Gran Hotel de Baños de Mar de Placeres


En la parroquia de Lourizán de Pontevedra, a finales del siglo XIX, una de las familias más influyentes del momento, establece su residencia de verano. Sería el político Eugenio Montero Ríos cuando en 1876 compra una finca y manda construir el conocido como Pazo de Lourizán

La familia compra también varias fincas por la zona, entre ellas una antigua fábrica de salazón en la que construye una Casa de Baños y posteriormente un  Pabellón para Invitados para alojar a la gran cantidad de gente que acudía a visitarlo a su Pazo en verano, ya que en aquella época las vacaciones de verano de las clases sociales altas eran desde el mes de Junio hasta Septiembre.

Políticos, periodistas, mandatarios militares e incluso algún miembro de la realeza, acudía cada año junto con sus familias para pasar aquí el verano. 

Este Pabellón diseñado por el arquitecto Santiago Hernández y construido por Benito Corbal, se convertiría en el Gran Hotel de Baños de Mar de Los Placeres, un hotel -  balneario de estilo inglés situado en un lugar privilegiado en la ría de Pontevedra que se inauguraría en 1902 y se convertiría en uno de los mejores de Galicia. 


El complejo estaba formado por el Gran Hotel, la Casa de Baños, un Salón Teatro y tenía un pequeño embarcadero de madera en el que estaba el Real Club de Regatas.

El barrio de Placeres se convirtió entonces a comienzos del siglo XX en un lugar de veraneo para la "clase alta" que disfrutaban de todos los arenales de la ría. Nada que ver con lo que podemos encontrarnos ahora que está bastante deteriorada la zona y con industrias y astilleros muy cercanos. 


Los huéspedes contaban así, además de los baños terapéuticos, con una serie de actividades lúdicas como bailes, teatro, conciertos y excursiones a la isla de Tambo. 

Tras la muerte del político Montero Ríos sus herederos donan parte de la propiedad a los Padres Jesuitas Portugueses en 1914 para establecer un colegio siguiendo los deseos del benefactor, pero éstos fueron expulsados de España dos años más tardea y pasa a manos de las Religiosas del Sagrado Corazón quienes darían manutención y educación a las niñas de las familias de la zona creando un colegio que será el edificio que vemos hoy en día inaugurado en 1918. 

En un principio eran 25 las niñas internas en el colegio, pero debido a la gran fama que coge, tres años mas tarde se amplían las instalaciones con un total de 13550 m2 con jardines, espacios de recreo, pabellones deportivos y se construye un nuevo ala al edificio. 

En 1925 se inaugura la capilla dedicada a la Virgen de Lourdes de estilo renacentista financiada por la viuda de Sáenz Diez, se construye un nuevo pabellón para dormitorios, talleres de costura y salas de estudio y se le suma más terreno al complejo, también por donación de la familia Montero Ríos.   

En 1974 se cierra el internado y pasa a ser colegio mixto con unos 80 niños, impartiéndose enseñanza obligatoria y Formación Profesional, ésta última se impartiría hasta 1980.

En la actualidad cuenta con unos 700 alumn@s y en un pabellón a parte del colegio conviven unas 13 monjas. 


Con marea baja se puede rodear el edificio por un murete de piedra en el llamado Barrio de O Cabo donde se pueden ver pequeñas construcciones marineras.

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