En el Desfiladero de la Horadada, entre Oña y Trespaderne al norte de la provincia de Burgos y en la Comarca de Las Merindades, se encuentran estas cuevas tan curiosas conocidas como Cuevas del Pontarrón, de los Portugueses o Eremitorio del Arroyo de las Torcas.
Un conjunto de cuevas artificiales excavadas en la roca arenisca alineadas a ambos lados del Arroyo de Las Torcas, poco antes de desembocar en el río Ebro.
Su construcción se remonta a época visigoda y altomedieval, entre los siglos VIII y IX, si bien su nombre de "Cueva de los Portugueses" se debe a su ocupación a principios del siglo XX por un grupo de trabajadores portugueses que estaban construyendo el canal que lleva las aguas desde el Embalse de Cereceda hasta la Central Hidroeléctrica de Trespaderne, quienes hicieron importantes modificaciones en las mismas cambiando su fisonomía original como la intercomunicación de las celdas.
Inicialmente se trataba de habitáculos independientes con planta rectangular, paredes rectas, cubierta plana, hornacinas corridas para almacenaje y una única abertura para la puerta.
En las paredes se pueden ver las huellas de pico con las que fueron talladas.
La visita al conjunto de cuevas rupestres es corta pudiendo recorrer todo el conjunto en menos de media hora, donde hay puentes y pasarelas de madera para atravesar el Arroyo de Las Torcas y poder ver los dos grupos de cavidades a ambos lados de la montaña.
Se puede aparcar en un pequeño espacio en el arcén en el cruce de la carretera N-629 y la que va a Tartalés de Cilla.
Hay distintas teorías sobre su origen y función, aunque yo me inclino por las dos en diferentes épocas, una es que fueron realizadas y ocupadas por ganaderos seminómadas de la región y la otra es que fueron realizadas por monjes eremitas o anacoretas.
Uno de los primeros eremitas conocidos fue un joven pastor de ovejas, discípulo de San Felices y luego conocido como San Millán, que a mediados del siglo VI decidió iniciar su andadura en solitario llegando a lugares remotos cumpliendo su misión.
Trespaderne
A 3 kilómetros al norte por la carretera N-629, puedes aprovechar para visitar el pueblo de Trespaderne a orillas del río Nela y el Ebro. Un lugar tranquilo donde puedes alojarte en tu viaje por la provincia ya que está en una localización bastante estratégica.
Paseando por sus calles verás la casona del Priorato, la casa de los Condes de la Revilla, el palacio de la familia Fernández de Campo y la iglesia parroquial de San Vicente del siglo XVII.
Luego puedes bajar a orillas del río Nela y seguir parte del Camino Natural del Ebro, que en una de sus etapas pasa por la localidad.
Veremos el Puente románico de Trespaderne construido en el siglo XII sobre el río Nela muy cerca de su desembocadura en el Ebro, fue reformado en los siglos XVI y XVII. Tiene unos 100 metros de largo y 8 arcos con tajamares.
En su alrededor hay una amplia zona recreativa, zona de baño, camping y las piscinas municipales.
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