Uno de los sitios más espectaculares de A Costa da Morte, es sin lugar a duda el conjunto formado por el Santuario da Virxe da Barca con sus leyendas religiosas, su faro y el Monte Corpiño.
Estamos justo en la entrada de la ría de Camariñas con el Cabo Vilán vigilante y haciendo de fuerte defensor de la ría a los envites del bravo mar de la zona.
Desde el pueblo de Muxía un bonito paseo al borde del mar nos acompaña hasta la punta donde se sitúa el Santuario, al pie del Monte Corpiño.
Detenerse en la iglesia de Santa María y subir hasta el mirador, merece la pena. Los restos de una antigua espadaña al lado de la iglesia por la que accederemos a través de unas pendientes escaleras hasta lo alto de su mirador. Impresionante!!
Seguimos camino hasta el amplio aparcamiento situado al lado del conjunto del Santuario. Y ahora sí, recorrerlo todo y no dejéis nada atrás porque os arrepentiréis.
A un lado del templo está la Casa Rectoral del año 1828, otra espadaña y un crucero.
En el atrio de la iglesia podemos ver un trozo de la famosa Piedra de Abalar sobre unos palos. Tras sucumbir a muchos temporales que incluso la desplazaron de su lugar original, finalmente uno de ellos la rompió ...
la popular canción gallega que dice:
"Veño da virxen da Barca,
da virxen da Barca veño;
veño de abalar a pedra,
de abalar a pedra veño..." 🎶🎶🎶 pues bueno, fuimos a ver a la Virxe da Barca, pero no pudimos abalar a pedra 😒
Cuenta la leyenda que la Virgen llegó a este lugar en una barca de piedra para dar ánimos al Apóstol Santiago para que continuara con su labor de divulgación de la doctrina que Jesús le había enseñado. Las piedras que se dispersan por el lugar son los restos de la embarcación. Se dice que debajo de una de estas rocas, se encontró la imagen de la Virgen y fue llevada hasta la iglesia de la villa. Misteriosamente la imagen desapareció del templo y fue hallada extrañamente de nuevo en la roca donde había sido originalmente encontrada.
A estas famosas piedras que se dice que son los restos de la barca de la virgen, cuentan con gran tradición popular se le atribuyen propiedades curativas y son:
Piedra de Abalarque os he comentado antes y según la leyenda quién se ponía encima de ella se balanceaba si estaba limpio de corazón solamente, también se dice que se movía sola cuando iba a ocurrir alguna desgracia.
Piedra dos Cadrís, ésta con forma de riñón y se dice que es la vela de la barca de la Virgen. Se debe de pasar 9 veces por debajo de ella para curar enfermedades de riñón, espalda y cabeza.
Piedra del Timón y la Piedra de los Enamorados.
El templo fue reconstruido varias veces, la última en el año 2015 tras el gran incendio sufrido a causa de un rayo en la Navidad del 2013 en el que el santuario sufrió daños irreparables. Casi la totalidad de sus retablos e imágenes quedaron calcinados.
Aquí se realiza una de las mayores y más famosas romerías de Galicia en el mes de septiembre que está reconocida como de Interés Turístico Nacional que recibe miles de visitantes cada año.
Desde aquí parte el llamado Camino de A Pel, un antiguo camino de peregrinos, junto a la fuente del mismo nombre donde peregrinos y enfermos se bañaban antes de entrar en el santuario para evitar contagios de lepra. Siguiendo su empedrado nos lleva a lo alto del monte Corpiño con unas magníficas vistas al pueblo de Muxía y a su ría así como a la de Camariñas. A unos pocos metros vemos un gran monolito de piedra llamado A Ferida que se puso en memoria de la catástrofe ecológica causada por el petrolero Prestige.
El Faro de Muxía no impresiona por su belleza arquitectónica pero sí por el lugar donde está situado, en la Punta da Barca, desde donde contemplamos toda la ría y como testigo el Cabo Vilán con su precioso faro.
Seguimos camino hasta el amplio aparcamiento situado al lado del conjunto del Santuario. Y ahora sí, recorrerlo todo y no dejéis nada atrás porque os arrepentiréis.
A un lado del templo está la Casa Rectoral del año 1828, otra espadaña y un crucero.
En el atrio de la iglesia podemos ver un trozo de la famosa Piedra de Abalar sobre unos palos. Tras sucumbir a muchos temporales que incluso la desplazaron de su lugar original, finalmente uno de ellos la rompió ...
la popular canción gallega que dice:
"Veño da virxen da Barca,
da virxen da Barca veño;
veño de abalar a pedra,
de abalar a pedra veño..." 🎶🎶🎶 pues bueno, fuimos a ver a la Virxe da Barca, pero no pudimos abalar a pedra 😒
Cuenta la leyenda que la Virgen llegó a este lugar en una barca de piedra para dar ánimos al Apóstol Santiago para que continuara con su labor de divulgación de la doctrina que Jesús le había enseñado. Las piedras que se dispersan por el lugar son los restos de la embarcación. Se dice que debajo de una de estas rocas, se encontró la imagen de la Virgen y fue llevada hasta la iglesia de la villa. Misteriosamente la imagen desapareció del templo y fue hallada extrañamente de nuevo en la roca donde había sido originalmente encontrada.
A estas famosas piedras que se dice que son los restos de la barca de la virgen, cuentan con gran tradición popular se le atribuyen propiedades curativas y son:
Piedra de Abalarque os he comentado antes y según la leyenda quién se ponía encima de ella se balanceaba si estaba limpio de corazón solamente, también se dice que se movía sola cuando iba a ocurrir alguna desgracia.
Piedra dos Cadrís, ésta con forma de riñón y se dice que es la vela de la barca de la Virgen. Se debe de pasar 9 veces por debajo de ella para curar enfermedades de riñón, espalda y cabeza.
Piedra del Timón y la Piedra de los Enamorados.
El templo fue reconstruido varias veces, la última en el año 2015 tras el gran incendio sufrido a causa de un rayo en la Navidad del 2013 en el que el santuario sufrió daños irreparables. Casi la totalidad de sus retablos e imágenes quedaron calcinados.
Aquí se realiza una de las mayores y más famosas romerías de Galicia en el mes de septiembre que está reconocida como de Interés Turístico Nacional que recibe miles de visitantes cada año.
Desde aquí parte el llamado Camino de A Pel, un antiguo camino de peregrinos, junto a la fuente del mismo nombre donde peregrinos y enfermos se bañaban antes de entrar en el santuario para evitar contagios de lepra. Siguiendo su empedrado nos lleva a lo alto del monte Corpiño con unas magníficas vistas al pueblo de Muxía y a su ría así como a la de Camariñas. A unos pocos metros vemos un gran monolito de piedra llamado A Ferida que se puso en memoria de la catástrofe ecológica causada por el petrolero Prestige.
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