El Castro de Pedra Moura está situado en terrenos de las comunidades de montes de Borreiros y Donas en el Concello de Gondomar. Su nombre se debe a una piedra que se encuentra en su interior conocida como "Pedra Moura" a la que se le asocian leyendas que hablan de seres mitológicos y tesoros escondidos.
Se encuentra en la ladera del Monte de As Pinceiras, en el barrio de Barcalla, por eso es también conocido por esos nombres.
Es un castro poco conocido, pero como siempre con ayuda de la increíble página de GALICIA MÁXICA ya que estábamos por la zona nos apetecía acercarnos a conocerlo.
Se pueden ver algunas fotografías en Google Maps, pero ahora mismo (febrero 2019), he de deciros que con la ampliación de la pista forestal las dos reconstrucciones de casas que había, han desaparecido.
En las pequeñas excavaciones arqueológicas y obras de puesta en valor realizadas en el año 2008 se consolidaron las estructuras para facilitar su conservación, se recrearon algunos muros y viviendas utilizando las piedras originales encontradas durante el destierre. Se encontraron fragmentos de "crisois" para a fundición de metales, simientes, elementos para el adorno personal como cuentas de vidrio y colgantes de bronce.
Accedimos por la pista forestal que asciende desde el barrio de Barcalla, pero la vuelta la hicimos por Serman y es mucho mejor acceso, mejor pista y más accesible, por lo que os recomiendo esta última. Se puede llegar con el coche hasta unos 200 metros antes del inicio del recorrido, que está marcado con un panel informativo donde nos indica la prohibición de circular con vehículos a motor.
En septiembre del 2018 se denunciaba en prensa el estado de abandono en el que se encontraba nota de prensa, y decir que salvo el recorrido perimetral por la parte baja del foso, que es el que se encontraba un poco más cerrado por la maleza, la parte alta está bastante bien, con los postes numerados de seguimiento en buen estado, paneles y las dos únicas trazas de construcción recreadas, bien visibles.
Este poblado fortificado tuvo su vida útil en la Edad de Hierro, aunque se cree que tuvo su origen en la Edad de Bronce, sin que se encontraran vestigios de romanización, o sea entre los siglos IX -.X y I-II d.C., y destaca por su complejo sistema defensivo compuesto por muralla, fosos y parapetos. Hoy en día aún se pueden apreciar éstos dos últimos.
Su ubicación elevada y poco accesible facilitaba la visibilidad del territorio y la defensa del poblado, y lo comprobaremos al llegar a la parte más alta y volver la vista atrás, para darnos cuenta del amplio panorama que dominaban, con vistas a toda la ensenada de Baiona y parte del Valle Miñor.
Su parte defensiva consistía en dos tipos de muralla, uno de ellos sería un muro compuesto de dos paredes de piedra de gran tamaño relleno de cascotes, y el otro un parapeto de tierra sostenido por muros de contención. Estas murallas serían de unos 4 - 5 metros de altura y para defender la parte más baja se cree que se construyó un torreón.
En otro de los paneles nos indican como sería la vida cotidiana en estos poblados:
Los pobladores de los castros eran campesinos que trabajaban los terrenos en socalcos situados alrededor de la aldea.
Su plantación sería de habas, guisantes, trigo, maíz y cebada principalmente, y se dedicaban a la cría de ganado como ovejas, cabras, vacas, cerdos y caballos que formarían parte de su sustento.
Los habitantes del poblado eran dirigidos por un jefe que mandaría sobre el conjunto de las familias, en las que habría guerreros, artesanos, labradores y ganaderos.
Su religión se basaba en diferentes dioses relacionados con los caminos, la guerra, los montes y el agua.
Dentro de lo que sería el recinto de la aldea, al lado de una de las viviendas circulares, podemos ver la piedra "Pedra Moura" que antes os comentaba. Se trata de una roca granítica en la que se pueden ver unas huellas, especie de cazoletas, y algunas marcas como una cruz. Y aquí entran las leyendas sobre este lugar:
- Se dice que estas huellas son de un buey...
- Que debajo de esta peña hay un tesoro...
- Que desde aquí partía un túnel hasta la plaza de armas del Castillo de Baiona...
- Que había una bella mujer rubia que aparecía peinándose con un peine de oro sobre la peña todas las mañanas al amanecer, y cuando se sentía observada desaparecía y no se volvía a ver hasta el día siguiente...
Todo el montículo promete ser un gran tesoro bajo tierra, la pena que no se haya excavado más, pero ya se sabe que para estas cosas el presupuesto es corto y escaso.
Aquí os dejo una foto realizada a uno de los carteles existentes en la que se puede ver a los arqueólogos en la fase de excavación:
Localización:
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