Candás y Luanco en la Costa Central asturiana

Dejando atrás la ciudad de Gijón y camino a Cabo Peñas, seguimos descubriendo la Costa Central Asturiana con pueblos realmente entrañables. Mi intención era hacer solo un post sobre este tramo de costa, pero me temo que me iba a alargar demasiado y por eso iré diversificando el recorrido.

Hoy descubrimos Candás y Luanco. ¡Comenzamos!

- Candás

Villa marinera con importante tradición conservera y enseguida nos vienen a la mente marcas como  Albo, Remo, Ortiz o Alfageme tan ligada también a mi querido barrio de Bouzas en Vigo.

A mediados del siglo XVIII ya había en Candás 15 fábricas de escabeche y a principios del siglo XX llegó a haber 24 empresas dedicadas a la conserva. Cuando cerró la fábrica de Alfageme en 1939 para trasladarse a Vigo comienza el declive en el sector en la ciudad quedando solamente en activo Albo hasta el 2009 y Remo hasta 2011.

Cada año en el mes de Agosto se sigue celebrando el Festival de la Sardina siguiendo con la gran tradición.

Por esta razón un recorrido por el puerto nos pareció lo más recomendable. Hay un paseo por el dique de abrigo con unas buenas vistas a toda la villa, sus playas y puerto.

Junto al puerto está la pequeña playa urbana de Candás o La Pregona y tras un dique la Playa de la Palmera, con mas amplio arenal y suele ser la preferida de los lugareños y turistas. Aquí con marea baja hay una curiosa peña con un arco conocida como Peña Furada

Paseando por el centro podemos ver, entre otras cosas, el Ayuntamiento en un bonito edificio del siglo XX, el Parque de Les Conserveres o Parque de Ojeda donde antes era la Finca de Alfageme con una sala de exposiciones en el antiguo aljibe de la fábrica, o la Iglesia San Félix cuyos orígenes  se remontan al siglo X aunque debido a sus transformaciones y ampliaciones, lo que vemos hoy en día es un edificio neobarroco. En su interior está el "Cristo de Candás" que cuenta con una leyenda: "en el siglo XVI un barco ballenero del lugar estaba faenando en Irlanda, cuando se les apareció flotando en el mar una cruz con la imagen del Cristo".

La imagen que ahora vemos en la iglesia es de 1938 ya que la original fue destruida durante la Guerra Civil Española. 

Y como ocurre en todos los pueblos marineros, no nos podemos olvidar de su gastronomía con platos elaborados a base de pescado y marisco fresco de muy buena calidad. Sardinas a la plancha, caldereta de pescado, fabada... y como postre sus famosas galletas dulces llamadas mañuelas.

Subimos hasta el Cabo de San Antonio con una senda peatonal pasando por un área recreativa con varias esculturas y monumentos.

Toda la senda tiene buenas vistas hacia los acantilados y el puerto, y podemos ver unos cañones de 1770 que fueron utilizados para la defensa de esta costa de los ataques ingleses 

Más arriba está la Ermita de San Antonio de Padua del siglo XVI que tuvo que ser trasladada de su ubicación original en el 2011 ya que corría el riesgo de despeñarse por el acantilado.

Y en el borde del cabo está el Faro de Candás o de San Antonio construido en el año 1917 a una altura de unos 40 metros del mar. 

En Peña de los Ángeles estaba el anterior faro de 1904 pero al no tener sitio para hacer la vivienda del farero se construyó en su nueva ubicación. Su sirena comenzó a funcionar en 1955.

Vistas desde el faro

- Luanco

Otra de las villas marineras de la costa central asturiana que merece la pena visitar es Luanco con su puerto recogido entre diques de los embistes de los duros días en el Cantábrico. Puerto ballenero antaño, ahora acoge a barcos de captura de bonito, sardina, caballa o xarda, rape o pixín o marisco como percebes, centollos o nécoras conocidas aquí como andaricas.

Toda esa tradición marinera la podemos ver representada en el Museo Marítimo de Asturias fundado en 1948, situado en el centro de la ciudad.

Al lado del puerto deportivo está el Muelle del Gallo y a continuación la Playa de Luanco o de La Marina desde donde comenzamos un paseo marítimo hasta Punta Samarincha, pasando por el puerto pesquero y por la Playa de la Ribera cuyo arenal desaparece con marea alta. Regresaremos por el casco histórico para conocerlo y completar nuestra ruta.

A nuestro paso encontramos la Iglesia de Santa María de estilo barroco en cuyo interior está el Cristo del Socorro al que se le atribuyen varios milagros evitando la muerte de muchos marineros de la villa en temporales marítimos. En el mes de febrero se celebra una gran fiesta en su honor.

Tiene unos soportales muy chulos alrededor y debe ser punto de reunión, porque estaban llenos de gente!

Al lado de la iglesia una vieja casona abandonada nos llama la atención por su espectacular fachada. Se trata del Palacio de los Menéndez-Pola, una de las más familias más influyentes de Luanco que se dedicaban a comerciar con madera y que el mismísimo rey Felipe II les entregó tierras. El edificio está declarado Bien de Interés Cultural.

Toda esta zona está llena de restaurantes y terrazas con muchísimo ambiente de turistas a pesar de que cuando fuimos ya era septiembre. Me puedo imaginar como se pone en los meses de verano! 😳

Por la calle Riba veremos casitas marineras restauradas con mucho encanto, hasta llegar al Mirador de Pilatos desde donde podemos ver la pequeña Isla del Carmen con su ermita a la que se puede acceder andando con marea baja, y la Torre del Reloj.

La torre es del siglo XVIII y fue mandada construir por la familia Menéndez-Pola para albergar un reloj municipal, sirvió también como cárcel, polvorín y almacén.

Playa de La Ribera

Plaza Dr. Cors

No os perdáis detalle paseando por sus calles, cada rincón guarda una sorpresa.

Casa Mori

La Casa Mori es una joya de estilo modernista construida en 1902 por el indiano José Mª Mori después de su regreso de Cuba. 

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Ah! se me olvidaba 😎 Aparcar en Luanco puede ser complicado en verano, pero si vas fuera de temporada como nosotros, en el puerto hay un aparcamiento público gratuito.