En las faldas del Monte de O Castro de Vigo, en la zona conocida como La Atalaya, podemos ver el edificio de una iglesia católica un poco atípico, ya que no sigue ninguna línea constructiva de las que estamos acostumbrados a ver en la ciudad. Se trata de la Iglesia de La Soledad al mas puro estilo "templo romano".
Fue construido entre los años 1957 y 1962 con piedra local procedente de canteras de Castrelos, por el arquitecto Antonio Cominges Tapias, que por encargo de su propietario Leopoldo Eijo Garay, buscaba algo semejante a la Iglesia de la Madaleine de la ciudad de París.
Eijo Garay, natural de Vigo, fue Obispo de Madrid- Alcalá, Patriarca de la Indias Occidentales, escritor, presidente del Instituto de España, consejero del Reino, miembro de la Real Academia de la Lengua y miembro del Opus Dei.
A los 5 años se traslada a Sevilla y entró en el Seminario a los 9; a los 15 se trasladó a Roma donde completa sus estudios eclesiásticos. A los 36 años fue Obispo de Tui en la Catedral de Santiago y a los 38 fue nombrado Obispo de Madrid-Alcalá.
Falleció en 1963 en el domicilio vigués que tenía en La Atalaya, donde actualmente está levantada la iglesia y la casa rectoral. La propiedad la había adquirido a un vigués retornado de Cuba y encargó la construcción del chalet al arquitecto Gómez Román en 1927. La finca llegaba hasta donde está en la actualidad el Hospital de Fremap
A su muerte la propiedad pasó a manos de la iglesia y se convirtió en parroquia en 1970.
La idea de su propietario era ser enterrado en una cripta realizada dentro de la iglesia, pero, a pesar de haber fallecido en Vigo(*), sus restos fueron trasladados a Madrid donde está enterrado.
(*) aclaro que a pesar de que en varios documentos figura que su muerte se produjo en Madrid, existe nota de prensa y artículos del momento, que sus restos fueron trasladados desde el aeropuerto de Vigo al de la capital.
Cuando realicé la visita la iglesia estaba cerrada, pero el interior es de lo más modernista y sigue una línea muy actual. En cuanto consiga fotos, las añadiré a este post.
Destaca su original altar mayor, el sagrario, los retablos y sus fantásticas vidrieras con varias escenas de la Virgen", el Cristo de la Victoria y la Asunción, muy venerados por los católicos de la ciudad. Éstas fueron realizadas en la histórica "Cristalería La Belga" de la calle Marqués de Valladares, de la que todo vigués que tenga una edad, recordará perfectamente los dos espejos que tenía en la puerta, uno cóncavo y otro convexo, pararse, mirarse y echar unas risas, era un ritual al pasar por esa calle. Esta empresa fue pionera en vidrieras artísticas, de las mejores de España.
Escalinata en el frente, el templo se eleva sobre una plataforma que en este caso es para darle amplitud al sótano, columnas altas de orden jónico, friso liso... no me digáis que no sigue las pautas de un "templo romano" echando de menos, eso sí, las columnas adosadas en sus laterales.
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