Neveras de Fixó - Serra do Candán

La Sierra de O Candán -Serra do Candán en gallego- se extiende por los ayuntamientos de Forcarei, Lalín, Silleda, Beariz y O Irixo. Es la cuna del nacimiento de ríos como el Lérez, el Umia y varios afluentes del Deza. 

Recorriendo su cumbre nos acompañarán los gigantes molinos de viento que será lo único que rompa el silencio de la naturaleza, sus aspas golpeando el viento sin cesar, algo que ya vamos viendo como normal en las grandes sierras gallegas.

Por aquí circulaba el Camino Real que unía el Monasterio de Aciveiro con la comarca de O Ribeiro, y fue un lugar estratégico para el "comercio del hielo", una actividad muy rentable en la época. 

Las "neveiras" o "neveiros" eran como girantes congeladores de piedra situados en el monte desde el medievo hasta el siglo XVIII en los que se almacenaba la nieve que caía para convertirla en hielo. Y como el enfriar los alimentos o bebidas, hacer sorbetes o helados era un privilegio de pocos, eran en su mayoría propiedad de los monjes de los grandes Monasterios de la Orden del Císter.

Se sabe que el Monasterio llegó a tener 3 neveras más, dos en la parroquia de Aciveiro y otra en la de Pardesoa. 

Según figura en la documentación de la época, a mediados del siglo XVIII había censadas 10 neveras en todo el Reino de Galicia: 6 en la provincia de Santiago, 3 en Ourense y 1 en la de Betanzos, pero el número real de neveras era bastante superior.

En el caso de las Neveras de Fixó, en el concello de Forcarei, pertenecían al Cabido de la Catedral de Santiago de Compostela y fueron explotadas por los monjes del Monasterio de Aciveiro, que tenían un gran negocio montado que le generaba grandes ingresos económicos, ya que la nieve era abundante en la sierra y solo tenían que almacenarla en estos depósitos circulares de piedra y utilizar el hielo prensado en verano. 

En el año 2017 se realizaron tareas de recuperación y musealización de dos de estas históricas Neveras y las podemos visitar fácilmente ya que están bien señalizadas. Datan de 1625 y 1685 respectivamente.

La primera que veremos está rodeada de una barandilla de madera a forma de mirador. Tiene un diámetro de 7,5 metros y una profundidad de 4,5 metros. Es la mejor conservada y la mas monumental. La entrada principal consta de un porche empedrado que se cerraba con un portalón con doble hoja de madera. Tenía una puerta mas pequeña que daría acceso al interior del pozo.

La estructura cuenta con una segunda entrada también con vestíbulo empedrado y una pequeña puerta de acceso al pozo. Entre el primer y el segundo anillo existe un canal de drenaje.

La segunda se encuentra bajando el camino a unos 200 metros y rodeada por una jaula circular con unas escaleras de caracol por las que se puede acceder a su interior. 

También realizada con piedra de cachotería, tiene una profundidad próxima a los siete metros con 7,75 de diámetro en la boca. Al igual que la otra disponía de un muro exterior para contener un relleno que servía de aislamiento para minimizar las pérdidas de hielo por descongelación.

Se sabe que tenían un sistema de cubrición de teja sobre una estructura de madera, algunas de ellas con colmo.

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