En el lugar de Santo Paio de Abaixo de la parroquia Redondelana de Reboreda, solamente tenemos que coger la carretera que se dirige a Pazos de Borbén, para encontrarnos con la iglesia parroquial de Santa María de Reboreda y un hermoso Pazo anexo.
Recientemente han instalado un gran poste eléctrico de cemento a escasos metros del muro de la iglesia en su parte posterior, y tanto el poste como el cableado que conlleva, afea bastante la estética del conjunto. Siempre hay algo que mejorar, aunque solo sea una opinión personal.
La iglesia data de 1736, tiene planta de cruz latina con sacristía adosada y está construida en estilo barroco.
En el atrio hay un crucero del año 1770 y unas buenas vistas a la parroquia por su elevada situación.
Destaca en su fachada este un gran escudo en piedra de la familia Mondragón, benefactores de su construcción.
En su lado sur podemos ver un paso elevado que la une con la construcción anexa, el Pazo de Reboreda, ya que hacía las funciones de capilla del mismo.
Esta Casa Señorial es del siglo XVII y fue construido por la familia García Prego de Montaos con perpiaños de cantería tradicional. En su fachada destacan dos grandes escudos de armas de la familia Prego además de los de Araújo y Puga, de los Troncoso de Lira, Soutomaior y Mondragón emparentados y descendientes de los fundadores.
Perteneció a Ignacio Manuel Pereira, caudillo de la milicia que participó en la Batalla de Ponte Sampaio y en la Reconquista de Vigo durante la Guerra da Independencia española en lucha contra los franceses. Aquí nació su hijo Xoán Manuel Pereira de Castro en 1823 como podemos ver en una placa de bronce en su fachada, que fue el protagonista del último libro del escritor Ramón Otero Pedrayo "O señorito da Reboraina".
Otero Pedrayo pasaba largas temporadas en esta casa ya que estaba emparentado con sus propietarios.
El pazo salió a la venta hace unos años por 500.000 euros, y con esta descripción constaba en varios portales inmobiliarios:
Está rodeado por 7.000 metros cuadrados de jardines, viñedos, hórreo, árboles singulares y suma unos 400 metros entre terrazas, salones y demás estancias distribuidos en dos plantas. Consta de 6 dormitorios, uno principal, 3 dobles y 2 sencillos. En la planta baja hay tres dormitorios, cocina y comedor. A la propiedad hay que sumar también las cuadras y, entre los elementos naturales y arquitectónicos más singulares, destaca un olivo de gran porte y valor, así como paseos con parras de viñedos o una plazoleta con una fuente de San Miguel. Todo ello en perfecto estado de conservación ya que el pazo siempre ha tenido un carácter residencial y la familia lo ha mantenido.
En este año 2021 los vecinos han puesto en marcha una campaña con recogida de firmas para que el inmueble sea comprado por alguna administración y se convierta en museo por su alto valor histórico y su buena conservación.
Los jardines del Pazo se transforman en verano en una terraza improvisada y bastante frecuentada, ya que alberga el "Furancho Reboraina" abierto desde mayo a julio. Al tratarse de un furancho su carta no es demasiado amplia, como marca la legislación, pero su empanada de maíz, pimientos, tortilla o zorza no os defraudarán. Además al tener bodega propia se pueden degustar y comprar sus licores artesanales y vino albariño elaborado con las uvas de todas las parras que podemos ver en su finca.
Iglesia, Crucero, Pazo y antigua Casa Rectoral, todo esto es lo que podemos ver en este lugar y en el Camino Portugués a Santiago de Compostela.
Enfrente y al otro lado de la carretera, hay una alameda con palco moderno y un paseo de plátanos de sombra que a pesar de que es utilizada como aparcamiento, es un enclave bonito.
Recientemente han instalado un gran poste eléctrico de cemento a escasos metros del muro de la iglesia en su parte posterior, y tanto el poste como el cableado que conlleva, afea bastante la estética del conjunto. Siempre hay algo que mejorar, aunque solo sea una opinión personal.
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