La primera impresión que nos dio al llegar, es que parece que nos trasladamos a otro tiempo. De estilo romántico con una arquitectura y escultura que no nos dejarán indiferentes.
Está dividido en dos zonas principalmente diferenciadas y separadas por la avda. de Fraga Iribarne.
La parte baja, que es donde se encuentra ahora su entrada principal, consta de un parque infantil, amplias zonas verdes donde poder sentarse tranquilamente a comer o merendar, un gran estanque con patos y cisnes, un palco de música, un jardín laberinto, un auditorio al aire libre y baños públicos.
Y ahora si, después de jugar un poquito los peques y descansar los mayores, nos dirigimos por la pasarela hasta la otra parte del parque, que es el que está cargado de historia.
Estanques, esculturas, murales, conchas, pasadizos, grutas, zonas verdes.... es todo lo que nos espera.
Aprovechando el desnivel del terreno, el parque está dividido en zonas por medio de socalcos unidos por escaleras y rampas.
Lo más divertido para los peques, y los no tan peques, ha sido la zona de las grutas. Entramos por aquí, salimos por allá, nos encontramos en el medio... ¡No olvidéis llevar las linternas!!
En fin, se nos han pasado las horas volando, recorriendo todas las estancias, explorando, subiendo, bajando, descubriendo rincones ocultos, pasos secretos, escaleras escondidas…
Podéis encontrar el horario y más información sobre el lugar en el siguiente enlace:
Parque do Pasatempo
Y ahora os cuento un poco de historia de este lugar:
Fue construido entre 1893 y 1914 por los hermanos García Naveira, unos betanceiros que emigraron a Argentina en 1870.
Con gran tesón y trabajo consiguieron montar su propia empresa en 1886 y así lograr una gran fortuna. Tras viajar por todo el mundo volvieron a su tierra natal con grandes ideas, invirtiendo en la modernización de la villa de Betanzos: escuelas municipales, un sanatorio, la Casa Sindical, una residencia para la tercera edad, un refugio para niños… y, como no, por lo que fueron más conocidos, por este parque que trasladó a Betanzos a las guías turísticas internacionales.
El recinto original constaba de unos 90000 m2. Se consideró como el primer parque temático y enciclopédico de la península.
Para su construcción participaron más de 200 personas, lo que hizo mejorar notablemente la economía de la ciudad.
Su entrada original constaba de una gran verja y dos estatuas de leones en mármol, que fueron trasladados desde Italia hasta la finca. En 1970 fueron vendidos por 500000 pesetas y su ubicación actual es el Santuario de Covadonga en Asturias.
En la llamada Avenida de los Álamos existían reproducciones de grandes literatos como Cervantes, Dante, Dickens o Hilton. Los bancos estaban dedicados a diferentes países y eran pintados con su bandera.
En el recinto original había numerosas fuentes, de las cuales algunas aún se conservan: Cupido, Neptuno, la Florentina, la Agricultura y la de las Cuatro Estaciones. Grandes estanques que adornaban el jardín como el de los Papas en donde había hasta 100 figuras de ellos o el Japonés con grandes mosaicos y esculturas.
Los distintos niveles o socalcos están conectados por cuevas artificiales y pequeños accesos ajardinados que forman un conjunto singular.
En el primer nivel está el gran Estanque del Retiro de 44 metros de longitud cuyas paredes están decoradas con todo tipo de conchas. Tenía una profundidad de 5 metros. Actualmente las plantas acuáticas que lo pueblan nos impiden comprobarlo.
Se conserva en el medio del mismo una islita con templete oriental con dos mujeres con sus cántaros y una canoa con indios remando.
Al segundo nivel se accede por medio de unas cuevas artificiales realizadas en cemento y llenas de estalactitas y estalagmitas donde podemos dejar volar nuestra imaginación con sus pequeñas esculturas de animalitos.
El muro de este nivel está decorado con figuras y mapas de cemento como el Canal de Panamá, la Muralla China, las Pirámides de Egipto, un aeroplano el árbol genealógico del Capital, un dirigible y una locomotora.
En el tercer nivel hay un estupendo mirador y la estatua de un gigantesco león de cemento que domina todo el parque.
En el cuarto y quinto nivel había un zoo con diversos animales como llamas, lobos, un yak y varios animales exóticos; un estanque con patos y cisnes y la representación de un arca completaba este nivel. (Esta zona nosotros la encontramos con una valla que impedía el paso por obras).
En 1933, tras la muerte de su mentor, comenzó la decadencia del parque que se agravó con la llegada de la Guerra Civil en el año 1936.
A partir de este año, el vandalismo prococó la desaparición de muchas de sus esculturas y hasta el robo de las tuberías de conducción de agua de los estanques y fuentes.
Después de la guerra fue utilizado como campo de concentración para republicanos.
En los años 70 se rellena con escombros el Estanque de los Papas desapareciendo así sus esculturas, yendo a parar muchas de ellas a manos privadas.
En 1986 el Concello de Betanzos lo compró para iniciar su rehabilitación y hacerlo de acceso público. Actualmente sólo queda una décima parte de lo que fue.
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