La villa marinera de Bueu se encuentra en la tranquila Ría de Pontevedra en las Rías Baixas gallegas, con bellos arenales y rica gastronomía es elegida por multitud de turistas cada año para pasar sus vacaciones estivales.
La vida de sus habitantes gira entorno al mar, siendo la pesca una de sus fuentes de riqueza desde la antigüedad, como atestiguan los restos romanos, fábricas de salazón y conserveras con las que siempre contó el municipio.
Para conocer Bueu, si no dispones de más de 1 día para recorrerlo, te propongo algunas cosas imprescindibles de las que debes tomar nota ✍️
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1.- Conocer y bañarse en algunas de sus playas
En los 10 kilómetros de costa con los que cuenta el municipio, podemos encontrar más de 20 playas de diverso tamaño contando algunas de ellas con Bandera Azul.
Si partimos desde los límites con el Ayuntamiento de Marín, tenemos la Playa de Lapamán, Muíño Vello, Covelo, Pedreira, Portomaior, Agrelo, Loureiro, Petís, Pescadoira, Banda do Río, Robaleira, Beluso, Roiba, Sartaxéns, Tuia, Mourisca, Ancoradouro, Area de Bon y Lagos con sus espectaculares atardeceres.
2.- Paseo por el casco urbano y la calle Montero Ríos
Recorrer la calle Montero Ríos, el Paseo de Pescadoira, de este a oeste con sus jardines al borde del mar, es una buena forma de hacernos idea de que la vida de la villa gira entorno al mar.
Pasaremos por el Muelle de Attilio, el más antiguo que se conserva, recientemente recuperado; la pequeña playa de Pescadoira, la lonja y la plaza de abastos donde se pueden encontrar productos frescos todo el año.
Acercarse hasta los muelles y ver la multitud de embarcaciones de pesca, es todo un espectáculo.
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Y uno de los ejemplos conservados de Carpintería de Ribera, el "Estaleiro de Purro", también rehabilitado recientemente. Se trata de la única carpintería de ribera que se conserva en toda la Ría de Pontevedra, por lo que se considera una pieza del patrimonio marítimo con un gran valor material e inmaterial para la Villa de Bueu.
Fue fundado en 1907 por el carpintero Xosé del Río Casal, al pie de la playa tranquila de Banda do Río al estar bien comunicada ya que se encuentra en el centro del pueblo, y con facilidad para las botaduras de las embarcaciones.
El río Bispo o Frade, que de aquella bajaba sin canalizar, servía para la curación de la madera.
Gamelas, chalanas, lanchas xeiteiras, botes polbeiros y traíñas son algunas de las embarcaciones que se empezaron a construir bajo la estructura inicial conformada por un tejado a dos aguas asentado sobre columnas de piedra.
La incorporación del motor como método de propulsión hizo que las embarcaciones aumentaran de tamaño y también las instalaciones se ampliaron en varias ocasiones.
En 1938 es comprado por Rosa Cortizo Cerviño para su hijo Xoxé González Cortizo, tras la muerte del anterior propietario, quien promovió la construcción de grandes embarcaciones con un aumento de las instalaciones y trabajadores. En 1970 fue adquirido por Manuel González Ferradas.
En 1988 se construye el muro de abrigo para proteger las casas de temporales y se retiran los 3 raíles paralelos que se adentraban en el arenal unos 30 metros.
En sus últimos años de existencia sus trabajos estaban encaminados a las bateas y encargos de embarcaciones tradicionales.
Su actividad cesa en el año 2003, y desde entonces siempre se luchó por su recuperación y puesta en valor como museo
3.- Visitar el Museo Massó
El edificio es fácilmente reconocible por el anagrama de a familia Massó labrado en piedra en su fachada que cuenta también con la escultura en relieve de dos carabelas.
Esta familia catalana se instaló en Bueu a comienzos del siglo XIX como industriales de la salazón, aunque desenvolverían también un destacado papel en la vida sociocultural y política del municipio, llegando a ostentar la Alcaldía.
En ESTE POST que le he dedicado podréis ver toda la información del museo, pero os adelantaré que en el se recogen libros antiguos, cartas náuticas e instrumentos de navegación de su colección privada, embarcaciones tradicionales, artes de pesca, instrumentos para la caza de la ballena y útiles de la carpintería de ribera...
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4.- Visitar alguno de sus pazos
El municipio cuenta con varios pazos y casas grandes como el Pazo de Santa Cruz, el Pazo de Ouril, el Pazo de Castrelo, Pazo do Casal o Casa Grande do Placer como señal de su importante pasado.
5.- Probar su famoso Pulpo
6.- Conocer Cabo Udra
Un poco alejado del casco urbano está el espacio protegido de Cabo Udra con sus arenales vírgenes y acantilados donde el mar bate con fuerza en los meses de invierno convirtiéndolo en todo un espectáculo.
Las calas de Pedrón o Ancoradouro en estado semi virgen, se encuentran en este espacio protegido con rocas de extrañas formas.
Siguiendo los senderos podremos ver también antiguos chozos para refugio de los pastores o los restos de antiguas fábricas de salazón. Pero lo mejor que podemos hacer al llegar es visitar el Aula de la Naturaleza, acondicionada sobre unas viejas baterías militares, al pie de un castro.
La riqueza natural de este espacio protegido no sólo le valió la inclusión en la Red Natura 2000, sino también las declaraciones de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección de los Valores Naturales (ZEPVN).
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7.- Hacer una excursión hasta la Illa de Ons
El archipiélago formado por las islas Ons y Onza, con sus islotes, constituye una de las joyas naturales del municipio de Bueu, formando parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas.
Desde el muelle de Bueu salen líneas regulares a las isla, ya que se encuentra habitada al contrario que pasa con las Islas Cíes, pero aún así es conveniente asesorarse bien en la naviera sobre horarios y permisos, sobre todo si pensáis hacer el viaje fuera de los meses de verano.
Hay varias rutas de senderismo en la isla para ir hasta el Faro, la Playa de Melide, Area dos Cans o Canexol, su moderna iglesia de San Joaquín, el Mirador de Fedorentos, el Buraco do Inferno, el barrio de O Cucorno, el sepulcro antropomorfo de la Laxe do Crego...
También puedes echarle un ojo al POST que le he dedicado.
8.- Subir hasta la Cruz de Ermelo
En el Monte da Esculca podemos disfrutar de unas buenas vistas a 400 metros de altitud desde la Cruz de Ermelo de 7 metros de altura, además de un área recreativa.
9.- Ir hasta Beluso
A 1,7 kilómetros del puerto de Bueu está el pueblo de Beluso donde además de poder degustar también ricos pescados y mariscos de la ría en cualquiera de sus restaurantes, hay pequeñas calas y playas con un agua cristalina digna de admirar.
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