El año 2020 pasará a la historia como el año en el que en la villa pontevedresa de Redondela no celebrará como es habitual su ancestral fiesta del día de Corpus en torno al 11 de Junio, la "Festa da Coca".
El virus Covid-19 que nos ha cambiado la vida y nuestras costumbres, también afecta a esta celebración de origen pagano que este año no contará ni con procesión ni con sus danzas especiales, los vecinos lo festejarán en sus casas y no habrá verbenas ni bailes.
La fiesta fue declarada de Interés Turístico Gallego en el 2011 y tiene su origen en una leyenda mitológica de un monstruo con cuerpo de dragón, cola de serpiente y alas de murciélago que vive bajo las aguas del mar y de los ríos. En la actualidad es celebrada también Betanzos (Coruña) y Monçao en Portugal, aunque en el pasado también se hacía en Ribadavia, Santiago y Ourense. Pero es en la villa de Redondela donde se mantiene de forma continuada y siguiendo la misma tradición.
Existen documentos que hacen referencia a este ser mitológico desde la Edad Media, recibe también el nombre de "tarasca", simboliza el pecado, la herejía y las creencias paganas anteriores al cristianismo. Así los bailes que se celebran desde el siglo XIV reproducen la batalla entre el bien y el mal.
La leyenda medieval cuenta que:
Hace siglos vivía cerca de Redondela un dragón que llevaba a las jóvenes mas hermosas de la villa para su cueva escondida bajo el puente de la Isla de San Simón.
Los mozos marineros de la villa, hartos de las maldades del dragón, decidieron darle caza alzando sus espadas, y tras una larga batalla resultaron victoriosos.
Una vez cazado el animal y rescatadas las prisioneras, llevaron el cuerpo al centro de la villa, donde los jóvenes, agarrando las espadas unos con otros, comenzaron a bailar a modo de celebración. Al mismo tiempo, las mujeres tomaron sobre sus hombros a las niñas, que libres al fin del monstruo, comenzaron también a bailar de alegría.
De ahí deriva la "Danza de las Espadas" que se celebra en la plaza de la Constitución y antiguamente en el Convento de Vilavella. Consta de 25 jóvenes que danzan haciendo sonar unas castañuelas, vestidos con camisa y pantalón blanco, faja roja, verde o azul alrededor de la cintura. Portan unas espadas de madera unidas entre sí por una cuerda blanca que entrelazan durante el baile.
La "Danza de las Penlas" representa a las mujeres liberadas del monstruo que bailan junto a sus hijas. Las "burras" son las madres y portan a las niñas (penlas) sobre sus hombros vestidas con alas de ángel. Toda su indumentaria es de color blanco.
El día de Corpus también hace su recorrido la figura de la Coca, acompañada por las figuras de los "mordomos" y "dianiños" que pasea sobre las alfombras florales realizadas por los vecinos para decorar las calles del centro desde 1950. Es una gran figura de madera color verde de 5 metros, hueca en su parte central, donde se pueden meter algunos niños y acompañar la fiesta.
Durante varios días se disfruta de un amplio programa de espectáculos como el desfile de gigantes y cabezudos, conciertos, exposiciones y verbenas nocturnas.
La fiesta comienza con el traslado de la virgen A Gabacha desde la iglesia de Vilavella hasta la iglesia de Santiago de Redondela, escoltada por la Danza das Espadas y la Banda de Música Municipal de Redondela. A continuación de los actos religiosos, sale la procesión sobre las alfombras de flores recorriendo varias calles de la ciudad. Todo un espectáculo donde devoción y tradición se dan la mano y que el Concello está luchando para que esta fiesta sea declarada Patrimonio de la Humanidad.
(Fotos y vídeo del Concello de Redondela)
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