La Torre de Sandiás, o Castelo de Sandiás, se encuentra en la localidad del mismo nombre en la provincia de Ourense. Fácil de localizar puesto que se ve desde la Autovía A52 y N-525.
Se sitúa en un lugar privilegiado para dominar toda la llanura de A Limia, ocupada hasta los años 60 por la Laguna de Antela, desecada y convertida en la gran llanura que es hoy.
Formaba parte de una serie de fortalezas defensivas como la de Pena, Castro, Porqueira y Celme que fueron construídas entre los siglos XI y XII con el objeto de prevenir los intentos de invasión de Alfonso Henriquez de Portugal.
El castillo de Sandiás fue construido sobre un antiguo castro, quizás en la primera mitad del siglo XII. Participo en las guerras fronterizas por la posesión del Condado de A Limia.
Fue asaltado y destruido por el Duque de Lancaster en 1386, y en el siglo XV fue destruido de nuevo por los Irmandiños.
Durante la Gran Guerra Irmandiña que tuvo lugar entre los años 1467 y 1469 fueron destruidos más de 130 castillos y fortalezas.
En la actualidad solo se conserva la torre de Homenaje, en la que se pueden admirar sus muros de casi cuatro metros de grosor.
A sus pies se puede contemplar una extraordinaria panorámica de toda la comarca de A Limia.
Al lado de la torre se pueden observar marcas en las rocas que serían para apoyar los gruesos muros de sillería para defender la fortaleza.
A los pies de la torre se pueden ver restos de antiguas casas tradicionales de la zona.
Se sitúa en un lugar privilegiado para dominar toda la llanura de A Limia, ocupada hasta los años 60 por la Laguna de Antela, desecada y convertida en la gran llanura que es hoy.
Formaba parte de una serie de fortalezas defensivas como la de Pena, Castro, Porqueira y Celme que fueron construídas entre los siglos XI y XII con el objeto de prevenir los intentos de invasión de Alfonso Henriquez de Portugal.
El castillo de Sandiás fue construido sobre un antiguo castro, quizás en la primera mitad del siglo XII. Participo en las guerras fronterizas por la posesión del Condado de A Limia.
Fue asaltado y destruido por el Duque de Lancaster en 1386, y en el siglo XV fue destruido de nuevo por los Irmandiños.
Durante la Gran Guerra Irmandiña que tuvo lugar entre los años 1467 y 1469 fueron destruidos más de 130 castillos y fortalezas.
En la actualidad solo se conserva la torre de Homenaje, en la que se pueden admirar sus muros de casi cuatro metros de grosor.
A sus pies se puede contemplar una extraordinaria panorámica de toda la comarca de A Limia.
Al lado de la torre se pueden observar marcas en las rocas que serían para apoyar los gruesos muros de sillería para defender la fortaleza.
A los pies de la torre se pueden ver restos de antiguas casas tradicionales de la zona.
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