Nos vamos a dar una vuelta por Vigo! En la parroquia de Alcabre, en la punta do Muiño do Vento, se encuentra El Museo do Mar de Galicia en un edificio cargado de historia y formando parte de la Senda Azul ó Senda Litoral que nos acerca por algunas de las playas más bonitas de la ciudad.
Iniciamos nuestro camino en la playa de Carril y por una senda totalmente acondicionada pasamos por la playa de Santa Baia, O Cocho o también llamada popularmente del Matadero y ya avistamos el faro del Museo en la punta del espigón con unas buenas vistas a la ría.
El conjunto está situado en una vieja fábrica conservera de 1887 que luego fue Matadero municipal, por eso la playa que está a sus pies recibe ese nombre popularmente. En 1992 se rehabilita el edificio en ruinas y se encarga el proyecto a los arquitectos Aldo Rossi y César Portela, que tras la muerte del primero, será Portela el que termine la obra que consta de tres naves, restaurante, acuario y el faro que es inaugurado en el año 2002.
Nada más entrar en el recinto, una calle adoquinada con un bonito jardín nos recibe con muestras de algunas pías encontradas en las inmediaciones. Y es que aquí estaba situado también un poblado castreño: el Castro da Punta do Muíño habitado desde la edad de Bronce hasta el siglo I antes de cristo, que con las tareas de rehabilitación fue puesto en valor y hoy podemos ver una parte del mismo en la plaza situada detrás del museo. Unas cuantas casas de forma circular con hogar central con un altar púnico de planta cuadrangular. Varios objetos encontrados están expuestos en una de las salas del museo.
Destaca en uno de los muros de entrada un gran mural de cerámica sobre la pesca, de Isaac Díaz Pardo realizado en la fábrica de Sargadelos especialmente para el lugar
Entramos ya al edificio principal a una amplia sala llamada El Muelle donde está la recepción y taquilla. Una chica muy amable nos indica los pasos a seguir para no perdernos nada y nos da unos planos guía con nuestra entrada.
Tenedla a mano, porque contiene un código de barras que sirve para abrir las puertas de las dependencias por las que vamos pasando.
Aquí también hay una pequeña tienda con artículos relacionados con el mar y el museo, baños, salón de actos, auditorio y salas de exposiciones temporales y permanentes.
Y el famoso "Pergamino Vindel", expuesto aquí desde hace unos meses. Hallado en 1914, contiene siete cantigas de amigo atribuidas al juglar gallego Martín Codax de finales del siglo XIII, posee características similares al Cancionero de Ajuda.
Nos quedamos un rato observando una gran réplica del submarino Sanjurjo de finales del siglo XIX de Antonio Sanjurjo Badía, que construyó dada su amistad con Julio Verne.
Pero seguimos avanzando siguiendo las flechas amarillas del suelo como guía, y en otra gran sala, nos espera un esqueleto de cachalote colgado y varios animales marinos disecados, todo bien explicado con paneles y letreros indicativos.
Cada sala nos guarda un secreto diferente, fotografías antiguas de Vigo, de faros gallegos, maquetas de embarcaciones, antiguos trajes de buceo, una boya lanzatorpedos... y es que es muy ameno y disfrutan tanto pequeños como adultos.
Una gran pasarela acristalada nos lleva hacia el segundo edificio; por el camino no os perdáis las vistas al mar y a los restos del castro que antes os mencioné.
Esta parte consta de planta baja, donde veremos ejemplos relacionados con la pesca en Galicia, su extracción, conservación y comercialización.
Como esta prensa de salga del siglo XVIII, época en la que el prensado era un proceso fundamental para eliminar el agua y la grasa sobrantes de la sardina.
Estas prensas se situaban en una zona específica de la fábrica llamada "morto" y podían ser de diferentes formas. La que vemos en la imagen es la de "machos" que correspondería al comienzo de la actividad.
Descendemos al sótano que alberga la exposición: Galicia Mare Nostrum, donde descubriremos los principales ecosistemas marinos y las causas que condicionan el crecimiento de pescados y mariscos. Ahh! y se puede ver un documental sobre el oficio de la carpintería de Ribeira.
Deberemos salir al exterior para dirigirnos por el muelle al edificio anexo donde se encuentra el Acuario, justo antes de llegar al faro, con especies de la costa atlántica como doradas, rubios, rodaballos, langostas, rayas, sargos, estrellas de mar, caballitos, una cuerda de batea con cría de mejillones y un pequeño y vivaracho tiburón que nadaba por el acuario como si fuese su casa 😃
La luz es escasa dentro del recinto para poder sacar buenas fotos, pero os dejo este ejemplo:
Hacen muchos talleres didácticos orientados principalmente a niños y es una de las visitas indispensables de la mayoría de los colegios de la zona, y en fechas señaladas organizan eventos para alimentar los peces del Acuario.
El entorno donde se encuentra situado el Museo, Punta Muíño, es privilegiado, y después de la visita al interior, nos queda tomar aire fresco y deleitarnos con las vistas a la ría desde el mirador del faro
El cuerpo del faro está construido en hierro, la linterna y la veleta que porta en lo alto, en bronce. De noche su luz verde nos recuerda su posición.
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