Una pequeña senda fluvial a orillas del río Tea por el municipio de Mondariz (Pontevedra) es la ruta que os voy a contar hoy, eso sí no es recomendable en épocas de fuertes lluvias puesto que este río sufre unas variaciones de caudal importantes y puede que os encontréis el camino inundado o sencillamente cortado.
Partimos de la playa fluvial de Mondariz en la parroquia de Riofrío, por eso es llamada Playa fluvial de O Val o de Riofrío. Una amplia zona de recreo acondicionada con mesas de piedra, aparcamiento, barbacoas, pistas de tenis y baloncesto, columpios, zonas verdes con abundantes sombras y un coqueto arenal en un remanso del río con una presa apto para el baño de pequeños y mayores. Se encuentra justo enfrente de la embotelladora de aguas de la empresa Mondariz y desde ahí también hay un puente peatonal de acceso a la playa.
Pues bien, después de comer tranquilamente a la sombra y refrescarnos en el río, qué mejor que para hacer bien la digestión... un bonito y tranquilo paseo!
Desde aquí parten varias rutas que las tenéis perfectamente señalizadas, nosotros hemos escogido la que se dirige al Puente de la Cernadela de apenas kilómetro y medio de longitud.
Comenzamos a caminar río arriba y a unos pocos metros pasamos primero bajo uno de los arcos del Puente do Val y más adelante nos encontramos con uno de metal, que por supuesto lo atravesamos para contemplar las vistas desde arriba, no nos lo podíamos perder!.
A pesar de que nuestra visita a la zona fue en el mes de Abril, debido a la escasez de lluvia en todo el invierno, ver el Tea con tan poca agua nos asombra un poco, de Rey León se ha quedado en un simple cachorrillo 😏
Seguimos la senda disfrutando del silencio y pronto nos encontramos con la joya de la corona: el Puente de A Cernadela
De origen romano y formando parte de una importante vía de comunicación, su construcción actual es del s. XV con varias reformas en los siglos posteriores. El cartel indicativo nos informa:
--Por el ayuntamiento de Mondariz pasaba una importante vía romana; la XVIII del Itinerario de Antonino, que abarcaba de Brácara (Braga) a Astúrica Augusta (Astorga), hecho deducido después de la aparición en 1958 de una estela antropomórfica, dos lanzas de hierro y restos de cerámica romana.
La construcción actual es del siglo XV, con posteriores reformas en los siglos XVII y XVIII. Está compuesto por cinco arcos, todos ellos de estilo ojival, salvo el central que es de medio punto.
El Puente comunica los barrios de Ceo (parroquia de Mondariz) y Cernadela (parroquia de Riofrío) cruzando el río Tea.
A ambos lados del puente existen dos edificaciones antiguas que servían de posada a los “calexóns” ó “carrilanos” que cruzaban con sus carros de caballos.
Como casi todos los puentes romanos sobre el río Tea tienen una leyenda, este no iba a ser menos.
Se le atribuyen propiedades de fertilidad para las mujeres que tienen dificultades para traer hijos vivos al mundo y llevarlos adelante. Cuenta la tradición que para que una mujer pudiera llevar al hijo adelante era necesario hacer un rito sobre el puente de Cernadela llamado ceremonia de bautismo prenatal, que consistía en que durante el 5º o 6º mes de embarazo debía acudir a lo alto del puente a media noche y en luna nueva con una cacerola atada con una cuerda para poder coger agua del río. Debería llevar de comer y beber. Como por el puente no podía pasar ningún animal, los familiares hacían guardia a ambos lados del mismo. La primera persona que acudiese o le coincidiera pasar por allí, tenía que bautizar a la criatura cogiendo agua del río con la cacerola y echarla encima de la barriga de la mujer. Luego el padrino del puente será el padrino en la iglesia.
Lo atravesamos pisando sus piedras desgastadas por siglos de historia y enseguida nos encontramos con otra playa fluvial, esta vez un poco más pequeña, que es la Playa fluvial de Ceo con un molino en su orilla con el nombre de Muiño do Cubo.
Desde el puente se puede seguir la senda río arriba y llegaremos hasta los Pasos de Tatín, nosotros hemos decidido dar la vuelta y regresar a nuestro punto de partida.
Inicio de ruta:
Partimos de la playa fluvial de Mondariz en la parroquia de Riofrío, por eso es llamada Playa fluvial de O Val o de Riofrío. Una amplia zona de recreo acondicionada con mesas de piedra, aparcamiento, barbacoas, pistas de tenis y baloncesto, columpios, zonas verdes con abundantes sombras y un coqueto arenal en un remanso del río con una presa apto para el baño de pequeños y mayores. Se encuentra justo enfrente de la embotelladora de aguas de la empresa Mondariz y desde ahí también hay un puente peatonal de acceso a la playa.
Pues bien, después de comer tranquilamente a la sombra y refrescarnos en el río, qué mejor que para hacer bien la digestión... un bonito y tranquilo paseo!
Desde aquí parten varias rutas que las tenéis perfectamente señalizadas, nosotros hemos escogido la que se dirige al Puente de la Cernadela de apenas kilómetro y medio de longitud.
Comenzamos a caminar río arriba y a unos pocos metros pasamos primero bajo uno de los arcos del Puente do Val y más adelante nos encontramos con uno de metal, que por supuesto lo atravesamos para contemplar las vistas desde arriba, no nos lo podíamos perder!.
A pesar de que nuestra visita a la zona fue en el mes de Abril, debido a la escasez de lluvia en todo el invierno, ver el Tea con tan poca agua nos asombra un poco, de Rey León se ha quedado en un simple cachorrillo 😏
Seguimos la senda disfrutando del silencio y pronto nos encontramos con la joya de la corona: el Puente de A Cernadela
De origen romano y formando parte de una importante vía de comunicación, su construcción actual es del s. XV con varias reformas en los siglos posteriores. El cartel indicativo nos informa:
--Por el ayuntamiento de Mondariz pasaba una importante vía romana; la XVIII del Itinerario de Antonino, que abarcaba de Brácara (Braga) a Astúrica Augusta (Astorga), hecho deducido después de la aparición en 1958 de una estela antropomórfica, dos lanzas de hierro y restos de cerámica romana.
La construcción actual es del siglo XV, con posteriores reformas en los siglos XVII y XVIII. Está compuesto por cinco arcos, todos ellos de estilo ojival, salvo el central que es de medio punto.
El Puente comunica los barrios de Ceo (parroquia de Mondariz) y Cernadela (parroquia de Riofrío) cruzando el río Tea.
A ambos lados del puente existen dos edificaciones antiguas que servían de posada a los “calexóns” ó “carrilanos” que cruzaban con sus carros de caballos.
Como casi todos los puentes romanos sobre el río Tea tienen una leyenda, este no iba a ser menos.
Se le atribuyen propiedades de fertilidad para las mujeres que tienen dificultades para traer hijos vivos al mundo y llevarlos adelante. Cuenta la tradición que para que una mujer pudiera llevar al hijo adelante era necesario hacer un rito sobre el puente de Cernadela llamado ceremonia de bautismo prenatal, que consistía en que durante el 5º o 6º mes de embarazo debía acudir a lo alto del puente a media noche y en luna nueva con una cacerola atada con una cuerda para poder coger agua del río. Debería llevar de comer y beber. Como por el puente no podía pasar ningún animal, los familiares hacían guardia a ambos lados del mismo. La primera persona que acudiese o le coincidiera pasar por allí, tenía que bautizar a la criatura cogiendo agua del río con la cacerola y echarla encima de la barriga de la mujer. Luego el padrino del puente será el padrino en la iglesia.
Lo atravesamos pisando sus piedras desgastadas por siglos de historia y enseguida nos encontramos con otra playa fluvial, esta vez un poco más pequeña, que es la Playa fluvial de Ceo con un molino en su orilla con el nombre de Muiño do Cubo.
Desde el puente se puede seguir la senda río arriba y llegaremos hasta los Pasos de Tatín, nosotros hemos decidido dar la vuelta y regresar a nuestro punto de partida.
Inicio de ruta:
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