En la comarca ourensana de A Limia podemos ver varias lagunas recuperadas de lo que fue en su día uno de los más importantes humedales de la Península Ibérica.
Ocupaba unos 42 kilómetros cuadrados, con 7 kilómetros de largo, 6 de ancho y profundidades que llegaban desde el medio metro hasta los 3 en algunos puntos y épocas del año. Os hablo de la Laguna de Antela o Lagoa de Antela en gallego, humedal con una gran riqueza biológica en la que convergían varios ecosistemas que albergaban fauna y flora propias.
El origen de esta gran laguna se remonta al Periodo Terciario por un movimiento de placas que algunas ascendieron dando lugar a sierras como la de Queixa o San Mamede y otras se hundieron formando depresiones como las de Maceda, la laguna de Antela o Monterrey.
Varios fueron los intentos de desecamiento de la misma para aprovechar los terrenos para el cultivo argumentando que era foco de infecciones por los insectos que tenía. Los romanos construyeron un gran canal de 17 metros de ancho y 27 kilómetros de largo que llevaba el agua hasta el río Limia, pero no lo consiguieron del todo y su proyecto fue abandonado.
En el siglo XIX la Marquesa de Longueville descubrió las magníficas "ancas de rana" que se criaban en esta zona, desecó una parte y montó un negocio de exportación de ancas a Francia.
En 1938 se desarrolló un plan intensivo de desecación que se vería interrumpido por la Guerra Civil Española, retomándose en 1958 bajo la dirección del ingeniero Francisco Zapata Tejedor y el Instituto Nacional de Colonización. En la primera fase de la obra se construye un canal con dos ramales para drenar el agua siguiendo el antiguo creado por los romanos. La segunda fase consistió en crear un sistema de regadío para las tierras que quedaban desecadas. Y la tercera sería la colonización de los terrenos desecados y su parcelamiento para el cultivo principalmente de la patata.
Estos terrenos también fueron aprovechados por empresas areneras a partir del año 1972, y son algunas de esas lagunas formadas por el abandono de las extracciones, las que están siendo recuperadas con la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente para devolver el gran valor ecológico a la zona declarada Zona de Especial Protección para las aves - Zepa A Limia.
Estas lagunas las podréis ver en la parte izquierda de la N-525 en el tramo que va de Xinzo a Sandiás. Como consecuencia de sus suelos arenosos el agua la podemos ver de colores llamativos y diferentes entre ellas. Hay pistas habilitadas para hacer toda la ruta con varios puestos de observación de aves.
La zona de A Limia es de vital importancia para especies como el aguilucho cenizo, zarapito real, ánsar común, ánades, vencejos, cigüeñas, corneja negra, ruiseñor, Martín pescador...
En estas balsas también se reproducen anfibios protegidos como la rana de San Antón o el sapo de espuelas.
* Mitos y leyendas de la laguna
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