Sobre una atalaya a 739 metros y a orillas del río Duero se encuentra la ciudad de Toro con un patrimonio por descubrir impresionante y llena de historia. Quédate y verás 😃
Ahora ya en la Plaza de San Agustín de nuevo, cogemos el coche y nos vamos a orillas del río Duero por la Cuesta Empedrada siguiendo el Paseo del Espolón. Se puede bajar andando dando un paseo, pero nosotros estábamos un poco apurados de tiempo 🧐
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Declarada de interés turístico y conjunto monumental histórico-artístico, sus orígenes se remontan a la época celtibérica. Fue sede real, morada de nobles, lugar de reunión de cortes, jugó un papel destacado en el enfrentamiento entre Juana la Beltraneja e Isabel la Católica, siendo escenario de la famosa Batalla de Toro; aquí se dictaron las Leyes de Toro por las Cortes de 1505 convocadas por el rey Fernando el Católico y en época de Carlos I, tomó parte activa en la lucha de las Comunidades.
Con todos estos acontecimientos, te puedes imaginar la cantidad de patrimonio histórico y cultural que se reparte entre sus calles, que aunque nosotros le hemos dedicado 1 día para conocerla, se ha quedado corto.
Ah! y además podrás degustar su rica gastronomía y los famosos vinos con Denominación de Origen 🍇
Un paseo por la ciudad
La mejor forma de empezar un paseo por Toro es ir hasta el Alcázar y aparcar el coche en la Plaza de San Agustín que es gratuito y un buen punto de partida.
Alcázar y Verraco
El Alcázar formó parte del recinto amurallado y dio origen a la ciudad en el siglo X. Conserva su fábrica original aunque sus muros y torreones fueron reformados y reconstruidos en varias ocasiones.
Fue residencia de los Reyes Católicos y de Juan II de Castilla cuando asistía a las Cortes. En su interior se desarrollaron importantes episodios históricos como la proclamación como rey de Fernando III, varias sesiones de las Cortes, el asesinato del rey Pedro I de Castilla, protagonista durante la Guerra de Sucesión Castellana y cárcel durante la Guerra Civil Española.
Hoy es Oficina de Turismo y Centro de Recepción de Visitantes, pudiendo visitar su adarve con buenas vistas a la ciudad y la vega del Duero.
En la entrada principal podemos ver el Verraco Celtíbero o Toro de Piedra que es uno de los emblemas de la ciudad y que data de la Edad de Hierro.
Paseo Mirador del Espolón
Por la parte de atrás del Alcázar emprendemos un paseo por el borde de la atalaya sobre la que está situada la ciudad, a través de rampas y escaleras con unas bonitas vistas hacia el río Duero, el Puente Mayor y de toda la vega.
Hasta ahí bajaremos luego y ya os daré más detalles sobre el puente.
Este corto paseo nos lleva hasta otro de los edificios más importantes de la ciudad, la Colegiata.
Colegiata de Santa María la Mayor
Esta parte no es apta para personas con movilidad reducida, ya que sus escalones son estrechos y con alturas diferentes (ya sabes, por aquello de los invasores). Una cuerda te ayudará a subir y deberás seguir las indicaciones de los semáforos por lo reducido que es el camino.
Su construcción se comienza a finales del siglo XII y está inspirada en la Catedral de Zamora.
Si en algún monumento merece la pena entrar en Toro, es en su Colegiata. Su entrada cuesta 4€ y libremente puedes recorrer esta joya románico-gótica y subir hasta la torre campanario con sus 138 escalones 🤭 pero tranquilo, por el camino podrás hacer paradas en sus 3 salas de exposiciones.
Su horario es de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 19:30 horas de martes a domingo.
Esta parte no es apta para personas con movilidad reducida, ya que sus escalones son estrechos y con alturas diferentes (ya sabes, por aquello de los invasores). Una cuerda te ayudará a subir y deberás seguir las indicaciones de los semáforos por lo reducido que es el camino.
y la sacristía con un pequeño museo con especial mención al cuadro de "la Virgen de la Mosca del siglo XVI y un Calvario barroco realizado en marfil y carey.
Calle y Plaza Mayor
Desde la Colegiata seguimos caminando por la Calle Mayor que como su nombre indica, es una de las arterias principales del casco histórico, llena de tiendas, bares y restaurante que la animan con sus terrazas.
Pronto veremos a nuestra izquierda la Plaza Mayor con el edificio del Ayuntamiento obra de Ventura Rodríguez de 1778.
En la parte norte de la plaza está la Iglesia del Santo Sepulcro que no se puede observar en su totalidad al estar entre varios edificios modernos. Data del siglo XII con varias reformas posteriores.
Un ejemplo de los varios que encontraremos por la ciudad del estilo románico-mudéjar que fue sede del vicario general de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén hasta el siglo XV que pasa a la Orden de Malta.
Y al fondo de la calle la famosa Torre del Reloj, levantada en el siglo XVIII sobre la Puerta del Mercado, una de las puertas del segundo recinto amurallado de la ciudad.
Hay una leyenda que dice que que el mortero para realizarla fue hecho con vino, ya que abundaba en la ciudad y el agua escaseaba 😎
Al otro lado está la Plaza de Santa Marina desde la que podemos ver la Iglesia de la Concepción que es lo único que queda del antiguo Convento de Santa Ana y a continuación el Palacio de los Condes de Requena del siglo XV, hoy sede de la Denominación de Origen del Vino de Toro y de la oficina municipal de Obras y Urbanismo, también fue cuartel de milicias y colegio de los Escolapios.
Uno de los palacios de los varios que también podemos ver en Toro, como el Palacio de Valparaíso, el Palacio de las Bolas al lado del Convento de las Mercedarias Descalzas, la Casa de la Nunciatura cerca del Monasterio de Santa Sofía, el Palacio de los Condes de Castrillo hoy Casa de la Cultura, Palacio de Bustamante, Palacio de los Marqueses de Alcañices o el Palacio de las Leyes del que se conserva su preciosa portada.
Siguiendo por la calle Concepción nos toparemos de frente con el Teatro Latorre y la entrada a la Plaza de Toros, ya que el coso está en el interior de la manzana y no se ve. Es una de las más antiguas de España inaugurada en 1828 y que conserva toda su estructura original en madera y adobe.
Regresamos por la calle Rejadorada y antes de volver a nuestro punto de partida, nos desviamos un poco para ver la Iglesia de San Lorenzo el Real de arte mudéjar construida en ladrillo a finales del siglo XII, de una sola nave y con un bonito ábside.
Ahora ya en la Plaza de San Agustín de nuevo, cogemos el coche y nos vamos a orillas del río Duero por la Cuesta Empedrada siguiendo el Paseo del Espolón. Se puede bajar andando dando un paseo, pero nosotros estábamos un poco apurados de tiempo 🧐
Puente Mayor sobre el río Duero
Después de aparcar cerca de la rotonda final, solo nos queda seguir el camino cruzando las vías del tren para llegar a orillas del río Duero, el de mayor caudal absoluto de la península Ibérica y el tercero más largo tras el Tajo y el Ebro.
El Puente de Piedra o Puente Mayor es de origen romano, pero su traza actual es del siglo XII.
Su estructura nos recuerda al del Puente de Piedra de Zamora, consta de 22 ojos con arcos de medio punto. En su extremo sur tenía un torre defensiva que fue destruida en el siglo XIX.
Durante la Guerra de la Independencia de 1812, con la retirada de las tropas francesas fueron volados 2 de sus arcos para evitar el paso de las tropas de Wellington.
Debido a la fuerte corriente del río y cambios de caudal sobre todo en época invernal, el puente sufrió varios derrumbamientos y tuvo que ser restaurado en varias ocasiones, teniendo que reforzarse también los arcos mayores como consecuencia del desgaste de la piedra arenisca con la que fue construido.
Y nos despedimos de Toro con otra de las entradas a la ciudad conservada, la Puerta de Corredera de 1602 abierta en el tercer recinto amurallado que poseía.
Os comentaba al principio que 1 día para la ciudad se haría corto, pues sí, nos hemos dejado muchas más cosas atrás para ver como la Iglesia de San Julián de los Caballeros con un excelente retablo mayor, la de la Santísima Trinidad, la de Santo Tomás Cantuariense, la de San Sebastián de los Caballeros o la de Santa Catalina de Roncesvalles, el Real Monasterio de Sancti Spíritus habitado por las monjas Dominicas y Museo Comarcal de Arte Sacro; el Monasterio de clausura de Las Sofías; el Convento de San José de las Carmelitas Descalzas; el de las Madres Comendadoras Mercedarias Descalzas en un antiguo palacio del siglo XVI del que fue dueño Juan de Ulloa, el Real Monasterio de Santa Clara o el Convento de los Padres Mercedarios con sus fantásticos licores.
Anotadlos por si os da tiempo en vuestra visita 🙂
Cómo llegar:
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