Vamos a descubrir la ciudad portuguesa Bragança, capital histórica de la región de Tras-os-Montes, que mezcla las grandes avenidas con su antigua ciudadela en lo alto de una colina, rodeada de una hermosa muralla medieval, y como protagonista su castillo.
Y es esa parte antigua la que vamos a visitar primero. Para acceder a la ciudadela puedes hacerlo subiendo desde el centro de la ciudad a través de la Porta da Vila, situada al oeste o por la parte del castillo donde hay otra puerta de entrada al recinto amurallado y un amplio aparcamiento para dejar el coche y desplazarnos andando tranquilamente por el barrio.
Castillo de Bragança
En su interior se encuentra el Museo Militar del ejército portugués en la Torre del Homenaje, con horario de acceso de martes a domingo de 09:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 horas y su entrada cuesta 3€.
Tras pasar la puerta de entrada, hay un recinto exterior con exposiciones de algunos cañones y placas conmemorativas a los caídos en las guerras de Portugal, ya que el castillo hizo funciones de cuartel también y jugó un papel fundamental durante las Guerras Napoleónicas.
Pasamos al patio de armas donde está la Torre de la Princesa con sus leyendas de amores y desamores, como la de Doña Sancha, hermana del I rey de Portugal, o la de Doña Leonor, hija del III Duque de Medina Sidonia y esposa del IV Duque de Bragança, que estuvieron encarceladas en esta torre.
Enfrente está la Torre del Homenaje con 33 metros de altura y desde la cual tenemos una buenas vistas a toda la ciudad
en la misma torre está el Museo Militar de Braganza, al que se accede subiendo unas cuantas escaleras de piedra bastante pendientes.
en varias estancias podemos ver una colección de armas de varias épocas, así como trajes y recreaciones de escenas.
Salimos del castillo para recorrer la Ciudadela de Braganza o recinto amurallado mandado construir en el año 1130 por el I Rey de Portugal, Afonso Henriques, con antiguas y estrechas calles, destacando algunos puntos interesantes como:
Iglesia de Santa María, templo de origen románico restaurado en el siglo XVIII, por eso tiene trazas barrocas.
junto a ella la Domus Municipalis, un ejemplar único en la Península Ibérica del siglo XII que fue construido como depósito de agua para recoger agua de lluvia y que luego fue adaptado para ser Ayuntamiento, o sea la Cámara Municipal en su parte superior, y está considerado como uno de los más antiguos de Portugal.
Si buscáis la entrada rodeando el edificio, os diré que la tiene en la parte más estrecha pegada a la iglesia, y su entrada es gratuita.
No abandonéis la ciudadela sin visitar el Museo Ibérico de la Máscara y el Traje que cuenta con una curiosa colección de caretas y trajes típicos de Carnaval de la zona; y el Pelourinho o Picota que tiene un capitel románico y en su base una figura de un cerdo en piedra de origen prehistórico, que es conocido como "A Porca da Vila".
Praça da Sé
Ya en la parte baja de la ciudad nos dirigimos a la Praça da Sé donde se encuentra la Antigua Catedral de Braganza que formó parte de un Convento de Jesuita del siglo XVI. Ahora es una parroquia más de la ciudad.
Por el interior de la iglesia se puede acceder al claustro renacentista de las dependencias anexas.
La Torre de la iglesia es conocida como la Torre del Reloj o Torre do Relógio, la cual también tiene una bonita perspectiva desde la anexa Praça Camões.
Frente a la iglesia hay un Crucero de 1689 en estilo barroco con fuste decorado como una serpiente.
Cerca de esta plaza está el Museo do Abade de Baçal, que ocupa el edificio y jardines del antiguo Palacio Episcopal; la Iglesia da Misericórdia cubierta de azulejos; el Palacio dos Calaínhos, casa noble del siglo XVII, con escudo de armas de los Sarmentos, Pimentéis, Morais y Ferreiras; el Centro de Arte Contemporáneo que se encuentra en el Solar dos Vargas, edificio palaciego del siglo XVIII cuyos primeros dueños fue la familia Veiga o el Teatro Municipal.
Interesante también es visitar la Catedral Nueva o de Nuestra Señora Reina, inaugurada en el año 2001 siendo la primera catedral portuguesa construida en el siglo XXI. Con su diseño modernista e innovador, no deja a nadie indiferente.
Parque urbano del río Fervença
La ciudad de Bragança es atravesada por las aguas del río Fervença de este a oeste. Un bonito paseo ajardinado con pasarelas de madera, zonas de descanso, juegos infantiles, miradores...
En la parte derecha se encuentra el Centro da Ciencia Viva en las antiguas instalaciones de una central hidroeléctrica. Hoy en día produce su propia energía en una microplanta alimentada con la fuerza del río.
En un molino de cereales rehabilitado está el museo Casa de la Seda, donde se recuerda la actividad de la tintorería de la seda que fue uno de los motores de la ciudad. En su exposición se puede ver el ciclo de vida del gusano de seda y su utilidad para la producción de la misma.
En la margen derecha, subiendo por el anfiteatro al aire libre se puede llegar hasta una pérgola mirador, donde se halla la Capela do Senhor da Piedade.
Mirador de São Bartolomeu
A 3 kilómetros y poco, sobre un monte hacia el sur, está el Mirador de São Bartolomeu al lado de una ermita desde donde podemos ver la ciudad a vista de pájaro.
Unos metros más abajo hay otro mirador sin señalizar al que se accede por una pista de tierra. Es visible la gran estatua de São Bento que han instalado sobre unas rocas.
Y hasta aquí nuestro recorrido por la ciudad de Bragança 🙋♀️
Si viajáis hasta aquí desde Puebla de Sanabria en Zamora, no os olvidéis que pasáis por el Parque Natural de Montesinho donde hay pueblos para visitar realmente interesantes.
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