.
Un buen punto para comenzar nuestra ruta por la ciudad, es dirigirte hasta el Jardim da Ribeira al norte, olvidarte del coche (ya que hay un aparcamiento gratuito bastante grande, y luego coger el funicular que te subirá directamente al casco histórico con los monumentos más importantes para ver.
El Jardim da Ribeira está a orillas del río Pavía que aunque no es un río demasiado grande, en este punto hay una dársena acondicionada que parece que algún día sirvió como presa para alimentar una pequeña central eléctrica que podemos ver ahora en desuso.
Puedes recorrer un sendero a orillas del río a un lado y otro del aparcamiento.
Se trata de un monumento octogonal con una superficie de 32 hectáreas con 8 túmulos de tierra de 250 metros de largo con acequias de 16 de ancho y 4 de profundidad, que puedes pasear por su perímetro por una senda peatonal. A día de hoy todavía sigue siendo un misterio de quién y para qué se construyó. ¿Campamento militar? Hay quien asegura que era la ciudad del general musulmán Almançor y desde aquí partió con su ejército para conquistar León en el 988, Astorga en el año 995 y Santiago de Compostela en el 997.
También hay quien asegura que éste fue el lugar donde Viriato se escondió de los romanos y quién asegura que era un campamento romano para vigilar las calzadas del Imperio que por aquí pasaban.
Praça da Sé
Bien subas en funicular o andando, ya que realmente es un tramo de unos 350 metros (eso sí, calzado cómodo porque la calle está empedrada y es en cuesta), llegarás a la Praça da Sé o Plaza de la Catedral que es el punto más alto de la ciudad.
Uno de los edificios principales de la plaza es la Sé o Catedral de Viseu que fue construida entre los siglos XII y XVIII sobre los restos de un antiguo templo visigodo.
Por todo el tiempo que tardó en construirse, presenta una mezcla de estilos arquitectónicos que van desde el románico, gótico, barroco y manuelino.
Su fachada está flanqueada por dos torres robustas con campanario que le dan un aspecto de fortaleza.
El acceso a su interior es gratuito y merece la pena ver el claustro renacentista con sus paneles de azulejos con representaciones de la vida de San Teotonio, la Sagrada Familia y la Adoración de los Reyes Magos.
En la planta alta está el Museo del Tesoro de Arte Sacro con esculturas, pinturas, relicarios, vestimentas y otros objetos de valor. Además también accederás al coro alto del siglo XVI, el claustro alto del XVIII, la sala capitular y al Paseo de los Canónigos en un tramo de la muralla. En esta parte si hay que pagar.
Otro de los edificios de la plaza es el Museo Grão Vasco en el Palacio de los Tres Escalones que fue seminario en el siglo XVII. El Museo está dedicado al gran pintor renacentista portugués Vasco Fernandes, apodado "el Gran Vasco".
Y el conjunto lo completan un crucero del siglo XVIII y la majestuosa Igreja da Misericórdia con su fachada rococó y dos torres laterales. Dentro puedes visitar el pequeño Museo de la Misericordia.
Bajando un poquito por el lateral de la iglesia verás la Fonte das Tres Bicas que, como su nombre indica, tiene 3 caños de agua que cae sobre 3 grandes pilas de piedra labrada. En ella se puede ver la fecha de 1805, en su parte alta un escudo heráldico y ésta no es su ubicación original ya que proviene de una Quinta que estaba en el Campo da Feira de S. Mateus a orillas del río.
Praça Dom Duarte
A escasos metros de la catedral, está la Praça de Dom Duarte, una de zona también muy transitada del casco antiguo que lleva el nombre de un rey portugués que nació en esta ciudad en 1391 y en el centro hay una estatua homenaje.
Porta do Soar y Capela de Nossa Senhora dos Remedios
La Porta do Soar es una de las 7 puertas con las que contaba la antigua muralla alfonsina que rodeaba la ciudad en el siglo XV, que aunque se había comenzado a construir 70 años antes tras los ataques e incendios por las tropas de Castilla, fue terminada durante el reinado de Alfonso V de Portugal y de ahí su nombre.
Tras cruzar la puerta está la Capilla de Nossa Senhora dos Remedios del siglo XVIII construida con forma octogonal lo que le hace única en la ciudad.
Rúa Direita
Si hay que escoger entre una de las estrechas calles del casco viejo para pasear, escogería la rua Direita sin duda, ya que todavía conserva pequeños comercios tradicionales y formaba parte del Barrio Judío.
En tu paseo fíjate también en las fachadas de las casas con rasgos manuelinos, estilo que era utilizado por las familias más pudientes.
En esta calle verás el Museo de Historia de la Ciudad, un pequeño museo de acceso gratuito en el que comprenderás mejor la historia de Viseu. Está abierto de martes a sábado de 9:30 a 17:30 horas.
Porta dos Cavaleiros y Fuente de San Francisco
Es la otra puerta que se conserva de la muralla medieval que tenía la ciudad junto con la Porta do Soar que vimos antes.
También es conocida como O Arco, y es que realmente es un arco sobre un pequeño lienzo de muralla sobre el que hay un cartel que nos recuerda que es Monumento Nacional, por supuesto de azulejos.
Junto al arco verás una gran casona que es el Solar dos Alburquerque y la Fuente de San Francisco en estilo barroco con una pequeña imagen del santo policromada y un escudo con una corona de la Casa Real portuguesa en su parte superior.
Praça da República - Rossio
Abandonando ya la parte alta, vamos a visitar el centro neurálgico de Viseu, la Plaza de la República con edificios emblemáticos como el del Ayuntamiento y el del Banco de Portugal.
El jardín que ves en el lateral del Ayuntamiento es el Jardín Tomás Ribeiro con una fuente ornamental con chorros de agua y árboles de sombra.
En el lado norte hay un gran mural de azulejos bajo unas escaleras, pintados en 1931 por Joaquim Lopes
Parque Aquilino Ribeiro
Al otro lado de la carretera... ¡otro parque! 🌳 el Parque da Cidade que desde este punto nos recibe la gran escalinata de la Igreja da Ordem Terceira de São Francisco en estilo barroco, conocida como la Iglesia de los Terceros y fue realizada con el cobro de un impuesto sobre la carne y el vino.
En este solar se construyó el Convento de Santo António dos Capuchos en el siglo XVII.
Este amplio parque urbano formaba parte de la Quinta de Maçorim, fue abierto al público en 1955 y además de amplia zona verde, fuentes y parque infantil, podemos ver varios ejemplares de robles centenarios que fueron plantados por los frailes franciscanos en la finca del convento que aquí había.
Pero también veremos acebos, cerezos, adelfas...
Praça de Santa Cristina
Si has llegado hasta aquí por la Rúa Formosa, ya verías algunos restos de la primitiva muralla romana a través de un cristal, y en la rotonda en medio de la plaza se puede ver otro pequeño trozo. La muralla romana tenía cuatro metros de ancho y nueve metros de alto.
Alrededor de esta plaza hay más puntos interesantes, como la Igreja de Nossa Senhora do Carmo que aunque su fachada nos parezca más de lo mismo del barroco portugués, en su interior nos quedaremos con la boca abierta admirando las pinturas del techo, los dorados retablos, la decoración de azulejos o su cúpula decorada desde abajo.
Frente a la entrada del parking subterráneo al lado de los jardines, fíjate bien porque tendrás que bajar unas escaleras para ver la Fuente de Santa Cristina que data de 1523 y está dentro de una cúpula porticada.
Enfrente están los Jardines de Santa Cristina que a ella estaba dedicada la ermita medieval que aquí había. Llama la atención una gran estatua de bronce sobre un pedestal de piedra, en homenaje a Dom António Alves Martins, que logró escapar tras ser condenado a ser fusilado en ese lugar en 1834 tras ser acusado de participar en la Revolución Liberal de Oporto. Años más tarde sería elegido diputado, fue profesor universitario, jefe de enfermería en el Hospital de São José, Obispo de Viseu y Ministro del Reino.
Una de las frases que hay en el pedestal de su estatua es: "La religión debe ser como la sal en la comida: ni mucha ni poca, sólo lo necesario". Una cita suya que me pareció interesante.
Al otro lado de la calle está la Iglesia del Seminario Mayor.
Donde comer y dormir
Tanto en el casco histórico como en la parte más moderna de la ciudad, hay bastantes locales de hostelería de todo tipo para elegir.
Los platos más típicos de Viseu son el Rancho à moda, la vitela asada à Lafões, el arroz de Carqueja, el entrecosto con chouriço y grelos, el cozido à Portuguesa y el cabrito asado.
Para alojarte también hay bastante oferta ya que Viseu es una ciudad grande. Puedes buscar las mejores ofertas según tus necesidades
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