Puente Quintos y playa fluvial de Bretocino


Situado en la localidad zamorana de Santa Eulalia de Tábara, el Puente Quintos sobre el río Esla es uno de esos lugares en los que te paras si o sí cuando pasas por la zona. 

Sobre él pasa la carretera ZA-123 con tránsito de vehículos frecuente uniendo las comarcas de Tábara y Tierra de Campos. Fue inaugurado en 1920 con fábrica de piedra cuarcita y sillería. Está compuesto por 9 arcos de medio punto de unos diez metros de luz y su longitud total son 110 metros. Para su construcción se empleó piedra extraída de las canteras del cercano pueblo de Bretó.

El agua del río Esla en este punto está medio embalsada ya que a pocos metros río abajo está la Presa de Santa Eulalia y a continuación el Embalse de Ricobayo. Antes de cuyas construcciones había una barcaza para cruzar.

También es parte del Camino Mozárabe Sanabrés a Santiago de Compostela en el tramo entre Granja de Moreruela y Faramontanos.


Se encuentra en un entorno natural privilegiado con mucho arbolado y grandes rocas donde se practica escalada, además de zona de senderismo y pesca. 

Uno de esos caminos de senderismo se inicia una vez pasado el puente a la izquierda y nos lleva hasta el Yacimiento Arqueológico El Castillón, poblado tardo-romano habitado entre los siglos V y VI d.C. que está siendo objeto de estudio por arqueólogos desde el año 2007. 

También se pueden observar las pinturas rupestres del  Abrigo de El Castillón, en las que se pueden identificar varios grupos de barras, figuras humanas en distinta disposición y otros motivos indeterminados. 

Siguiendo la carretera entre grandes dehesas, llegamos al pueblo de Bretocino al pie de la ZA-100, también a orillas del Esla, cuyo nombre deriva del otro que está al otro lado del río, Bretó.

Fue una de las poblaciones que formó parte de la provincia de las Tierras del Conde de Benavente y su mayor repoblación se produjo tras la victoria de Alfonso III en la Batalla de la Polvorosa. 

En el tranquilo pueblo destaca su iglesia parroquial de San Pablo con un bonito retablo en su interior.

Cuenta con un área para autocaravanas privada que permanece abierta desde el 20 de marzo al 20 de octubre, con amplias instalaciones que ocupan 7000 metros cuadrados en las que se incluye piscina.


Bajando hacia el río descubrimos una bonita área recreativa con mesas para picnic, campo de fútbol, columpios, campo de petanca, un cómodo paseo y una pequeña playa fluvial al pie de una aceña construida para alimentar a un molino, hoy en ruinas.


Los muros de la aceña hacen que las aguas principales del río se desvíen formando una pequeña isla que también es aprovechada para el baño y la pesca.


Siguiendo un camino agrícola unos 2 kilómetros río arriba podemos ver la desembocadura del río Tera en el Esla.

Cómo llegar:

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