Situado a los pies de la Sierra de Ancares a más de 900 metros de altitud, Balboa es uno de los pueblos de El Bierzo famoso por sus pallozas bien conservadas y en el que se habla gallego.
Si, ¡qué alegría da, ver como se habla gallego fuera de la comunidad! y es que debido a su cercanía con la provincia de Lugo, hace que costumbres y tradiciones sean similares.
Situado en un entorno natural incomparable, Balboa conserva su arquitectura tradicional con casas construidas en piedra, madera y paja, con corredores de madera, abundantes prados y verdes pastos, donde el tiempo transcurre de forma diferente.
Aquí los inviernos son duros, estando su mayor parte cubierto por nieve.
Qué ver en Balboa
Nada más llegar al pueblo vemos el albergue municipal, el ayuntamiento y la Iglesia de Santa Marina del siglo XVI construida sobre otra románica.
El río Balboa atraviesa el pueblo en este punto y es donde podemos ver una de las estampas más bonitas donde es aprovechado como playa fluvial en verano.
Un pequeño merendero con un parque, fuente, varias pallozas aprovechadas como restaurantes, el curioso puente de madera para cruzar el río llamado la "pasarela de los besos"
y la Casa de las Gentes con varias tallas de madera del artista local Domingo González apodado de Canteixeira autor también de las obras que vemos repartidas por el parque y del puente. Un museo donde "todo se puede tocar" donde además se hacen exposiciones y eventos.
Las construcciones más tradicionales del pueblo son los hórreos y las pallozas.
Las pallozas son de planta circular u oval, con paredes de piedra y el tejado o teito vegetal realizado con paja de centeno. Eran utilizadas como vivienda y para guardar los animales en la parte de abajo, tradicionalmente en la zona de los Ancares aunque también se pueden ver en lugares de La Cabrera, Asturias y Lugo.
Otro de los emblemas del pueblo es su Castillo que está asentado sobre otra fortaleza anterior.
Los orígenes del castillo se remontan al siglo XI, siendo las primeras construcciones del siglo XIV como su Torre del Homenaje que es lo que mejor se conserva del conjunto. Se reformó durante el siglo XV para adaptarlo como defensa de artillería.
Se han realizado trabajos de consolidación y restauración en el camino de acceso, la torre, el patio de armas, el aljibe, el foso y la muralla.
Perteneció a los Rodríguez de Valcarce, al Conde de Lemos y al Marquesado de Villafranca.
Las vistas al valle desde lo alto son impresionantes.
Su acceso es a través de un camino que parte a la derecha siguiendo la carretera que lleva hasta Pumarín.
El coche se deja en el Auditorio Natural creado en el espacio que ocupaba una vieja cantera.
Se han instalado barbacoas, bancos y mesas, gradas, baños, instalaciones auxiliares para bar y el propio palco realizado en piedra y madera muy acorde con todo el entorno.
Aquí se celebra cada año en la noche de San Juan la Noche Mágica, fiesta declarada de Interés Turístico Autonómico en la cual hay música en vivo y por supuesto una gran hoguera; el Magosto Celta en noviembre con conciertos de música celta, castañas asadas y juegos populares; y el Reggeaeboa con música reggae.
Dónde comer y alojarse en Balboa
Si quieres saborear los platos típicos de la zona, puedes elegir entre los tres restaurantes que hay en el pueblo, la Palloza de Chis, la Palloza de Balboa o Amalavida-Casa Darío, nosotros elegimos éste último y totalmente recomendable. Comida riquísima de la zona con varios platos a elegir y postres caseros, trato excelente por sus dueños y un lugar muy acogedor.
Para alojarse además del Albergue municipal y la Pousada, hay varias casas de turismo rural muy apetecibles.
Cómo llegar:
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