A pesar de que el día no era el adecuado para "vistas panorámicas" nos decidimos subir hasta el alto de Entenza en Salceda de Caselas para conocer el Parque Recreativo y Forestal de "Espicho do Faro"
A medida que íbamos acercándonos, una intensa niebla se apoderaba del paisaje y se iba comiendo todos los verdes, y así fue que al llegar la visibilidad apenas era de 5 metros. Aún así el parque es espectacular y nos lo podemos imaginar con el cielo azul en un día de calor y los niños correteando por el césped. Y es que como siempre... imaginación al poder!!!
Está situado como de milagro, en medio de dos excavaciones producidas por dos canteras, una a cada lado y asomándonos a la valla que lo rodea parece que se va a caer en cualquier momento.
Cuenta con un amplio aparcamiento, mucha zona verde, fuentes, mesas, bancos, asadores, culumpios, un precioso estanque y una pequeña senda que nos lleva al alto del mirador al que ya no subimos porque la niebla lo invadía y comenzaba a llover.
Las vistas desde ahí tienen que ser impresionantes al valle del río Miño, además hay unas rocas con figuras muy curiosas como el "Penedo da Seta" y la "Silla do Rei Mouro", y es que nuestros antepasados eran muy sabios y sabían donde emplazar sus puntos estratégicos de vigilancia.
El parque fue acondicionado en el año 2007 y en su entrada nos reciben unos curiosos y enormes maceteros hechos con unos recortes de la cantera, como no iba a ser menos. Estamos en la tierra de la piedra por excelencia.
Reconociendo la zona bajamos hasta la cantera de granito que se encuentra a sus pies que estaba en plena actividad y es desde ahí donde se divisa la enorme pared de piedra que sostiene al parque desde abajo. Esperemos que sigan con la idea de conservación y continúen con la extracción hacia el otro lado.
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