Muy cerca de La Bañeza está el pueblo de Santiago de la Valduerna, pero no siempre fue conocido con ese nombre, ya que primitivamente era Xaxa Oxa, en el siglo XVII Saca Oxos y en 1753 en el Catastro de la Ensenada figuraba como de Saca Ojos.
Sería desde 1957 cuando a esta zona se le pasa a denominar Santiago de la Valduerna.
Justo al lado de la carretera que va hacia Ribas de la Valduerna, en un montículo a nuestra derecha, se encuentra enterrado y como olvidado en el tiempo, uno de los castros celtas más importantes de la provincia de León conocido como el Castro de Sacaojos.
Lo que podemos ver hoy en día si nos acercamos al lugar, son solamente pequeñas elevaciones de terreno y zanjas derivadas de la extracción de tierras utilizadas como fosfatos para las huertas de los vecinos y bastantes madrigueras de conejos ya que la tierra es muy esponjosa.
En 1996, con motivo de la construcción de la Autovía del Noroeste, el Gabinete Arqueológico Strato realizó otra prospección en la zona, cuyos resultados fueron publicados en la revista "Numantia", y tras varias denuncias ante las administraciones se consiguió variar su trazado.
Pero no sería ésta la única ocasión en que este poblado celta se vio amenazado e incluso destruido, puesto que ya había sufrido la construcción de la carretera de Villalís y luego con la N-6 a principios de los 80.
Su ocupación data del final de la Edad de Bronce hasta la primera de la Edad de Hierro. Se calcula que debía tener una superficie total de unas 1,5 hectáreas.
En escritos de 1925 ya se hablaba de huesos, cenizas y calaveras que eran utilizados por los labradores como abono, y algunos vecinos contaban que jugando de pequeños encontraban ollas con huesos humanos dentro.
Entre los años 1971 y 1975 se realizaron las primeras excavaciones arqueológicas por parte de Mª Pilar Morillo y J. Sánchez Meseguer (profesores de la Universidad Autónoma de Madrid) en una superficie de 919 m2, descubriendo la existencia de un camino empedrado, restos del sistema defensivo, una zanja para el drenaje de aguas, un aljibe, hornos, 8 cabañas de planta circular, restos cerámicos, hachas de piedra, cuchillos de astas y una cerca de tapial que sería levantada en su etapa final de ocupación en la Edad de Hierro.
Tras el inventariado y catalogación de los materiales encontrados, se depositan en el Museo de León, un molde de piedra arenisca y bronce fundido, recipientes de almacenamiento, pies cerámicos decorativos, restos de hierro, crisoles de fundición, utensilios de cocina, mangos perforados...
Los primeros habitantes fueron un pueblo astur llamados los "Orniacos", cuyo nombre proviene del río que perimetra el yacimiento por su parte norte hoy conocido como el río Duerna -afluente del Órbigo-, pero que en esa época se le llamaba Ornia.
Sus viviendas fueron edificadas a base de piedras de río con paredes de barro prensado con paja y techo de cuelmos de paja de centeno.
Su alimentación estaba basada en peces de río y animales como liebres, conejos, corzos y jabalíes de la zona, como atestiguan los restos encontrados en las excavaciones.
Localización:
Bibliografía:
- El Castro de Sacaojos de José García Morán
- El Adelanto Bañezano
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