En el interior de la ría de A Coruña, sobre una pequeña isla, se encuentra el Castillo de Santa Cruz emblema del Concello de Oleiros y un lugar que no te puedes perder si estás por la zona.
Se puede acceder al islote andando con marea baja, pero tranquilos 😄 que han construido un puente de madera para que todo sea mucho más fácil.
Fue una de las tres fortalezas defensivas que tenía la ciudad de A Coruña junto con el Castillo de San Antón y el de San Diego ya destruido para hacer el puerto petrolero.
Su construcción comienza en 1594 ante la necesidad de reforzar el puerto de A Coruña que quedó evidente tras el ataque de la Armada Inglesa con Francis Drake a la cabeza.
El recinto está amurallado con torres almenadas y garitas de vigilancia en los extremos del perímetro. En el interior se encuentra un pazo rehabilitado y desde el año 2001 es la sede del CEIDA (Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia) donde se celebran exposiciones y cursos.
Se puede acceder a su interior con visitas concertadas de lunes a viernes en horario de mañana.
Para conocer la isla haremos un recorrido perimetral de unos 800 metros en el que pasaremos en primer lugar por el antiguo embarcadero, una cetárea hasta llegar al edificio del Cuerpo de Guardia.
Todo el recorrido tiene unas fantásticas vistas hacia la ciudad de A Coruña y a Oleiros, pero a continuación de esta edificación hay una pequeña explanada reacondicionada como mirador donde, no pararse y disfrutar es imposible.
Después descendemos unas escaleras y habrá que ir un pequeño tramo entre rocas que es un poco más estrecho, hasta llegar de nuevo a la muralla y seguir hasta el punto de inicio.
A finales del siglo XIX, cuando ya no tenía uso defensivo, es comprado por la escritora Emilia Pardo Bazán y su marido para convertirlo en segunda residencia tras una profunda restauración. A la muerte de ambos, sus herederos lo legan para residencia de huérfanos militares.
En el interior del recinto hay unos cuidados jardines con varias especies de árboles entre los que destaca un gran pino de Monterrei que está incluido en el Catálogo galego de árbores senlleiras,
además del edificio principal del pazo, el polvorín, varios torreones, palomar y una capilla.
Tras abandonar la isla se puede continuar un paseo hacia la derecha hasta el Mirador y Parque das Galeras y seguir hasta la Playa de Bastiagueiro.
Y si al salir de la isla cogemos a mano izquierda por un paseo marítimo, pasaremos por el gran hotel Noa Boutique, varios bares y restaurantes y se puede continuar subiendo hacia la Atalaya con una buena perspectiva de la Isla de Santa Cruz, y a continuación una pequeña cala y la Playa de Naval.
Y tras la caminata, un buen lugar para descansar y reponer fuerzas puede ser el Parque de Luis Seoane.
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