Villafranca del Bierzo conserva uno de los conjuntos monumentales más bonitos de León, es parada obligatoria del Camino de Santiago Francés,
además de ser la capital histórica de la comarca que actualmente es Ponferrada.Es conocida como la "Perla del Bierzo" o la "Pequeña Compostela" ya que aquí los peregrinos enfermos que no pueden continuar hasta Santiago, pueden ganar el jubileo atravesando una de las puertas de la Iglesia de Santiago.
El ambiente está garantizado recorriendo las calles de su casco histórico con la constante presencia de peregrinos que van y vienen.
La Villa ha sabido mantener su importancia turística con gran variedad de monumentos y calles medievales bien conservados.
Qué ver en Villafranca del Bierzo
Vamos a conocer lo que no te puedes perder en tu visita a este punto de El Bierzo:
Castillo-Palacio de los Marqueses de Villafranca
Empezamos en la Plaza Prim con el Castillo del que solo podemos ver su exterior, ya que es de propiedad privada.
Iglesia de Santiago
Subiendo por la calle del mismo nombre siguiendo el Camino de Santiago, está la Iglesia que es parada obligatoria de peregrinos. Fue construida a finales del siglo XII y es el único punto junto con la Catedral de Santiago de Compostela, donde se puede obtener el jubileo.
Bajando por la Calle Libertad podemos ver algunas casas que conservan la arquitectura típica de la zona
Convento de San Francisco
Fue convento franciscano fundado por Doña Urraca en el siglo XIII. Fue trasladado hasta aquí años más tarde, ya que originalmente estaba donde hoy vemos el Convento de la Anunciada.
En el siglo XV es ampliado por orden de los Condes de Lemos de los cuales podemos ver sus escudos de armas en el artesonado mudéjar de su interior.
Plaza Mayor
El centro neurálgico de la villa donde podemos encontrar bastantes bares, restaurantes, comercios y alojamientos turísticos.
Además de sus casitas con soportales, aquí se encuentra el Teatro Villafranquino del siglo XIX.
Iglesia de San Nicolás el Real
La Alameda
Bonito jardín de estilo Romántico realizado en el siglo XIX, en cuyo centro hay una fuente traída del Monasterio de Carracedo y que es conocida como "la Chata".
Colegiata de Santa María de Cluny
Frente a la alameda accedemos al jardín que rodea la Colegiata por su parte trasera. En ella se puede ver un anexo que distorsiona el conjunto al no tener la misma ornamentación, y es que el proyecto inicial se iba a construir una entrada más monumental que no se llegó a hacer.
El edificio que hoy vemos data del siglo XVI construido en piedra caliza sobre un monasterio de la orden de Clunny del XI por orden de Pedro de Toledo, II Marqués de Villafranca.
Siguiendo por la Rúa Nueva llegamos al Convento de la Anunciada del siglo XVII construido sobre las ruinas de un Hospital de Peregrinos, con la financiación de D. Pedro Álvarez de Toledo y Osorio (V Marqués de Villafranca) ya que su hija quería ser monja.
Está habitado desde entonces por monjas Clarisas, siendo en principio 3 llegadas desde el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid y Trujillo.
En la huerta del convento sobresale la silueta del emblemático Ciprés de la Anunciada, que con sus más de 400 años de antigüedad y 33 metros de altura, está catalogado entre los Árboles Monumentales de la Península Ibérica como el ciprés más antiguo de España y el más alto de Europa.
Y como si fuésemos un peregrino más, nos despedimos de Villafranca cruzando el puente medieval sobre el río Burbia, que junto con el Valcarce, son los ríos que la bañan.
Está formado por 3 grandes arcos y gruesos muros de piedra. En uno de sus extremos hay una estatua homenaje al peregrino.
Otros productos típicos de la zona también son la cecina, los pimientos asados, y platos y postres elaborados con castañas. Ahh! y sus famosos feisuelos que son parecidos a los crepes o filloas.
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Cómo llegar:
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