El día 22 de octubre de 1778 el rey Carlos III otorga a Bouzas oficialmente el título y prerrogativa de Villa.
Las villas inicialmente fueron poblaciones de una nueva fundación o de repoblación, formadas por los señoríos para aumentar el vecindario llamando en ocasiones a gente extraña para incrementar el número de sus habitantes, como seguramente fue el caso de Bouzas a la que ya se le nombraba Villa en el año 1528.Son constituidas también por la nobleza señorial o eclesiástica con el principal objetivo de atraer gentes que aparte de poblar el territorio, las defendiese de los sucesivos ataques e invasiones tan frecuentes en esa época.
Posteriormente se denominaba villa a una población considerable por su extensión y lo numeroso de su vecindario, que disfrutaba de determinados privilegios y exenciones de carácter político y administrativo, principalmente. Su característica foral la diferenciaba de las que tenían carácter de aldea y lugar que consistía en tener alcalde o juez con jurisdicción civil y criminal.
Hoy recibe el título de Villa la localidad, bien sea grande o pequeña, que no tiene el título de ciudad, pero que por costumbre, privilegio o concesión especial, disfruta del derecho a titularse de esta forma que siempre significa una mayor importancia de la población con respecto de los lugares, aldeas, parroquias y concejos.
Una de éstas concesiones declaraba al puerto de Bouzas como de libre comercio y exento de aranceles aduaneros. Otra permitiría al Gremio de la Mar que pudiera comprar toda la sal que quisiere y dónde quisiere, y tener alfolí para su venta; y para que los pescadores e industriales pudiesen salar, sin limitación, todo el pescado que quisieren. Y, finalmente, que la villa de Bouzas fuese declarada de libre tránsito para las mercancías comerciales y portuarias, tanto de entrada como de salida, sin que para ello fuese preciso abonar portazgo alguno.
Todo ello contribuyó a que muchas empresas de salazón de pescado, conserveras y de construcción de embarcaciones, se instalasen aquí desde finales del siglo XVIII y principios del XIX. Importantes sagas familiares se instalarían en el barrio y construirían viviendas bajo la dirección de grandes arquitectos del momento.
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