Estamos en el alto de San Cibrán y vamos a conocer una estupenda área recreativa con una ermita, un mirador y donde los enormes "penedos" -piedras, son los grandes protagonistas. Nos ha sorprendido gratamente.
Se puede acceder hasta el alto en coche por carretera asfaltada desde Couso, si accedes desde Porriño como en nuestro caso, o también desde Loureiro si accedes desde Salceda de Caselas.
Este alto tiene una peculiaridad, que parte pertenece a la parroquia de Guláns (Ponteareas) como es la ermita, y el área recreativa pertenece a la parroquia de A Picoña (Salceda de Caselas), por eso también es conocida como Área recreativa de A Picoña.
Por ello ambas parroquias celebran las romerías en el mismo lugar y los mismos días, celebrando la misa en común para ambas. Una romería es el último domingo del mes de Mayo y la otra el domingo mas cercano al 16 de Septiembre, conocida como "la romería de los encantamientos"
Existe una leyenda de un libro de magia y encantamientos que se guarda en la casa rectoral de Guláns en una caja cerrada con llave llamado "el ciprianillo", del que se habla desde la antigüedad y es considerado como una de las reliquias del santo. Y es que San Cibrán, antes de convertirse al cristianismo y ser obispo de Cartago, se cree que había sido mago.
Cierto o no, el caso es que los devotos cada año le piden al Santo "cosas imposibles", milagros, en una celebración que se remonta a hace casi mil años. Se celebran procesiones con el santo a cuestas desde varias parroquias cercanas, hasta la ermita en el alto del monte.
En la propia carretera, antes de llegar a la cima, hay un pequeño mirador con unas rocas haciendo una pequeña cueva muy curiosa. Ya empezamos a ver rocas de grandes dimensiones.
Por el camino nos ha sorprendido la gran gestión que están haciendo en el desbroce y cuidado de los montes, da gusto verlos, todo el suelo libre de maleza y una vez triturada la han esparcido por todo el terreno entre los árboles.
En el alto un gran área recreativa con muchísimas mesas y bancos en piedra, varias fuentes y caminos de acceso perfectamente cuidados que nos llevan hasta la gran cruz de granito sobre una roca en la que podemos ver dos placas de mármol blanco con inscripciones de las parroquias que celebraron la bendición hace 100 años y otra conmemorando el centenario del año 2.000.
Desde aquí tenemos unas buenas vistas al valle del río Tea.
Pero sin duda alguna lo que más nos llama la atención son las enormes rocas que componen el lugar, como la llamada "Penedo Grande" que parece un gran melón partido por la mitad y que es aprovechado por los aficionados para hacer rápel.
Descendemos por el camino y llegamos a la explanada donde está situada la ermita del siglo XVIII con una cruz centenaria en su parte delantera y otro gran bolo granítico.
En el recinto que ocupa hoy la capilla existió un castro de la edad de hierro.
Existe una ruta de senderismo que llega a este lugar llamada Ruta de los Montes de San Cibrán PR-G 132 que comienza en el Alto do Confurco en Cans y pasando por aquí se dirige hasta el área das Conforcadas.
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