Vamos a conocer un trocito de la costa atlántica portuguesa para nosotros desconocida hasta ahora, y para ello nos desplazamos hasta Esposende y aprovecharemos para ver las ciudades cercanas de Póvoa de Varzim y Vila do Conde. Se trata de una escapada de un solo día y os contaré lo mas significativo que hemos visto ya que el tiempo no da para más.
Si os desplazáis desde Vigo (u otra localidad del sur de la provincia de Pontevedra) como nosotros, hay dos alternativas, coger la autopista A3 o la A28. Os recomiendo esta última aunque el Google Maps os sugiera lo contrario, ya que os ahorraréis unos cuantos euros. Es la opción que nosotros hemos cogido y por lo tanto las indicaciones que pongo serán partiendo de ésta. Recordad que con el dispositivo de telepeaje Via-T que usamos en España es mucho mas cómodo y también válido para Portugal.
Tras hora y media escasa de viaje estamos en el municipio de Esposende y lo primero que vamos a visitar es la colina donde se encuentra el Castro de São Lourenço por lo que debemos coger la salida 20 que nos indica Antas y seguir por la nacional 13.
un gran área recreativa donde está el edificio del Centro de Interpretación y un camino empedrado ascendente nos lleva hacia los varios sectores del asentamiento arqueológico.
Se trata de un poblado de finales de la Edad de Bronce que permaneció habitado durante toda la Edad de Hierro y la romanización. Tenía tres murallas defensivas elaboradas en sus distintas fases de ocupación como la que podemos ver en el sector D al inicio del camino que es de la época romana.
Las excavaciones se comenzaron en 1985 y en los trabajos de puesta en valor se han reconstruido varias viviendas circulares en las que algunas de ellas tienen vestíbulo. Todos los sectores que podemos ir viendo siguiendo la ruta marcada, están perfectamente señalizados y se distinguen con letras. Pasamos ya por el sector D y ahora vamos al C que es la parte que estuvo habitada entre los siglos III y II a. C. hasta el siglo IV, pero también veremos los siguientes sectores: A, CV, E, N, M1, M2 y T.
A continuación el Sector CV a diferentes niveles entre los que aún se pueden apreciar las estrechas calles que los unían.
un gran área recreativa donde está el edificio del Centro de Interpretación y un camino empedrado ascendente nos lleva hacia los varios sectores del asentamiento arqueológico.
Se trata de un poblado de finales de la Edad de Bronce que permaneció habitado durante toda la Edad de Hierro y la romanización. Tenía tres murallas defensivas elaboradas en sus distintas fases de ocupación como la que podemos ver en el sector D al inicio del camino que es de la época romana.
Las excavaciones se comenzaron en 1985 y en los trabajos de puesta en valor se han reconstruido varias viviendas circulares en las que algunas de ellas tienen vestíbulo. Todos los sectores que podemos ir viendo siguiendo la ruta marcada, están perfectamente señalizados y se distinguen con letras. Pasamos ya por el sector D y ahora vamos al C que es la parte que estuvo habitada entre los siglos III y II a. C. hasta el siglo IV, pero también veremos los siguientes sectores: A, CV, E, N, M1, M2 y T.
A continuación el Sector CV a diferentes niveles entre los que aún se pueden apreciar las estrechas calles que los unían.
Una vez arriba está la escalinata que nos lleva hasta la Capilla de São Lourenço desde donde tenemos unas vistas estupendas a la desembocadura del río Cávado y la ciudad de Esposende.
Aquí se sitúan los sectores E y A que al tener el dominio de kilómetros de costa, se aprovechó su situación privilegiada para construir una especie de castillo fortaleza en los siglos XII y XIII.
uno de los sectores mas excavados fue el T que se encuentra en la parte baja de la colina y que podemos admirar desde una pasarela de madera que hace de mirador. Uno de los tesoros mas preciados encontrados en esta zona fueron unas monedas romanas de plata de la época de Augusto y Tiberio.
Después de esta interesante visita, nos desplazamos hasta la costa para ver el Forte de São João Baptista y su Faro
Esta fortaleza fue construida entre 1669 y 1702 para vigilar la desembocadura del río Cávado y este tramo de costa. Tenía forma de estrella con planta hexagonal y en su interior una capilla del siglo XVIII, no sería hasta 1866 cuando se construye un primer faro que se derriba en 1925 para instalar el actual de acero pintado en rojo con 15 metros de altura que lo hemos pillado en obras. Es en esta época también cuando se hacen las viviendas anexas para el servicio del farero y la estructura del fuerte se modifica sustancialmente.
Hay un paseo de madera entre los humedales que forma el río Cávado hasta la playa. Además está el famoso y muy fotografiado letrero de " E S P O S E N D E "
Aprovechando que hay un amplio aparcamiento damos una vuelta por la playa con sus interminables dunas y el espigón
La siguiente parada será en el Parque Radical donde se sitúa el Museu Marítimo, las piscinas municipales Foz do Cávado y otro bonito paseo por pasarelas a orillas del río que aunque parece que estemos en el mar, no lo es. Enfrente está Ofir que forma una pequeña península de barrera hacia el Atlántico a la que luego iremos
El paseo por la pasarela hasta el puerto pesquero es de medio kilómetro.
Cogemos de nuevo el coche y cruzamos la N13 por el Ponte de Fão para ir hasta la Playa de Ofir
Está integrada en el área de paisaje Protegido del Litoral de Esposende, es una zona completamente adaptada para el turismo, y aunque hemos ido en temporada baja, se puede intuir la gran afluencia de gente que tiene que tener esta zona en verano. Edificios de apartamentos a pie de playa, urbanizaciones, campings y un amplio abanico de zonas de ocio y actividades.
La zona está rodeada de pinares y el extenso arenal con más de dos kilómetros de longitud tiene bastantes dunas y con marea baja se pueden ver unas grandes rocas en el mar con formas caprichosas conocidas como los "cavalos de Fão".
Siguiendo la costa hacia el sur visitamos Apúlia que es una freguesía perteneciente al municipio de Esposende, pero no siempre fue así, ya que era ayuntamiento independiente hasta 1834 y alcanzó la categoría de villa en 1988. Aquí descubrimos una impresionante playa con enormes dunas, la playa del Norte con un bonito paseo de madera donde veremos numerosos molinos de viento restaurados, los Molinos de Apúlia
Estos molinos ahora son utilizados como "casitas de vacaciones" e incluso alguno lo hemos visto con letreros que debe ser utilizado en verano como bar. Un paisaje con mucho encanto y una de las playas más bonitas que hemos visto hasta ahora en nuestro recorrido litoral.
Nos cuenta un lugareño que estas aguas suelen tener muchas algas y que su recolección era uno de los oficios mas numerosos que tenían y eran conocidos como los "sargaceiros de Apúlia". Se recogía mucho "sargazo" -nos cuenta- los hombres lo sacaban del mar y las mujeres lo transportaban por tierra para luego secarlo y ser utilizado como abono para el campo.
Póvoa de Varzim
Nos pasamos ya al distrito de Oporto y siguen las interminables playas acompañándonos. Ahora le toca el turno a la ciudad de Póvoa de Varzim conocida como la "ciudad del ocio"
aprovechando que la visitamos en invierno encontramos sitio para aparcar sin problema en la avenida dos Banhos, ya que suele estar abarrotada toda esta zona en verano. Comenzamos nuestra caminata por las playas de Redonda, dos Beijinhos, Fragosinho ... largos arenales en los que bate el mar con fuerza ya que el viento suele soplar bastante todo el año. Multitud de restaurantes, cafeterías, comercios, hoteles y lugares de ocio, todo preparado para el turismo ya que la población de la ciudad se suele triplicar en época estival.
Al final de la avenida, el monumento al Cego do Maio, un heroico pescador local llamado José Rodríguez Maio fallecido en 1884 que arriesgó su vida para salvar a decenas de náufragos y que el rey Luis I le impuso el Collar de la Orden de la Torre y Espada por su valor y lealtad.
En la misma plaza los edificios neoclásicos del Hotel Mercure (Gran Hotel de Póvoa) y el Casino inaugurado en 1934 que junto al de Estoril y el de Lisboa son los más importantes de Portugal.
Fortaleza de Nossa Senhora da Conceição o Castelo da Póvoa
En la avenida dos Descobrimentos a un lado tenemos el puerto pesquero y unos inmensos jardines por los que luego pasaremos, y al otro lado la fortaleza cuya construcción se inició en 1701 que posee un trazado pentagonal con cuatro baluartes y en su interior se conserva una capilla de 1743.
Vamos a dar un paseo por el puerto pesquero que fue uno de los principales del norte del país en el siglo XVIII y junto a él el puerto deportivo en el que podemos contemplar una réplica de la embarcación tradicional de la zona, la "Lancha Poveira"
a lo largo del paseo marítimo seguimos disfrutando de grandes espacios de ocio junto a monumentos como el de "à Peixeira" inaugurado en 1997 dedicado a todas las mujeres que desde siempre han tenido un papel fundamental en la subasta del pescado en la lonja. O el Monumento a San Pedro de 1996.
abandonamos ahora la costa para conocer el casco viejo de la ciudad pasando por la Plaza de Almada donde se encuentran varias cosas interesantes. Fue remodelada en el 2007 y en ella vemos la Casa Consistorial "Paços do Concelho" inaugurada en 1807 con una bonita fachada de azulejos y grandes arcos en su planta baja. El Monumento a Eça de Queiroz, escritor local nacido en 1845, e instalada por donación de los emigrantes de Brasil en 1952. Una "Picota" reconstruida en 1854 en homenaje a la autonomía de la ciudad en 1514.
Saliendo de la plaza nos encontramos a nuestro paso una gran fuente decorada con azulejos construida en 1855 que representa el pasaje bíblico de "la samaritana que da de beber a Cristo".
Seguimos por la calle Visconde de Azevedo y nos topamos con el edificio que alberga el Museo Municipal de Etnografía e Historia conocido como Solar dos Carneiros con un gran escudo de piedra en su fachada del siglo XVIII
Seguimos ahora por la Rúa da Igreja hasta llegar, como su nombre indica, a la Iglesia Matriz que es la parroquia de Nossa Senhora da Conceição. Estamos en la zona mas antigua de la villa donde se encontraba el poblado medieval que se fue extendiendo en dirección a las playas.
Esta iglesia fue inaugurada en 1757 y es el templo más antiguo y significativo de la ciudad. De estilo barroco y en su interior veremos varios altares dorados de estilo rococó.
Como dato curioso, cuando la gente se casaba aquí escribían su "sigla poveira" a modo de registro. Se trata de unas marcas de identidad rudimentarias que provienen de los vikingos que eran utilizadas como firma familiar para señalar pertenencias, realizadas con una navaja y normalmente en madera. Se conocían como la "escritura poveira" ya que muchos habitantes no conocían el alfabeto latino.
Para hacer nuestra ruta circular regresamos por el Largo das Dores y la Avenida Mouzinho de Albuquerque ya en la parte nueva de la ciudad con calles anchas, modernas y altos edificios, donde podemos ver la Igresia de Nossa Senhora das Dores del siglo XVIII, la Iglesia de la Misericordia de 1914 con estilo neoclásico, o la moderna Iglesia de S. José de Ribamar con su fachada roja.
Y estamos de nuevo en la Avenida dos Banhos desde donde hemos partido nuestra ruta y nos despedimos para irnos hacia nuestro siguiente destino:
Vila do Conde
En realidad queda muy cerquita y además hay un paseo con carril bici de tres kilómetros que también nos acerca aparte de la carretera.
Estamos en la desembocadura del río Ave y esta localidad marinera también nos ha sorprendido y encantado. La verdad, ahora mismo no sabría con cual quedarme 🤔 pero para volver, a cualquiera de ellas, sin dudarlo!
Apenas nos quedan dos horas de luz, con lo cual vamos a aprovechar bien el tiempo para visitar lo más significativo. El primer lugar elegido es el Monasterio de Santa Clara que debido a su situación elevada las vistas a la ciudad son dignas de admirar
Data de 1318, se construyó en la cima de un monte donde se situaba el Castro de San Juan, fruto de las disputas entre el rey D. Dinis de Portugal, su esposa Santa Isabel y sus herederos. Su iglesia sufrió transformaciones a lo largo de su vida destacando el gran rosetón en uno de sus laterales.
En el siglo XVII el Monasterio se encontraba bastante deteriorado y sería en 1778 cuando se procede a su reconstrucción volviendo a estar habitado diez años después con las obras inacabadas. En 1893 con la muerte de la última monja que lo habitaba, el Monasterio quedó desocupado siendo objeto de varios expolios. En 1936 se inició la última gran transformación del Monasterio, Iglesia y exteriores terminándose las obras en 1940.
No pudimos acceder al interior ya que se encuentra en obras para ser reconvertido en un hotel de 5 estrellas cuya apertura se espera para el año 2021.
Pero sin duda alguna lo que mas destaca en el conjunto es el Acueducto de Santa Clara que fue construido para transportar agua potable hasta el Monasterio desde una fuente situada en la parroquia de Terroso en Póvoa de Varzim, que hasta entonces se abastecía con una noria. Las obras se comenzaron en 1630 pero estuvieron tiempo paralizadas por error de cálculo en su inclinación, siendo concluidas en 1714.
Su primer tramo era subterráneo continuando luego en superficie con un total de 999 arcos de medio punto, aunque a ciencia cierta nadie da el dato exacto de arcos. En cualquier caso, en su paso por la ciudad deja postales realmente interesantes a día de hoy.
Tras los muros del recinto del Monasterio se encuentra la iglesia de São Francisco que es lo que queda del antiguo Convento de Nuestra Señora de la Encarnación que data del siglo XVI
Iglesia Matriz
Se comenzó a construir en el siglo XV en la expansión de la ciudad desde la colina del Monasterio hacia la costa, donde estaba situada la Capilla de San Sebastián que fue trasladada al cementerio. Su construcción se prolongó hasta finales del siglo XVI, siendo su espectacular fachada obra del maestro español Juan de Castillo. Mas tarde se realizaría el campanario y las capillas laterales.
En la parte trasera de la iglesia hay una balconada que da hacia el mercado municipal y desde la que se puede ver también la colina donde hemos estado antes.
Descendemos hacia el río Ave y pasando por la Praça da República llegamos al Largo da Alfândega donde podemos ver algunas embarcaciones tradicionales en sus orillas, aquí se situaban los viejos astilleros y tras la recuperación de la zona han instalado en el año 2007 la réplica de un buque portugués del siglo XVI, la Nau Quinhentista.
Tiene 27 metros de largo por casi 8 de ancho y se puede acceder a su interior donde se reproducen escenas de la vida a bordo de la época.
En este paseo a la orilla del río también podemos ver el Museo de la Construcción Naval y la Capilla de Nossa Senhora do Socorro con su sorprendente cúpula blanca y su gran muro rocoso en el que está construida nos recuerda el terreno que se le ha ganado al estuario para la ciudad. Es del siglo XVI y su interior está cubierto de azulejos del siglo XVIII.
Seguimos por la misma carretera río abajo hacia su desembocadura y dejamos el coche en el amplio aparcamiento que hay unos metros antes de llegar a la playa da da Senhora da Guia, aquí tenemos otras cuantas cosas para ver.
Padrão da Memória
Monumento conmemorativo al primer intento de desembarque de las tropas liberales de D. Pedro en 1832 que se encontraron con la defensa del gobernador del Fuerte de San Juan Bautista que les obligaron a seguir su camino.
Como veréis ya se nos está haciendo de noche, y qué mejor lugar para disfrutar de un atardecer que en la:
Capela de Nossa Senhora da Guia
En un saliente de la costa tenemos a nuestra izquierda el río Ave con la playa de Azurara y a nuestra derecha el Océano Atlántico. Caminamos por el paseo de la Playa de Nuestra Señora hacia el espigón de abrigo que al final tiene el faro, y vemos la pequeña capilla pintada de blanco que se cree que corresponde a la ermita de S. Julião que ya existía en el 953.
la actual construcción se cree que data del siglo XVII y fue utilizada como punto de defensa complementando al Fuerte de São João mientras éste no fue terminado.
En su parte trasera hay dos miradores con escaleras siendo uno de ellos incluso mas alto que la capilla y tiene en lo alto una cruz que es el Crucero de la Independencia instalado en 1940 y en el pasado aquí también había un pequeño faro.
Forte de São João Baptista
Caminamos ahora hacia la Playa do Forno (que si seguimos el paseo comunica con Póvoa de Varzim) y nos encontramos con esta fortaleza del siglo XVI conocida como el "Castillo de Vila do Conde", mandada construir por D. Sebastião en su intención de fortificar todas las grandes localidades costeras desde Cascais hasta Caminha.
Consta de cinco baluartes que son el de San Antonio, Santa Bárbara, San Francisco, San Juan y Nuestra Señora de la Guía, tardando en construirse mas de dos siglos.
Se supone que en principio tendría un puente levadizo además de un pozo de agua dulce, estaría ocupado por un destacamento militar y la casa del gobernador, y otras estancias en su interior serían los almacenes de armas y pólvora, mazmorras, cocina, capilla ...
En la actualidad en su interior hay un hotel - restaurante que es utilizado para fiestas y eventos.
Y desde el paseo de la Playa do Forno disfrutamos de la despedida del sol y damos por terminada nuestra aventura descubridora del día de hoy. Eso sí, ahora nos iremos hacia la zona del puerto que hemos visto bastantes bares para tapear un poco.
Os dejo indicaciones del inicio de la ruta en el Castro de São Lourenço
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