En pleno centro de la ciudad de Vigo y un gran desconocido para muchos es el Centro Arqueológico Salinae que nos muestra la única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano.
En el mes de febrero de este año 2019 ofrece visitas guiadas a las 12 de la mañana los sábados y domingos (suelen ofrecerlas también en otras épocas del año) y aprovechamos una de ellas para conocer sus instalaciones e historia. He de reconocer que soy una de las viguesas que no conocía sus instalaciones 😱
Estas salinas fueron descubiertas en 1998 durante las excavaciones para la construcción del Centro de Salud de la calle Rosalía de Castro; el proyecto del edificio fue modificado para poder completar la excavación arqueológica y musealizar el yacimiento.
No sería hasta el año 2009 cuando se procedió a la inauguración del museo, obra del arquitecto G. Santos-Zas.
Un yacimiento que permite entender el funcionamiento de una instalación salazonera y como los romanos producían sal en la superficie de las cubetas hace más de 2000 años.
La exposición ofrece además la posibilidad de descubrir el interesante mundo de la sal, su historia, algunos de los sistemas empleados para su obtención y los diferentes usos que los romanos le dieron a este importante producto.
Deberemos bajar unas escaleras metálicas, también hay ascensor, para descender 7 metros para llegar a la recepción y comenzar la visita.
Siguiendo las flechas amarillas descubriremos todo el mundo de la sal con paneles informativos y didácticos, siguiendo este esquema:
1. Arqueoloxía na cidade - arqueología en la ciudad
2. Dous mil anos de historia - 2000 años de historia
3. O sal da vida - La sal de la vida
4. Sal para salgaduras e salsas - Sal para salazones y salsas
5. Unha paisaxe reconstruída - Un paisaje reconstruido
6. A salina romana - La salina romana
7. Historias do sal - Historia de la sal
8. O sal despois de Roma - La sal después de Roma
9. Unidades didácticas
Hace 2000 años esta salina estaba situada al nivel del mar y una gran ensenada con una enorme playa ocupaba todo el horizonte.
Totalmente recomendable la visita guiada que nos van acercando por cada rincón del Museo y explicando todo al detalle. Muy didáctica y además si ven niños entre el grupo, se paran muchísimo con ellos y la hacen muy divertida.
La visita se realiza en círculo, con una gran isleta central con expositores, y al final están los restos recuperados de la salina, donde podemos ver las parcelas o granjas separadas con muros para las distintas fases de elaboración de la sal
El primer depósito que vemos a la izquierda es donde se recogía y almacenaba el agua del mar con una compuerta de cierre.
Luego se iría pasando el agua a mano, con calderos hacia la siguiente parcela o era para proceder al secado por evaporación con el calor del sol.
Es la parte que mas nos ha llamado la atención, ver como sería en la realidad de otra época todo el trabajo de producción.
Estas salinas fueron explotadas durante los siglos I-II d.C., cuando la ciudad de Vigo era muy diferente a como la conocemos hoy. Todo el litoral desde el Casco Vello hasta la zona del Arenal, era una inmensa playa donde estaban las instalaciones romanas, ahora todo son edificios y carreteras.
Unos restos encontrados en la calle Marqués de Valladares revelan también la existencia de una factoría en la que sus "pías" eran destinadas a la salazón de pescado y a la elaboración de salsas, probablemente de jurelo y sardina.
Salsas como el "Garum", que podemos oler en este espacio del museo. Era la estrella de las salsas utilizada por los romanos como ahora puede ser la mayonesa o el Ketchup. Está realizada con vísceras de pescado y su olor es un poco desagradable.
Todos los trabajos arqueológicos realizados han permitido recuperar un yacimiento de excepcional importancia, único por su estado de conservación y por sus considerables dimensiones, 300 metros cuadrados visibles en la actualidad que forman parte de una extensión de salina de no menos de 10.000 metros cuadrados para este sector oeste de la instalación.
A estas excepcionales características se le une la recuperación de numerosos materiales orgánicos entre los que destacan restos de semillas, frutos y varios fragmentos de cuero.
Los hallazgos encontrados en este lugar se pueden ver en las instalaciones del Museo del Mar en Alcabre, aquí tienen réplicas para no dañar su conservación.
Parte en la que nos explican los utensilios utilizados para el almacenamiento y transporte de la sal. Las ánforas, como la que vemos a la derecha de la imagen, eran utilizadas para el transporte en barco principalmente, con esa terminación en forma de embudo era fácil de almacenar en las bodegas y una vez descargado el producto en tierra, la ánfora se rompía.
Por esta costumbre, se han descubierto depósitos de ánforas enormes como el del Monte Testaccio en Roma con 45 metros de altura formada por trozos de 25 millones de ánforas. Nada menos!!
Ahh, y esa pequeña cantimplora metálica que se ve en la imagen, es el avituallamiento diario que llevaba un soldado romano. No iba llena de agua, sino de una bebida isotónica fabricada por ellos a base de vino, agua, miel y frutas preparadas. Vamos como ahora nuestro Aquarius o algo así 😋
Los barriles también eran utilizados para el almacenaje aunque no eran propiamente romanos, y para limpiarlos y desinfectarlos por dentro, sabéis que utilizaban??
Orina... si, si, eso mismo, puesto que contiene amoniaco.
Una visita de lo más didáctica y entretenida, me ha encantado. Hemos aprendido muchas cosas y la hora y media que dura se ha hecho muy corta. Bravo por esta iniciativa!
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