A un lado Filgueira en la provincia de Pontevedra, al otro Cortegada de la de Ourense y en el medio estableciendo la frontera, el río Miño.
En el lado ourensano se encuentra la pequeña aldea de A Barca a orillas del río, ahora abandonada tras la construcción del embalse de Frieira en 1970 previendo que sería anegada por sus aguas, cosa que finalmente no pasó. Antes de que esto sucediera, este tramo del río era salvado por personas y mercancías, a través de una barca, y de ahí deriva su nombre.
A finales del siglo XX el estrecho Ponte Filgueira se queda pequeño y se comienza la construcción de uno nuevo 200 metros aguas arriba, que se inaugura en el año 2008 y es bautizado con el nombre de A Ponte Nova.
Esta nueva construcción es de acero y hormigón con una longitud total de 250 metros a una altura del río de unos 30 metros; con la particularidad de que su vano central es una única pieza metálica de 84 metros, lo que obligó a ser transportada por el río desde Arnoia para su posterior colocación utilizando técnicas avanzadas, sobre sus dos únicos pilares apoyados en las dos márgenes del río.
Actualmente se puede pasar todavía por el puente viejo en coche y andando, aunque el tráfico rodado fue desviado hacia el puente nuevo con el nuevo tramo de carretera creado.
Una buena perspectiva de ambos puentes la podemos tener si nos subimos hasta los miradores de Crecente de As Fichocas o al del Alto de Guillade.
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