Boñar y sus alrededores nos ha fascinado y dejado enamorados con la promesa de volver en invierno para ver el paisaje nevado que tiene que ser una verdadera maravilla. La ruta que hicimos, y la que os voy a contar, es desde el pueblo de Boñar hasta el Puerto de San Isidro y su Estación Invernal pisando tierras de Asturias, en coche y en un solo día, pero con sus paradas correspondientes, claro está!
Dividiré este post en 2 ya que una sola entrada se haría muy extensa y cansina de leer 😉 y es que un día da para mucho!!
* Boñar
* Valdehuesa y el Museo de la Fauna Salvaje
* Embalse de Porma
* Puebla de Lillo
* Lago de Isoba
* Puerto de San Isidro y Estación de Montaña
* Boñar
Esta pequeña localidad a orillas del río Porma tuvo mucha importancia a finales del siglo XIX y comienzos del XX por la existencia de fuentes de aguas medicinales, incluso llegó a tener un Gran Hotel Balneario; también fue paso de peregrinos hacia Santiago de Compostela por el llamado "Camino Olvidado" siguiendo calzadas realizadas por los romanos, y de ello queda constancia la existencia de un hospital de peregrinos y el llamado "Puente viejo" sobre el río Porma.
Como nuestro recorrido lo realizaremos de sur a norte y sabiendo que el pueblo también es conocido como "la villa del negrillón", vamos en primer lugar a conocerlo dirigiéndonos hacia la Plaza del Negrillón.
Una canción popular leonesa nos dice:
"dos cosas tiene Boñar, que no tiene León. El maragato de la torre y en la plaza el negrillón"
Y es realmente interesante la historia de este "viejo olmo" tan importante para la villa, del que hoy solo podemos ver un homenaje a su memoria en medio de la plaza en un monumento inaugurado en el año 2018, tras derrumbarse el original en el 2016 tras una larga enfermedad por grafiosis. Se cree que puede datarse del siglo XVI, cuando en una visita del arcipreste D. Juan Gutiérrez, manda cerrar la plaza de la iglesia para que no sea invadida por los olmos que estaban situados detrás y se venda un "olmo grande".
En la misma plaza está la Iglesia de San Pedro del siglo XVII en la que destaca su Torre del Campanario con un reloj de 1861 regalado por el marqués de Astorga del cual se encarga de su mantenimiento el mismo relojero que el de la Puerta del Sol de Madrid. Y coronando la torre, el famoso "maragato", que unido al mecanismo del reloj, el muñeco da las horas puntualmente. Está hecho de madera de peral obsequio de un ingeniero de la fábrica de talcos situada cerca de la estación.
Completan el conjunto de la plaza el Monumento al ganadero y la Fuente de El Caño
Cogemos ahora una desviación desde la carretera general hacia el parque de "El Soto" donde están las piscinas municipales, polideportivo, área recreativa y camping a orillas del río Porma.
Es el lugar preferido por los lugareños para practicar deporte y hay varias rutas de senderismo que parten desde aquí, como la Ascensión a Pico Cueto y la ruta a la Cascada de Foces.
Aunque también se puede acceder desde la carretera general, hay una pista forestal a orillas del río que nos lleva hasta el "Puente viejo" o Puente de San Pedro que se presupone que está reconstruido sobre bases romanas aunque no hay documentación que lo asegure, lo primero que aparece escrito sobre él es del siglo XIII, el actual es del XVII y paso de peregrinos hacia Santiago.
Volvemos ahora a la carretera principal y nos encontramos con lo que queda de los edificios que un día dieron vida al pueblo, el Gran Hotel Balneario y el de Las Caldas enfrente.
El balneario se inauguró en 1905 dándose cita la élite del entorno y sobre 1940 se acondicionó para convertirse en Sanatorio Antituberculoso hasta 1960.
se dice que albergó también un seminario de agustinos y luego fue albergue.
La Fuente de La Calda la encontramos un poco más adelante en un entorno mas cuidado con una inscripción en azulejos con sus propiedades.
Para conocer el otro manantial tendremos que coger una desviación hacia la derecha desde la carretera. Está semi enterrada protegida con una verja, tiene una inscripción en latín y la primera documentación conocida es de 1765. Es la Fuente de La Salud de Hierro y se dice que tiene propiedades milagrosas.
Seguro que nos quedan muchas mas cosas por ver en Boñar, pero tenemos que seguir nuestro camino...
* Valdehuesa y el Museo de la Fauna Salvaje
Pasado Boñar y antes de llegar al Embalse del Porma, encontramos una desviación a mano izquierda señalizada que cogemos para llegar hasta este Museo del que se dice que es único en su género en Europa.
2 kilómetro antes de llegar al Museo, nos encontramos un pequeño pueblo que se salvó de quedar inundado por las aguas del embalse, se trata de Valdehuesa. Chiquitito pero tiene mucho encanto en sus casitas bien cuidadas. Ofrece una gran gastronomía en sus dos restaurantes, sobre todo en carnes, y es una buena opción para quedarse a comer de camino al Museo, o a la vuelta.
Ofrece también varias opciones para turismo de aventura, como escalada y deportes náuticos en el embalse donde también hay zona de baño.
Llegamos al gran recinto que ocupa el Museo de la Fauna Salvaje que cuenta con un amplio aparcamiento en la entrada.
Id con calma porque, aparte de la visita al interior, en sus exteriores hay una exposición de esculturas en bronce de varios animales entre jardines y mesas de madera por si se prefiere comer tipo picnic.
El interior está dividido en 25 salas donde podemos ver 8000 especies disecadas, cada una dedicada a una zona diferente y con pinturas en la pared recreando su hábitat natural y ecosistema. Luego se puede realizar una ruta en jeep por el exterior donde hay algunos animales en semi-libertad. La entrada se coge también en la taquilla de recepción.
AQUÍ podéis ver toda la información sobre horarios y tarifas.
Si seguimos por esa carretera hacia el norte podemos ver el canal de trasvase de agua que viene por debajo de las montañas del río Curueño hasta el embalse y llegar hasta el pueblo de Rucayo, pero eso se desviaba bastante de nuestra ruta, por lo que damos la vuelta hasta el cruce de la general que hemos cogido antes para dirigirnos hasta el:
* Embalse del Porma
El Pantano del Porma o de Vegamian fue construido en 1968 por el ingeniero Juan Benet que a su muerte en 1994, pasó también a llamarse Embalse Juan Benet. Es utilizado para abastecer de agua a las poblaciones cercanas, para la práctica de deportes náuticos y turismo de aventura y en el año 2006 se construyeron dos minicentrales hidroeléctricas. Durante la ruta encontramos varios miradores desde los que se pueden hacer fotografías de los reflejos de sus aguas que son siempre espectaculares.
La carretera transcurre paralela al embalse y encontramos algún rinconcito al que bajar hasta la orilla y contemplarlo desde otra perspectiva.
Y como casi todos los embalses de nuestro país, tiene su lado negativo, en éste están sumergidos los pueblos Vegamián, Campillo, Ferreras, Quintanilla, Armada y Lodares, afectando a terrenos de Utrero y Camposolillo.
Localización:
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