A menos de 25 kilómetros al sur de León capital está el pueblo de Valdevimbre, referencia en cultura vitivinícola siendo la cuna de la variedad Prieto Picudo, y hasta allí nos vamos para hacer "turismo gastronómico".
El municipio es poseedor de una de las denominaciones de origen de la provincia y su principal atractivo son las cuevas o bodegas convertidas en restaurantes rústicos algunas de ellas, que hacen con su peculiar oferta gastronómica, un punto de encuentro para miles de personas cada año.
Cuenta con un Museo del Vino abierto desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre en el que se encuentra el Centro de Interpretación abierto en el año 2009, y a través de una visita concertada con el Ayuntamiento, podemos admirar todo el proceso de la uva hasta convertirla en uno de los caldos mas apreciados en la provincia. Aunque la uva por excelencia de la zona es la Prieto Picudo también se cultivan variedades como albarín, verdejo y tempranillo.
Las bodegas son excavaciones en la tierra realizadas por los vecinos para almacenar la uva y hacer vino que tienen una temperatura constante todo el año entre 14 y 15º. Se construían principalmente en invierno, cuando las tareas del campo disminuían y las familias picaban manualmente las paredes arcillosas realizando varias salas y chimeneas llamadas "ventanos" por donde se extraía el material al exterior. Cada familia tenía sus viñedos y al menos una bodega que era más grande o pequeña según la producción de uva que tenían. Algunas llegan a medir 80 metros de longitud.
Entre cada una de ellas se hacía un "engañado" que consiste en una zanja que se rellena con cantos rodados para evitar que la humedad pase dentro de la cueva y necesitan un mantenimiento constante para evitar que se derrumben.
Actualmente tienen catalogadas más de 300 bodegas particulares, algunas abandonadas y otras reconvertidas en restaurantes con 800 años de antigüedad. La primera convertida en restaurante fue La Cueva del Túnel y una de las más antiguas ya que data del siglo XVI. Tiene capacidad para 140 comensales con varios comedores o salas y especialidades como la morcilla de León, puerros de la huerta del Fresno, bacalao al ajo arriero, embutidos típicos de la zona, tortilla guisada, sopa de ajo y carnes como lechazo, cochinillo o rabo estofado. Además tiene un jardín exterior que ofrece conciertos en verano.
Otras bodegas que ofrecen buena oferta gastronómica pueden ser: Cueva San Simón, Miñambres, La Sacristía, la Cueva del Cura, Los Poinos, y una mas moderna como puede ser la de Marcos abierta hace 5 años.
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