El yacimiento arqueológico data de la Edad de Hierro, presenta forma de elipse alargada con unas dimensiones de 126 metros de largo por casi un metro de ancho y fue uno de los de mayor envergadura en la zona y determinante en la provincia. Es conocido también como Castro de Besomaño.
En las excavaciones arqueológicas que se han realizado desde el año 2010, se encontraron 100.000 piezas como cerámicas, molinos, hachas, yunques, monedas, vidrios, bronces, joyas como cuentas de collar... y de ello se deduce que estuvo ocupado desde el siglo IV antes de Cristo hasta el I después de cristo que es destruido por el fuego probablemente intencionado, pudiendo deducirse varias etapas o fases en su ocupación:
Fase I del siglo IV a.c. - se encontraron varios agujeros de postes en las cabañas circulares y fosas de almacenaje excavadas directamente en el suelo.
Fase II del II a.c. - serían las cabañas en piedra adosadas unas a otras y la muralla de la zona norte.
Fase III del I a.c. al I d.c. - una casa con patio en la zona sur como las encontradas en el Castro de San Cibrán de Lás en Ourense, estructuras para almacenaje reemplazando las cabañas y un pequeño taller metalúrgico.
Según los arqueólogos el Monte do Castro puede esconder algún tesoro más ya que no está todo estudiado todavía.
Tras terminar las tareas de puesta en valor el pasado año 2019 se puede observar mucho mejor todo su perímetro y bien merece una visita y disfrutar de las vistas a la Ría de Arousa desde lo alto.
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| Imagen aérea del Castro. Fuente: Ayuntamiento de Ribadumia |
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