En este mismo lugar, Antonio Alfageme del Busto había alquilado en 1941 una nave propiedad de la familia Ruíz, con entrada por la calle Roade, para empezar a elaborar harina de pesado y aceites aprovechando los residuos que dejaba la conservera que dirigía en la calle Tomás Alonso, Conservas Miau - Bernardo Alfageme, llamada Productos Proteicos, S.L.
En la década de 1950 cesa la actividad de producción de harinas y es cuando Eulogio Vázquez Mato se hace con la propiedad del terreno, construyendo otra nave anexa también compuesta de sótano y dos plantas, que empezaría a trabajar con el nombre de "La Forzosa Gallega" dedicándose al tratado de pieles de animales y a la elaboración de sebo.
Este empresario ourensano anteriormente tenía una empresa en el barrio de O Calvario que en 1945 se traslada a la Curva de San Gregorio, dedicada a la fabricación de peines y botones a partir de cornamentas y pezuñas de animales. Además también se dedicaba a la preparación de pieles de animales como vaca, cordero, cabra o zorro que adquiría en toda Galicia e incluso en Portugal.
Con la llegada del plástico, disminuye su producción de peines y botones, y se centra esencialmente en las pieles, siendo uno de sus mayores proveedores el Matadero Municipal que estaba situado donde hoy es el Museo del Mar en Alcabre.
Como factor principal el ahorrar costes en transporte, se traslada a Roade en Alcabre contando en un primer momento con una plantilla de unas 80 personas, siendo mayormente mujeres de la zona.
Para la fabricación de guantes finos o zapatos de tafilete se empleaba la piel de cabra y ternero. La de vaca era sobre todo para las suelas de los zapatos. Venían compradores desde Barcelona de la empresa Christian Dior buscando pieles sin defectos, y eso requería una exhaustiva selección... argumentaba el Sr. Vázquez Mato en una entrevista concedida en el año 2013 para la publicación "Bouzas Olladas Salgadas".
Las pieles una vez que entraban en las naves, se salaban y se tendían a secar al aire en el interior con el pelo hacia dentro, unos 10 días con tiempo seco. Luego eran cerradas herméticamente con naftalina para su desinfección y conservación hasta que eran distribuidas a su destino final, que podía ser Monforte de Lemos, Padrón, Valencia, Palma de Mallorca o Alicante entre otras ciudades. Entre 300 y 400 toneladas de pieles se movían al mes en la factoría de Roade.
Con el proceso de la extracción de piel, se funde la grasa animal produciendo sebo en un gigantesco autoclave con el que contaba la fábrica, que era vendido para la elaboración de jabones como los de la marca Norit y La Toja, o para engrasas máquinas en los astilleros y otras empresas de la zona dedicadas a la construcción naval. De este producto salían entre 60 y 90 toneladas cada mes.
Con la proliferación de la piel sintética, la demanda de la natural cae y la empresa se ve obligada a cerrar sus puertas en la década de los años 70 del pasado siglo XX . Todavía se conservan sus naves cuya entrada está por la calle Roade y son visibles desde el litoral al situarse en una atalaya.
Localización:
Bibliografía:
- "Bouzas Olladas Salgadas" de Puri Pérez Leirós y Elena de Frutos Martínez
- Las familias de la Conserva de Xoán Carmona
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