Durante los siglos XV y XVI la ciudad castellana de Ávila vivió un momento de esplendor y apogeo socio-económico, de ahí la multitud de palacios y casonas pertenecientes a las familias nobles de la época, que en su mayoría todavía se conservan.
La mayor parte de ellas las veremos recorriendo el interior de las Murallas de la ciudad, de la que formaban parte coincidiendo con algún lienzo de la misma, del cual tenían que encargarse los propietarios de las viviendas, cuidándolo y manteniéndolo, así como de la puerta de la muralla más cercana a las viviendas.
Muchos de estos palacios y casonas se han ido transformando a lo largo de los siglos en establecimientos de hostelería como hoteles, pensiones, bares y restaurantes; otros fueron cedidos o comprados por la Administración para diversos usos, y otros siguen como viviendas particulares en mejor o peor estado.
Vamos a recorrer algunos de éstos palacios o casonas, comenzando por los que están situados intramuros:
Nada más entrar por el Arco de San Vicente nos encontramos a mano derecha con el primero. Es el Palacio Sofraca que perteneció a la familia de los Águila y ahora es un establecimiento de hostelería.
También conocido como de Don Miguel de Ávila o de la Duquesa de Valencia. Se encuentra cerrado por obras de restauración desde hace años para albergar una sede del Museo del Prado.
Éste es uno de los más bonitos por su portada plateresca, alberga el Museo del Cuerpo de Intendencia del Ejército de Tierra y Archivo Histórico Militar. También fue la Academia de Intendencia desde 1875 hasta 1993, por lo que se anexaron al palacio otras edificaciones.
Palacio de Sofraga
Nada más entrar por el Arco de San Vicente nos encontramos a mano derecha con el primero. Es el Palacio Sofraca que perteneció a la familia de los Águila y ahora es un establecimiento de hostelería.
En sus orígenes fue un convento de monjas Carmelitas, pero la estructura y jardines que hoy vemos son fruto de una reforma de finales del siglo XIX.
Palacio de los Verdugo
Enfrente el Palacio de los Verdugo del siglo XVI que se puede visitar gratuitamente. Destaca su patio central. Actualmente alberga la Sede de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, el Archivo Municipal y la Concejalía de Patrimonio y Turismo.
Palacio de Los Águila
También conocido como de Don Miguel de Ávila o de la Duquesa de Valencia. Se encuentra cerrado por obras de restauración desde hace años para albergar una sede del Museo del Prado.
Palacio de Monjaraz
Haciendo esquina con la calle Bracamonte está la vivienda del regidor Juan Teherán y Monjaraz, ahora convertida en hotel.
Palacio de Bracamonte
Junto al Arco del Mariscal adosado a la muralla, fue mandado construir por los descendientes de Álvaro Dávila y Juana de Bracamonte sobre la antigua casa familiar. A finales del siglo XIX se encontraba en estado de semi ruina y se realizaron reformas de rehabilitación que alteraron parte de su estructura original.
Alberga el servicio territorial de Cultura de la Junta. Su patio interior decorado es una maravilla.
Palacio de Benavites - Parador de Turismo
Cerca de la Puerta del Carmen está este palacio reconvertido en Parador de Turismo en 1966, también conocido como de Piedras Albas o de Don Juan de Henao, sus anteriores propietarios. Además de vivienda particular también fue cuartel de la Guardia Civil, con numerosas transformaciones.
Como veremos en varias casas nobles, aquí también hay en el jardín un verraco vetón, escultura zoomorfa de piedra que veremos en varias provincias de España como Cáceres, Salamanca, Zamora, Toledo, Vizcaya y Segovia.
Palacio de Polentinos
Su acceso es gratuito
Palacio de Núñez Vela
Adosado al lienzo sur de la muralla, al lado de la Puerta de la Santa, fue mandado construir por Blasco Núñez Vela, primer virrey del Perú en el siglo XVI. Tuvo diversos usos como cuartel, academia militar, Real Fábrica de Textiles del algodón utilizando varias de sus dependencias como almacenes, talleres y oficinas… y desde 1941 es la sede de la Audiencia Provincial.
Palacio de los Almarza
Destaca su portada renacentista. Está habitado por la comunidad de las Siervas de María y está cerrado al público.
Palacio de Superunda
Al lado está el Palacio de Superunda, también conocido como Palacio Caprotti por haber sido propietario el pintor italiano Guido Caprotti vinculado a la ciudad a principios del siglo XX. Actualmente está abierto como museo con una colección del autor. Su entrada cuesta 3€.
Torreón de los Guzmanes
Se trata del Palacio de Mújica en el cual destaca su gran torreón en una esquina de su fachada que le da nombre. Es sede de la Diputación Provincial y también está el Centro de Interpretación de la cultura vettona.
Casa de los Dávila
Adosado también al lienzo sur de la muralla tiene aspecto de palacio medieval fortificado. Se comenzó a construir en el siglo XIII pero se le fueron haciendo añadidos y reformas hasta el XVI, por Pedro Dávila y Zúñiga, I Marqués de Navas, de ahí que también se le conozca como Casa del Marqués de las Navas.
Es famosa la puerta renacentista que abrió el marqués en 1541 sin permiso, ahora ventana, con un zócalo con la inscripción "cuando una puerta se cierra otra se abre" en venganza a que se la mandaran cerrar.
Palacio del Marqués de Velada y Palacio de Valderrábanos
Ambos en la Plaza de la Catedral y ahora son establecimientos de hostelería.
En el del Marqués de Velada estuvieron alojados Carlos I e Isabel de Portugal y su hijo Felipe II.
Al otro lado de la calle está el Palacio de Valderrábanos o Casa de Gonzalo Dávila que era caballero de los Reyes Católicos. A pesar de que fue reformado para transformarlo en hotel, conserva la torre de ladrillo en su parte derecha y la fachada principal con el relieve de la entrada.
Antiguo Palacio Episcopal y Episcopio
Frente a la puerta norte de la catedral estaba el antiguo Palacio Episcopal que llegaba hasta la Puerta de San Vicente. También era conocido como Palacio Viejo o Palacio del rey Niño.
Hoy solo se conservan algunos elementos que podemos ver en el edificio de correos.
Adosado a la muralla vemos el Episcopio, que sería la sala de sínodos del palacio. Una sala rectangular en dos alturas, que pertenece al Ayuntamiento y se usa como sala de exposiciones.
🟩 Ahora vamos a ver algunos de los Palacios y mansiones situados fuera de las murallas de la ciudad.
Casa de las Carnicerías
Al lado de la Catedral formando parte de la muralla, se construye en el siglo XVI este edificio para almacenar el vino que se vendería en la ciudad, además de para las dos carnicerías mayores que estaban en las plazas del Mercado Grande y en la del Chico.
El traslado de las carnicerías mayores supuso grandes protestas y a cambio se aloja en este edificio el peso de la harina para el control de todo el grano y harina que entraba en la ciudad.
Esta función traía conflictos en el paso por el postigo del Obispo, principalmente al cabildo catedralicio, y Felipe II ordena tapiarlo y abrir una puerta nueva mas grande en medio de la Casa de Carnicerías, quedando así el edificio dividido en dos: una parte queda como alhóndiga para el vino y de peso de la harina, y la otra como posada de jueces y capitanes.
Actualmente contiene la Oficina Municipal de Turismo, siendo uno de los puntos de acceso a la muralla.
Casa de la Misericordia
Al lado está el edificio que fue el Hospital de San Martín con un relieve sobre su portada que hace que se le conozca como "Casa del Caballo".
Casa de los Deanes
En la Plaza de Nalvillos veremos esta casa señorial de estilo renacentista realizada para ser la residencia del Deán de la catedral. Ahora es la sede del Museo Provincial de Ávila.
Palacio de los Serrano
Perteneció al regidor Pedro Álvarez Serrano. Tras una rehabilitación ahora es el Centro Cultural de Caja de Ávila.
Palacio Real de Santo Tomás
Más alejado del centro, frente a la Plaza Granada está el Real Monasterio de Santo Tomás de la orden dominica, construido en el siglo XV y mandado ampliar con un palacio en torno a uno de sus claustros por los Reyes Católicos, que sería su residencia de verano.
El Monasterio tiene tres claustros: el del Silencio, el del Noviciado y el de los Reyes.
Fue empleado como tribunal de la Inquisición, en él vivió sus últimos años fray Tomás de Torquemada y estuvo la Universidad de Santo Tomás.
Fue saqueado durante la invasión francesa, abandonado tras la desamortización de Mendizábal y afectado por incendios en 1699 y 1936.
En él podemos ver 10 esculturas de Gil de Siloé, el sepulcro del Infante Don Juan y alberga un Museo de Arte oriental y otro de Ciencias Naturales.
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