En la calle García Barbón de Vigo se encuentra uno de los ejemplos de patrimonio industrial de la ciudad, se trata de la fachada del edificio que ocupaba la empresa "La Metalúrgica" y que se ha visto envuelta en polémica su reciente parcial rehabilitación.
Tras varios años de demora y posteriores obras, en otoño de este año 2020, se inauguraron las nuevas instalaciones de la Dirección Provincial de la Tesorería de la Seguridad Social, en parte de lo que fueron los terrenos ocupados por esta industria de principios del siglo XX.
Vamos a repasar un poco la historia de esta empresa emblemática en la ciudad para conocer su importancia y diferentes usos que se le han dado a sus instalaciones hasta el día de hoy.
En una época en que la industria conservera estaba en pleno auge, demandaba grandes cantidades de hoja de lata para sus envases siendo necesario importarla desde Bilbao. Pero las siderurgias vascas no producían la calidad ni la cantidad deseada y los precios no eran competitivos, lo que llevó a los empresarios vigueses a iniciar su importación desde Inglaterra.
Había un problema añadido, que el gobierno obligaba a abastecerse de este producto dentro del territorio nacional y las importaciones estaban limitadas, lo que llevó a varias fábricas en 1899 a detener su producción y convocar una manifestación masiva del sector exigiendo la libre importación de hojalata.
Todo ello les dio una idea a los empresarios vigueses Antonio Alonso Santodomingo (propietario de la conservera Palacio de Oriente), José Barreras Massó (fundador de los Astilleros Barreras y varias conserveras) y Guillermo Curbera Tapias (armador y también corservero), en el año 1900 de fundar la primera empresa de litografía sobre hojalata, la "Sociedad Anónima La Metalúrgica"
El edificio se construye en la calle García Barbón a la altura del número 70, su director gerente era José Suárez Pumariega, y en esta nueva fábrica se realizaban los envases de hojalata y además se estampaban colores sobre ella.
El proyecto inicial tan solo tenía un cuerpo central de dos plantas en sillería labrada rematado con una cornisa de ladrillo con dos anexos laterales de planta baja, ventanales con arcos y una gran puerta central de acceso.
En 1917 se haría la primera ampliación al edificio bajo proyecto del arquitecto Jenaro de la Fuente y Domínguez, y en 1938 la segunda proyectada por Francisco Castro, siguiendo la simetría del edificio original extendiéndose hacia los laterales.
Después de más de 70 años de actividad y tras un gran conflicto laboral, la empresa cierra sus puertas y las instalaciones fueron utilizadas como Parque de Bomberos y luego compradas por la Policía Nacional donde tenían sus oficinas y parque móvil hasta la construcción de la nueva comisaría en la calle López Mora.
A principios del siglo XXI la Seguridad Social compra las naves para construir un edificio con aparcamientos para albergar la sede de la Tesorería Provincial comprometiéndose a mantener la fachada histórica de la fábrica.
Del proyecto inicial presentado en el año 2010 en el que se preveía que las obras concluyeran en 6 meses, se ha demorado bastante, no comenzando hasta el año 2016 terminándose en este 2020.
Y como resultado... lo veis en las fotos 😓
🔎por un lado vemos un edificio acristalado de 6 y 8 pisos moderno contrastando con la conservación del tramo de fachada de la industria, como eclipsándola a pesar de estar por la parte de atrás de ésta y no formando parte del conjunto.
🔎y sin embargo, la nueva obra no ocupa todo el solar del antiguo edificio de La Metalúrgica, los otros dos módulos de la fachada por su lado derecho, continúan en semi-ruina languideciendo entre vallas y restos de obra, lo que es uno de los mejores ejemplos de arquitectura industrial de Vigo.
Lógicamente las críticas por parte de los vecinos de Vigo y expertos en restauración, no han dejado de surgir, pero ahí está el resultado y lo que vemos hoy en día.
Localización:
Muy interesante toda la historia del inmueble. Personalmente y es solo una opinión basada en la estética, el resultado me parece horrible. Creo que se consigue lo contrario de lo que se busca. Por oto lado, tampoco soy capaz de ver el valor arquitectónico de esa fachada como para conservarla. En Vigo hay varios ejemplos de engendros surgidos a partir de la conservación de una fachada a la que se añade un edificio moderno por detrás. Habrá casos en los que la fachada original tiene valor, y se realiza un buen trabajo de integración, pero para mi, en este caso el resultado es muy malo.
ResponderEliminarSaludos.
Coincido en su opinión ya que en este caso la unión de lo antigüo con lo moderno tampoco me parece acertado 😌
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