Aprovechamos el día que le hemos dedicado para conocer Allariz y por supuesto, no nos podíamos marchar sin visitar a tan solo 6 kilómetros, el bonito pueblo de Augas Santas, con su casco histórico rehabilitado, su iglesia, sus fuentes, y recorrer la ruta cargada de leyendas hacia el emblemático lugar llamado "O Forno da Santa" en la Basílica inacabada de la Asunción en Armeá que data del s. XIII.
El lugar sin duda alguna es verdaderamente alucinante, en cuanto comienzas la ruta por bosques encantados te transportas a otra época y no puedes dejar de recordar la famosa leyenda de la Santa.Sabéis cual es?
pues se dice que "Mariña" que era hija de un moro que la entrega a una mujer llamada Ana para que la críe a la muerte de su madre. Se dedicaba al pastoreo por la zona y solía sentarse bajo un viejo roble (que hoy llaman de la Santa) para hilar.
Cuando contaba con 15 años de edad, se enamoró de ella un gobernador romano llamado Olibrio que no consiguió nunca ser correspondido; en venganza, éste primero la mandó encerrar en los calabozos del castillo y luego azotarla, maltratarla y colgarla.
Pero por muchas heridas que le causara, a los tres días ella ya estaba curada.
Entonces es cuando la queman con telas ardiendo y atada de manos y pies, la echan cabeza abajo en un estanque... pero sorprendentemente sobrevive.
Después la metieron en un horno caliente y se dice que fue San Pedro quien la sacó por un agujero. Como de todo sobrevivía, Olibrio desesperado la mandó decapitar. Al caer al suelo su cabeza rebotó tres veces y nacieron tres manantiales de agua que hoy en día podemos ver en el exterior de la Iglesia y que le le atribuyen propiedades milagrosas.
Pero primero vamos a visitar el pueblo de Augas Santas, ya que es desde aquí donde parte la ruta hacia Armeá.
Calles empedradas y tranquilas para descubrir mil y un detalles en cada rincón...
En el centro del pueblo y destacando sobre todo lo demás, se encuentra su iglesia cuya construcción tiene mezcla de los siglos XII y XIII y la torre que se sitúa en la fachada principal data del s. XVIII. Una obra románica con alguna aportación gótica y como manda la tradición con el cementerio a su alrededor.
A unos 100 metros están situadas las ruinas de la inacabada Basílica de la Ascensión ó Asunción, sin duda alguna la parte mas esperada por todo el misticismo que conlleva.
Nos recibe una muralla con dos puertas paralelas por las que tras unas estrechas escaleras de piedra, accedemos al sótano donde está situado el horno.En el centro del pueblo y destacando sobre todo lo demás, se encuentra su iglesia cuya construcción tiene mezcla de los siglos XII y XIII y la torre que se sitúa en la fachada principal data del s. XVIII. Una obra románica con alguna aportación gótica y como manda la tradición con el cementerio a su alrededor.
Completan el conjunto la rectoral, la capilla de San Tomé, el pozo y donde se dice que fue decapitada la Santa como os he contado, y la Fonte Santa con sus 3 caños de agua. Se dice que sus aguas "son milagreiras" y no falta nunca gente en ella para comprobarlo.
Y un camino enlosado nos conduce ya hacia nuestro destino... no sin antes atravesar un bonito bosque de carballos donde se oculta la luz del día y ya nos transporta al mundo de la leyenda.
No os perdáis nada a vuestro paso; el Asento da Santa, el Penedo da Moura, el carballo y las Piocas donde San Pedro refrescó a Mariña después de haber sido quemada y se dice que no falta agua en cualquier época del año que vayamos. Desde luego cuando nosotros hemos ido, tenían agua y no había llovido precisamente. Ahí os lo dejo!
A unos 100 metros están situadas las ruinas de la inacabada Basílica de la Ascensión ó Asunción, sin duda alguna la parte mas esperada por todo el misticismo que conlleva.
Antes de describir lo que hemos visto, he de contaros que sea mito, leyenda, o como se quiera llamar, este lugar impresiona nada más verlo y en cuanto bajas esas escaleras... un halo de misterio recorre tu cuerpo que no te deja indiferente en absoluto.
Losas funerarias con símbolos esparcidas por el suelo; extrañas figuras grabadas sobre las paredes; restos de velas y bustos de cera repartidos por el lugar; un pasadizo de desconocido destino; un altar al que le llega un haz de luz a través de un estrecho ventanuco que aún lo hace más siniestro y varias canalizaciones de piedra por el suelo... todo esto en la primera bóveda a la que accedemos.
Tras ella pasamos por una pequeña puerta de piedra hacia uno de los pocos hornos crematorios castreños que se conocen en Galicia, donde se realizaban multitud de ritos paganos e incluso se dice que en la época medieval algún que otro asesinato también se ha cometido en el lugar. En verdad os digo que solamente verlo, impresiona!
Si os quedan fuerzas podéis acercaros hasta el Castro de Armeá que junto con la basílica fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1.963, y tras nuevas excavaciones en el año 2012, se ha descubierto una calzada galaico-romana de 2,8 metros de ancho y 35 de largo, que data de los siglos III y IV, que divide algunas de las casas del poblado.
Cómo llegar:
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