En este gran espacio está la oficina de turismo, parque infantil, aparcamiento subterráneo y las "letronas" que no pueden faltar ya en cualquier ciudad turística.
Al otro lado del parque seguimos viendo grandes edificios señoriales como el Edificio Salvarrey de estilo modernista con sus puntiagudas cúpulas,
A la derecha del puente está la ermita sobre una roca formando un islote que también hace de mirador. Se construyó en 1926, pero muy castigada por los temporales, tuvo que ser reconstruida en 1941.
Sentarse por aquí y ver como bate el mar contra los muros del espigón, es todo un espectáculo que no te puedes perder. Y aquí fue donde un lugareño nos contó que sobre ese otro peñón que vemos enfrente de la ermita, había otra que también tenía un puente que el oleaje tiró pero no lo volvieron a levantar.
Atravesamos por medio de unas escaleras el puente hacia la parte alta donde está el plato fuerte con varias cositas para ver:
* El Castillo - Faro de Santa Ana
Aunque ya lo habíamos visto desde varias perspectivas desde la parte baja, ahora toca desde arriba 🧐 Tiene la peculiaridad de que en una de sus torres medievales han instalado un faro en 1853.
Está situado en un promontorio rocoso en forma de península rodeado de acantilados. Fue construido entre los siglos XII y XIV formando parte de la defensa de la villa.
A esta atalaya se le conoce con el nombre de Puebla Vieja y como ya os he comentado, ha sido declarada Conjunto Histórico-artístico.
* Iglesia de Santa María de la Asunción
Conocida como la Catedral de Santa María, es de estilo gótico y fue construida entre los siglos XIII y XV. Está considerada como B.I.C. y Monumento Nacional; en su interior se guarda la Virgen Blanca.
Tiene una planta muy señorial y esbelta, pero si queréis que os diga la verdad, a mí me gustó más por la parte de atrás que su fachada principal 🤔
En la parte izquierda de la imagen se pueden ver los restos de la Ermita de San Pedro del siglo XII, desde la que hay unas vistas hacia el puerto muy chulas.
Desde aquí se pueden llegar a los acantilados de la Atalaya y a El Pedregal con una pequeña cala de piedras con forma de piscina natural a la que llega el agua a través de un túnel.
** Si dispones de más tiempo para dedicarle a la visita, puedes conocer el Mercado de Abastos, la Playa de Ostende, la Playa de Brazomar, las casas señoriales del Paseo de Ocharan Mazas, el Parque Cotolino, el Cementerio de la Ballena, el Cargadero de Mineral de Mioño o el Yacimiento arqueológico de Flavióbriga de origen romano del que se cree que fue el origen de Castro Urdiales.
* Laredo
Entre la bahía de Santoña y la ría de Treto formada principalmente por los ríos Asón y Clarón en su desembocadura en el Cantábrico, está Laredo, una de las localidades más turísticas de todo el litoral.
Un buen punto para comenzar el recorrido por la ciudad, es aparcar en la zona del puerto deportivo y recorrer el Paseo marítimo por la Playa La Salvé con sus dunas.
Desde aquí podemos seguir hasta la zona de
El Puntal siguiendo el arenal de casi 5 kilómetros, o desviarnos por cualquiera de sus calles hacia la izquierda para ir hacia el casco antiguo o Puebla Vieja con gran número de restaurantes y bares.
Conserva restos de su antigua muralla y algunas de sus puertas, como la de Santa María la Blanca, el Portillo de San Marcial, la Puerta de San Lorenzo y la Puerta de Bilbao con forma de torreón.
En esta parte antigua además veremos la iglesia de Santa Catalina, la ermita del Espíritu Santo, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Convento de San Francisco.
Os recomiendo que vayáis por el Túnel bajo el Monte de La Atalaya hasta el Mirador del Abra.
Tiene una longitud de 221 metros, fue construido en 1863 para acceder al Muelle de La Soledad que nunca se llegó a terminar debido a los fuertes temporales. Durante la Guerra Civil fue utilizado como refugio antiaéreo.
Está pintado con motivos marinos muy chulos.
* Santander
Le toca el turno a la elegante ciudad de Santander. Os resumiré un día bien aprovechado para ver lo más destacado, pero claro, seguro que te sabe a poco como a mí 😏 es uno de esos sitios en los que no me importaría vivir una temporadita.
1. Península de la Magdalena
Su punto principal es la Palacio de la Magdalena situado en lo alto del recinto, pero sus jardines y miradores hacia los acantilados tampoco te los puedes perder.
Su entrada es gratuita pero tiene horario 👀.
Se puede coger un tren turístico que sale de la puerta justo y hace una ruta circular, pasando por las Caballerizas Reales de estilo inglés construidas en 1914 (hoy residencia de estudiantes), el gran Palacio de 1909 y el mini zoo. Sale cada cuarto de hora y creo recordar que el precio es 5€ por persona. Te puedes bajar en el palacio y coger cuando quieras otro para regresar.
Este espacio era la residencia de verano de la Casa Real desde 1911, disfrutándola el Rey Alfonso XIII y sus descendientes hasta que en 1977 Juan de Borbón la vende al Ayuntamiento, pero eso sí, con unas condiciones.
Además de admirar este fantástico edificio, desde aquí arriba hay buenas vistas hacia la isla de Mouro y su faro, a los acantilados de Loredo y a la Playa del Sardinero entre otras cosas que ya hemos visto mientras subíamos como la Playa de La Magdalena o la de los Bikinis.
El Palacio fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1982 y se construyó donde se situaba la fortificación de San Salvador de Hano para proteger la bahía de Santander.
En los años 90 fue rehabilitado por el Ayuntamiento y es sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, impartiéndose conferencias, talleres, exposiciones, musicales...
Siguiendo la ruta circular llegamos al Museo al aire libre El Hombre y El Mar, con los 3 galeones utilizados por el navegante santanderino Vital Alsar en sus expediciones oceánicas entre 1966 y 1992.
Junto a ellos, la balsa construida en Guayaquil (Ecuador), sobre la que cruzó el Pacífico en 1970.
En los jardines anexos también podemos ver una burbuja de salvamento que fue remolcada por el galeón "Cantabria" durante más de siete millas náuticas.
A continuación un Parque Marino donde podemos ver focas, leones marinos y pingüinos en varias piscinas artificiales construidas con agua del mar.
2. Centro Urbano
Un buen punto de partida para ver lo principal del centro son los Jardines de Pereda, donde hay un aparcamiento subterráneo por si vais con coche.
A unos metros está el Centro Botín, un edificio modernista con diversas exposiciones y un mirador en lo alto del mismo a toda la bahía.
Pasamos por la Oficina de Turismo y cruzando la calle entramos en la Plaza Porticada o Plaza Velarde, construida en 1950 tras el gran incendio que asoló la ciudad en 1941.
Entre los edificios que la componen está la Delegación del Gobierno, Hacienda, la Cámara de Comercio y Caja Cantabria ahora Unicaja Banco. En el subsuelo se han encontrado restos de la muralla medieval de la ciudad y búnkeres de la Guerra Civil.
Seguimos por la calle Juan de Herrera con la Iglesia de la Anunciación, que es lo que queda de un colegio de Jesuitas fundado por Magdalena de Ulloa en 1607,
hasta llegar a la
Plaza del Ayuntamiento con el edificio consistorial construido en varias fases. Detrás está el
Mercado de la Esperanza con gran tradición en la ciudad.
La Plaza de la Asunción y los edificios que la rodean, también se vieron seriamente afectados por el incendio de 1941, como el de Correos y la Catedral de Santa María.
Su iglesia es del siglo XIV y el claustro del XV, aunque están muy modificados. En la parte baja está la Iglesia del Cristo sobre la cual se construyó la catedral.
Está situada en el llamado Cerro de Somorrostro donde nació la ciudad de Santander, sobre un antiguo asentamiento romano. En nuestra visita se estaban haciendo intervenciones arqueológicas sobre una necrópolis medieval encontrada.
3. Paseo Marítimo
Desde el Centro Botín se puede hacer un paseo marítimo hasta la Playa de los Peligros de 2 kilómetros pasando por la Grúa de Piedra, el Palacete del Embarcadero, la escultura en bronce de los Raqueros, Puerto deportivo, el Dique de Gamazo y el Museo Marítimo.
4. El Sardinero
No te puedes ir de Santander sin conocer su playa por excelencia, El Sardinero. Otro amplio paseo nos espera recorriendo las playas de El Camello, La Concha, La Primera del Sardinero, los Jardines de Piquío, la Segunda del Sardinero hasta llegar al Mirador del Chiqui. Una maravilla de vistas, ya lo verás 😀
Si te encuentras con fuerzas puedes continuar el paseo hasta la pintoresca Playa de Mataleñas bordeando el Cabo Menor.
5. Mirador del Río de la Pila
Uno de los miradores más bonitos de Santander 😎 y ya se nota que me he enamorado de esta ciudad, ¿verdad?
Hay un Funicular que te lleva hasta arriba y además es gratis.
6. Faro de Cabo Mayor
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