El bonito pueblo de Castrillo de los Polvazares se encuentra a pocos kilómetros de Astorga, y como fiel ejemplo de la Maragatería fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980.
Deberemos aparcar en la entrada del pueblo en una explanada habilitada junto al puente, puesto que todo es peatonal.
Todas sus calles son un remanso de paz y llenas de encanto, aunque en verano se masifica bastante con los turistas. Está dedicado al turismo, y por ello es fácil encontrarnos con muy buenos sitios para comer un buen Cocido Maragato que es lo típico de la zona, así como varias casas rurales y tiendas de recuerdos.
Sus casas están bien conservadas y rehabilitadas siguiendo su arquitectura tradicional y estructura original, lo que hace que al pasear por sus calles nos traslademos en el tiempo.
La mayoría de los habitantes de la zona eran arrieros y ello se refleja en sus calles anchas para el paso de los carros y la estructura de sus casas con grandes portalones y espaciosos patios para las cuadras de los animales, típica de la arquitectura maragata.
Aunque su calle principal de acceso y la más transitada es la Calle Real que atraviesa todo el pueblo, aconsejo perderse un poco por otras de sus calles que también tienen su encanto especial.
Entrar a visitar alguno de los patios de las casas particulares, algunos de ellos están abiertos, porque es una verdadera maravilla, todo cuidado hasta el más mínimo detalle.
En la Plaza Mayor se encuentra la iglesia parroquial que la hemos encontrado en fiestas. La mayoría de la gente vestida con el traje típico de maragato que no nos cansamos de admirar.
Si tenéis ocasión no os perdáis una visita a este pueblo porque de verdad que no os va a decepcionar, para mí es uno de los favoritos de toda la comarca.
Y si además os coincide la "fiesta de los Pendones" como nos ha pasado a nosotros en el mes de septiembre, ¡tanto mejor! todas las calles estaban engalanadas y los lugareños lucían sus elegantes trajes tradicionales.
Situación:
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