Poza de la Sal es una villa medieval que conserva el entramado de sus calles, su muralla y arquitectura tradicional, no en vano está declarada Conjunto Histórico Artístico desde 1982.
Es uno de esos pueblos que tienes que visitar si recorres la provincia de Burgos.Está situada entre el Páramo de Masa y la Bureba con paredes de piedra que hace que desde lejos parezca que Poza esté a las faldas de un enorme cráter volcánico de 2,5 kilómetros de diámetro formado por el fenómeno geológico conocido como diapiro, uno más perfectos que existen.
¿Qué ver en Poza?
Lo primero que te recomiendo es dirigirte hasta la Plaza Nueva donde está la Oficina de Turismo y te darán un completo plano con el recorrido mejor para hacer para no perderte nada. A nosotros nos atendió Lidia que es un amor y nos dio todo tipo de explicaciones 🥰
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Enfrente está el Arco de la Concepción o Puerta del Conjuradero en el lienzo sur de la muralla, puerta principal de la villa llamada así porque desde su balcón los sacerdotes conjuraban los nublados que amenazaban las cosechas y la producción salinera.
Intramuros está la Plaza Vieja donde se celebraba el mercado desde el siglo XIV bajo privilegio de Enrique II, la iglesia parroquial de San Cosme y San Damián y la Plaza de la Villa con el Ayuntamiento.
Entre sus calles estrechas y empinadas podemos ver las casas tradicionales con soportales y pilares de madera sobre basas de caliza.
Y otra de las puertas conservadas, la Puerta de la Villa.
Bajando por la calle Mayor nos encontraremos con la Casa de Félix Rodríguez de la Fuente, y es que Poza también es conocido como el "Pueblo de Félix" donde nació y se crio el gran naturalista y donde empezó a amar a los animales. Verás varios monumentos homenaje repartidos por todo el pueblo, pero el más significativo es el que se encuentra en un cerro al que luego iremos.
Fuente Vieja, Lavaderos y acueducto romano
Cruzamos la carretera y al final de la calle Calva nos encontramos con un conjunto de lo más bonito y singular formado por la fuente vieja, lavaderos, abrevaderos y un acueducto de tres arcos de origen romano.
Las Salinas
Desde el acueducto se inicia un sendero que nos lleva hasta las Salinas que dan nombre al municipio, situadas justo en las faldas del falso cráter que antes os comenté. Toda una cuenca salinera que llegó a tener hasta 2.000 eras para su explotación.
Pero quizá te preguntarás, ¿por qué hay sal aquí? Pues nos tendremos que remontar 200 millones de años, hasta el Triásico, cuando toda la zona estaba cubierta por el mar de Tetis. El mar fue desapareciendo poco a poco, la sal se sedimentó junto a otros materiales como las arcillas. Dada su menor densidad, la sal empujó a los demás estratos hacia la superficie creando así el fenómeno geológico conocido como diapiro.
A través de un sistema de galerías subterráneas, utilizado desde los romanos, se introduce agua dulce que disuelve la roca de sal y se obtiene la salmuera que después se vierte en las eras para que se evapore el agua y se cristalice la sal.
La cuenca salinera se dividió en zonas independientes de producción, y granjas o propiedades que integraban los distintos tipos de instalaciones destinadas a la producción de sal.
Debido a la importancia del mineral, la Corona siempre tuvo propiedades en la salinas, y este aspecto se unió al monopolio sobre la venta de sal establecido por Felipe II en 1564 que perduró hasta 1868, momento en el que cae la monarquía de los Borbones con Isabel II.
Por ello había 3 Almacenes Reales: el Depósito, Trascastro y La Magdalena. El Depósito es el edificio más antiguo, levantado durante el reinado de Felipe II, mientras que la construcción de Trascastro y La Magdalena fue ordenada y financiada por la Hacienda Real de los Borbones en el siglo XIX durante el reinado de Carlos IV, una vez concluida la Casa de Administración de las Reales Salinas.
Este corto recorrido acondicionado es tan solo un 1% de todas las salinas que había. Si os fijáis en Google Maps a vista aérea, todavía se distinguen las pozas que en otro tiempo estaban en uso.
Mirador Monumento Félix Rodríguez de la Fuente
Desde las salinas o desde el acueducto se puede subir hasta el Monumento a Félix que nos ofrece unas buenas vistas hacia el pueblo.
Castillo de los Rojas
Se puede subir andando y también hay carretera que nos lleva hasta la cima donde está ubicado, un macizo rocoso que le servía de protección y de vigilancia a toda la cuenca salinera y la villa.
Quedan resto de los cubos del arco de entrada a la fortaleza, de la torre, de su muralla, estancias y escaleras excavadas en la roca y el aljibe.
Además de las funciones de vigilancia y defensa, también fue prisión. En el siglo XVI estuvieron en él encerrados los embajadores de Francia, Milán, Florencia, Inglaterra y Venecia de la Liga Clementina por orden de Carlos I y Ricardo Cuper, Procurador de los corsarios ingleses que asaltaron la nao "Espíritu de Gracia" de mercaderes burgaleses, en Belém (Lisboa).
En la ladera este del castillo están los restos del Palacio de los Marqueses de Poza, un lienzo de la muralla, la ermita de Santa Cecilia y las ruinas de la ermita de San Juan.
Cómo llegar:
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