La vieja edificación, conocida también como casa de Baanante, está situada al lado de la iglesia de San Martiño, que es lo único que se conserva en buen estado. Varios edificios dedicados a viviendas y almacenes completan el conjunto.
Pero sin duda alguna, la joya de la corona de este lugar, es su histórica bodega que se encuentra anexa detrás de la iglesia. Se dice que es la de mayor tamaño que se conoce en toda la Ribeira Sacra con una bóveda de cañón formada por más de mil bloques de cantería con 8 metros de altura, unos 40 de longitud y 6 de ancho.
Está bastante bien conservada y es una pena que no se proceda a la rehabilitación para su uso. La temperatura interior es significativamente diferente que la del exterior, cuando fuimos hacía bastante calor y el fresco que se notaba en cuanto atraviesas la puerta de entrada apunta que es el lugar ideal para la conservación del vino, incluso ahora que está sin puertas ni ventanas.
En su interior se aprecian algunas barricas de quinientos litros o lo que queda de ellas, y se pueden apreciar también algunas marcas de canteros en sus piedras, que según relatan los expertos en patrimonio gallego, son las mismas que se encontraron en el claustro del Monasterio de Samos por lo que deduce que ambas construcciones son obra del mismo autor.
El conjunto completo incluida la bodega se encuentra en venta en un portal de internet por 240.000 euros y aunque hubo interesados por su compra para un proyecto vitícola, hasta la fecha sigue permaneciendo en el olvido.
En la enciclopedia "La España Sagrada" se cita un documento por el que el sacerdote Alonso Ares cede en 1659 su casa solariega de San Martiño para que pudiese ser construido el convento. Se sabe que la comunidad de monjes que lo ocupaba se trasladó a Monforte de Lemos en el año 1617, cuando el antiguo priorato pasó a ser casa rectoral debido a la escasez de fondos para mantenerlo.
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