En las faldas de los montes de la Sierra do Galiñeiro son varios los regatos que nacen y sus aguas comienzan a descender ladera abajo, en tramos con una fuerte pendiente, hasta llegar al valle conformado por el río Louro.
el agua del regato de Chenlo se pone espectacular en invierno, nada que ver en época estival que seguramente ni siquiera encontrarás la cascada. La verás al lado de la carretera en el lugar de Canadelo.
Os recomiendo visitarlos en época de lluvias porque si no apenas veréis agua. Yo la ruta la hice hace unos días, tras las fuertes lluvias del mes de Diciembre, y de echo en algunos tramos se hacía complicado pasar, la tierra ya no chupa más agua 💦
Hay varios puentes de madera para cruzar el río, aunque algunos en bastante mal estado 😏 como éste de la foto en el que tuve que buscar ruta alternativa para llegar al otro lado.
El recorrido como veis es corto, pero tiene bastantes rincones interesantes y pequeñas fervenzas por el desnivel del terreno.
Ojo si vais con niños porque el suelo está resbaladizo, no hay barandillas de protección y en algunos puntos el desnivel es importante. Tampoco están adaptadas para sillas de ruedas ni carritos de bebé.
La fuerza del agua era aprovechada para moler cereal con la creación de molinos, como ocurre en el Rego do Folón y en el Regato de Chenlo, donde transcurren las rutas que hoy vamos a ver, comprendidas en las parroquias de Mosende y Chenlo pertenecientes al Concello de Porriño.
Realmente son 2 grupos de molinos muy próximos entre sí, por lo que se puede hacer ambas rutas en el mismo día, y en el enlace entre ambas... una sorpresa si vas tras fuertes lluvias: la
✅ Cascada de San Juán
el agua del regato de Chenlo se pone espectacular en invierno, nada que ver en época estival que seguramente ni siquiera encontrarás la cascada. La verás al lado de la carretera en el lugar de Canadelo.
✅Molinos de Chenlo y Filgueiras
Este mismo regato es el que alimenta a este grupo de molinos de la parroquia de Chenlo que en su parte más alta son llamados de As Filgueiras por el lugar donde están situados.
No es una ruta homologada por lo que no esperéis ver una senda marcada y señalizada. Apenas dos letreros en los cruces de la carretera nos indican su situación.
Son unos 500 metros de recorrido lineal fáciles de hacer salvo en algunos puntos que la vegetación nos impide el paso y tenemos que buscar otros caminos alternativos. Además, como os he dicho, la carretera cruza en dos puntos este sendero, por lo que siempre queda la opción de subir y bajar desde ella.
Hay varios puentes de madera para cruzar el río, aunque algunos en bastante mal estado 😏 como éste de la foto en el que tuve que buscar ruta alternativa para llegar al otro lado.
Fueron rehabilitados por la escuela de empleo Val de Louriña en los años 2003 y 2004. Son de cachotería de piedra del país con techumbre de tejas y cada uno tiene un letrero con su nombre en la puerta, aunque bastante ilegible ya que son de metacrilato transparente con letras negras y están bastante desgastados.
El sitio es realmente bonito a pesar de que sobra ver tantos eucaliptos y que además en el suelo se acumulan las cáscaras de los troncos y hay que ir con cuidado porque resbalan bastante.
Son un total de 7 molinos como el Muiño da Roxa, de Anao, de Silva, de Laxe, da Rosquilleira, de Roxelia...
El recorrido como veis es corto, pero tiene bastantes rincones interesantes y pequeñas fervenzas por el desnivel del terreno.
✅Molinos de Mosende
A un kilómetro y medio por la carretera que va hacia A Costeira ya en la parroquia de Mosende, hay otro conjunto de 9 molinos en el regato de Folón. He visto rutas de Wikiloc que unían ambas sendas, pero yo desde luego, no encontré acceso fácil.
Os dejaré al final del post la señalización exacta, pero hay que ir con cuidado por la carretera porque un pequeño letrero de madera es la única indicación que veremos al pasar.
Los molinos son del mismo estilo que los anteriores de cachotería y también fueron rehabilitados en la misma época.
Eso sí, preparad bien las piernas, porque es una fuerte subida de unos 400 metros hasta llegar a la parte más alta que es más llano.
En esta parte los eucaliptos están todavía más presentes.
Se trata de 9 molinos tipo cubo escalonados que aprovechan algunos las mismas canalizaciones de agua para alimentar su maquinaria.
Tienen el mismo sistema de señalización con los paneles transparentes, y sus nombres son: Molino de Cristobo, de Carmen e Xibarra, Carmen e Martín, Benxamín e Cristobo, do Evaristo, Carmen e Pura, Cristobo, Manolo e Xosé...
No son tan vistosos como los anteriores pero bien merece la pena su visita ya que sin duda es una obra de ingeniería todo el entramado de canales de piedra hechos para aprovechar la fuerza del agua.
Después de pasar a través de unas grandes rocas tapizadas de musgo, llegamos a la parte más alta que es una planicie donde veremos dos molinos más y una canalización elevada como si fuera un acueducto.
Y así el agua iba pasando de cubo en cubo, de molino en molino...
Para los más aventureros, desde aquí se puede seguir subiendo hasta llegar al Castro de Erville y a la ermita de la Virxen das Neves en Mos, si no toca bajar por donde hemos subido, hasta llegar de nuevo a la carretera.
✅ Mapa con señalización de los puntos vistos:
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