Monasterio de Monfero

En el Concello de Monfero, provincia de A Coruña, es uno de los más grandes de Galicia y uno de los ríos que lo baña es el Eume; en él tenemos otra de las puertas de acceso a las Fragas del Eume con un centro de interpretación.
Una vez visitada la otra gran joya de las Fragas: el Monasterio de Caaveiro nos vamos ahora hasta el:
Monasterio de Santa María de Monfero

Bien señalizado y fácil de llegar, aparcamos en un gran campo al lado del monasterio para comenzar nuestra visita de tarde, ya que vimos que abría a las 16:00 horas.

Un crucero nos recibe y a través de un arco de acceso en su muralla de recinto accedemos al interior. Su característica principal de la fachada en forma de tablero de ajedrez es la que más llama la atención con mezcla de piedra y pizarra que le da ese color característico, pero las estancias monacales que se encuentran a la derecha de la misma, están sobreviviendo como pueden a la ruina más inminente con los tojos y ramales asomándose por sus ventanas e invadiendo sus claustros.

Aunque la iglesia pertenece al arzobispado, las estancias monacales desde el año 2003, la Xunta de Galicia tiene una concesión sobre ellas y en el año 2006 se empieza con un proyecto de convertirlo en un hotel spa de lujo, pero las obras fueron paralizadas años después a consecuencia de la crisis.

La última reforma que se ha hecho ha sido la consolidación de bóvedas, restauración de fachada y realizar una escalera de acceso al coro donde se puede acceder en la visita y ofrece una amplia visión sobre la iglesia.

🔎Una curiosidad... no os parece que en la fachada falta una de las torres?

Pues sí, la torre izquierda que es la que falta, se desplomó en 1879 como consecuencia de la caída de un rayo y ya nunca volvería a levantarse.

La visita es gratuita y en la entrada de la iglesia han habilitado unas mesas de madera donde están los guías con información sobre lo que nos podemos encontrar en nuestra visita.
Bajo una mala iluminación que apenas dejaba hacer buenas fotos, nos fuimos recorriendo todas las estancias visitables, ya que las vallas y tablones cerrando recintos eran lo más abundante.

Tiene planta de cruz latina con una gran cúpula barroca de gran belleza. Detrás de la capilla vemos la chirola, que data de 1716. Es una pieza cuadrada de casi 12 metros que se comunicaba por dos puertas situadas a los extremos. Su función era la de oficiar misa los que no pertenecían a la comunidad y también hizo funciones de sacristía. 

En el altar mayor destacan los sepulcros de miembros de la familia Andrade muy vinculados a estas tierras como el de D. Nuno Freire de Andrade, Diego de Andrade y Fernán Pérez de Andrade.

Por medio de unas nuevas escaleras en piedra exteriores se accede a la parte del coro alto, desde el que disponemos de una panorámica de la iglesia. Pero la parte triste vine al contemplar apiladas en el suelo las tallas desmontadas del altar mayor.

Qué penita ver esas obras de arte en ese estado!.

Se trata del retablo barroco que ocupaba todo el ábside de la capilla y fue construido entre los años 1674 y 77, y una hoja informativa en un atril nos indica que puede ser el retablo que mejor reproduce la teología y la piedad cisterciense de todos los realizados en Galicia para sus iglesias conventuales.
Tenía dos cuerpos con cinco calles, además de predela y ático. En la predela se abrían dos puertas laterales de acceso a la sacristía y se adosaba la mesa del altar y dos credencias.

Os dejo una animación con las fotos de las piezas que os comento para que juzguéis vosotros mismos...

Este monasterio de estilo románico fue reconstruido en el año 1134 sobre las bases de una antigua ermita del siglo X de San Marcos, por orden del rey Alfonso VII y con la colaboración de los nobles Alfonso Bermúdez y el conde Pedro Osorio con sus bienes acogiéndose ellos mismos a la vida monacal.

Aquí llegaron los primeros monjes de la orden de San Benito procedentes de Santa María de Valverde de El Bierzo y años más tarde se acoge a la reforma cisterciense a través del Monasterio de Sobrado dos Monxes.

En esta época llegó a vivir su verdadero esplendor y contaba con una de las mejores Bibliotecas de Galicia.

A finales de la Edad Media comienza su decadencia y se une a la Congregación de Castilla, de la que dependió hasta que los monjes lo abandonan en 1835.

A partir de esa fecha la iglesia pasó a ser templo parroquial, pero el edificio monacal comenzó una época de saqueos y abandonos irreparables.

De toda la información que nos han facilitado en nuestra visita, hacemos un resumen de su estructura, aunque cabe decir que con relación al nombre de los claustros es un poco contradictoria, en cada folleto les llaman de forma diferente.

Cuenta con tres claustros de los cuales sólo uno se puede ver a través de una reja en la entrada principal, se trata del "Claustro de la Hospedería" renacentista y aún conserva restos de la antigua iglesia.

Dentro de su mal estado, es casi el que mejor se encuentra, ya que en esta parte fue donde comenzaron los trabajos de reconstrucción de la Xunta que nunca continuaron.

El segundo es el "Claustro Procesional o Reglar" con dos pisos, uno de los cuales es obra de Juan de Herrera que lo terminó en 1575 y entre la maleza se puede distinguir una bella fuente barroca. Sus últimas obras se realizaron en 1795 y nunca se llegaron a concluir.

Foto de Lolo Nuñez

El tercero es el "Claustro Dormitorio" que ya es de estilo barroco y es el más amplio con un viejo fresno en el medio. Se estaba reformando cuando fue ocupado por las tropas francesas de Napoleón a principios del siglo XIX en la Guerra de la Independencia.

Foto Lolo Nuñez

Fue sometido a varias reformas a lo largo de su tiempo, siendo la primera en 1487 por orden de los Reyes Católicos; en 1622 se edifica la actual iglesia, la portería, refectorio, Claustro de la Hospedería y el Reglar. En el siglo XVIII se hicieron más obras en dormitorios, la chirola y la bóveda.

La sacristía y el baptisterio datan de entre los años 1741 y 1744

La Sala Capitular se cerró con los claustros, y se trata de una sala cuadrada parecida a la Sacristía, pero a toda esta zona no está abierto el acceso para visitas.
El conjunto contaba además de las estancias mencionadas, con bodegas, cocina, despensa, casa de panadería, caballerizas...

Es sin duda uno de los monasterios más bonitos que hemos visitado, pero una sensación agridulce nos ha quedado en el cuerpo después de nuestro recorrido... y otra vez la misma pregunta nos ronda la cabeza:
¿Cómo es posible que una joya como ésta siga cayendo en el olvido sin que nadie haga nada por remediarlo?😒

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