Como protagonista tiene una impresionante cascada con caída en terrazas que recorre todo el pueblo y lo divide en dos. Un pueblo medieval precioso que tienes que conocer o visitar de nuevo si ya lo has hecho alguna vez, porque nunca te cansarás de verlo.
La pregunta del millón es ¿lleva agua la cascada ahora que voy a visitarla? Pues te diré que este pequeño arroyo siempre lleva agua, lógicamente en invierno mucha más, pero siempre tiene un mínimo permanente durante todo el año.
El lugar es una preciosidad, el agua es la protagonista, pero al estar el pueblo en uno de los Cañones del Ebro, si alzas la vista verás un gran circo rocoso con formas caprichosas como decoración de fondo. Una de ellas es conocida como "Risco de los camellos" y es que si te fijas bien parecen dos camellos besándose.
El pueblo es pequeño y lo verás enseguida, pero la arquitectura montañesa de sus casas y el entramado medieval de sus calles, hacen que esté declarado como Conjunto Histórico Artístico. Y como siempre aconsejo, camina despacio y observa cada rincón.
Subiendo por las escaleras que están al lado de la gran cascada hacia el centro del pueblo, irás viendo alguno de los molinos harineros con que contaba Orbaneja que la fuerza del agua debido a la gran pendiente, hacía girar sus piedras.
Al fondo del canal que atraviesa las casas de la plaza principal, está la Cueva del Agua, donde nace este pequeño arroyo tan bonito y que a pocos metros al final pueblo, desemboca en el Ebro dejándonos todavía más bellezas al otro lado de la carretera y que luego veremos.
Forma parte del Complejo kárstico de Orbaneja cuyas aguas subterráneas provienen de un acuífero del Páramo de Bricia y su caudal es de carácter permanente a lo largo del año, aumentando claro está en época de fuertes lluvias. Debido al material de que está formado el lugar, la toba, una piedra caliza que hace que sus aguas sean cristalinas y color azul turquesa.
Se puede visitar la cueva y la taquilla de acceso está justo en las escaleras de la derecha.
En el recorrido por sus estrechas y empinadas callejuelas veremos la Iglesia de Santa María, la Casa Fuerte que se cree que perteneció a los Marqueses de Aguilar, la Casa de los Canes y la Casa de los Pobres, antiguo hospital en el siglo XVI.
Sus casas son de estilo montañés con balconadas de madera y entramado que nos recuerda que estamos a un paso de la frontera con Cantabria y forman uno de los Conjuntos de Arquitectura Popular mejor conservados de Castilla y León.
En la parte alta tras el cerro se pueden ver algunas chozas de piedra de planta circular o cuadrada que servían de granero y cobijo, ya que ahí era donde estaban situados los campos de cultivo.
Y al otro lado de la carretera, otra belleza natural, las pozas color turquesa formadas siguiendo el curso del río y escalonadas en terrazas a cada cual más bonita.
Aunque parezca tentador, el baño está prohibido por considerarse peligrosas.
Dónde comer
A pesar de su pequeño tamaño, como os he comentado, en Orbaneja verás bastante oferta de bares y restaurantes. Eso sí, si vas a ir en fin de semana te aconsejo reservar por si las moscas.
Taberna El Risco, el Gallinero o El Rincón son algunos de los lugares donde comer. Nuestra opción fue el Restaurante el Rincón con menú del día con varios platos a elegir y de muy buena calidad.
Este revuelto de morcilla al Oporto con frutos secos y pasas, es solo un ejemplo y estaba delicioso 😋
Cuándo visitar Orbaneja y dónde aparcar
Es un pueblo muy turístico y fácilmente te encontrarás autobuses cargados y sus calles abarrotadas de gente, sobre todo en verano, puentes importantes y fines de semana. Mi consejo es que si puedes ir entre semana, mejor.
Para aparcar, lo mismo. Hay varios aparcamientos gratuitos a lo largo de la carretera principal y con bastante capacidad, pero si vas en fechas señaladas es probable que tengas problemas para dejar el coche. Solamente si estás alojado en alguno de los hostales de la villa, podrás acceder al centro con el coche.
Cómo llegar:
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