A orillas del río Sil muchos siglos atrás, los romanos hicieron grandes obras de ingeniería con el fin de la extracción del preciado metal "Oro" que portaban sus aguas, como en el caso de las Médulas y aquí, en la comarca de Quiroga concretamente en Montefurado.
Esta gran obra se construyó durante el mandato del emperador romano Trajano I, aprovechando un meandro del río para desviar sus aguas y así proceder al lavado de tierras.
Es también llamado el túnel de "Boca do Monte" y al estar excavado en pizarra, sufrió ya varios derrumbes con el paso de los años ya que se trata de un material más blando que el granito. Así en el año 1934 tras una gran crecida del río, de los 120 metros de longitud que medía originalmente, quedó reducido a 52 metros. Aunque según relatan los vecinos, éste no ha sido el único derrumbe que ha sufrido.
En el año 2011 se desprende una gran placa de piedra de una de sus paredes laterales que aún se pueden ver sus restos caídos.
En la parte alta de la parroquia de Os Anguieiros se situaba un castro romano de grandes dimensiones conocido como "O Castrillón". Hoy en día se ubica un mirador con una perspectiva excelente sobre el túnel.
Se trata del Mirador de Anguieiros y se accede por la misma carretera del pueblo de Os Covallos.
Pero ésta no es la única historia arqueológica de la zona. Sobre el túnel se situaba el Castillo de "A Pena do corvo" del que ya no queda ningún vestigio y que según recogen algunas historias del lugar no se sabe a ciencia cierta si realmente era un castillo o simplemente una torre de vigilancia de forma circular en el antiguo camino al pueblo de O Ermidón. En un mapa de la zona de 1864 todavía se pueden apreciar los restos de la construcción.
Llama mucho la atención lo pulidas que están las piedras de esta parte de lecho de río, parece que son de otro planeta.
Situación:
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