Ruta por la Fraga y Molinos de Gontade hasta el Alto da Medoña

 

En la carretera de Camposancos PO-552, justo al lado del Restaurante O Coto, es donde se encuentra el inicio de este curioso sendero que nos lleva por la Fraga de Gontade. Ahí ascenderemos para visitar un conjunto etnográfico de molinos hidráulicos, algunos de ellos rehabilitados, pero el sendero continua ofreciéndonos muchas más sorpresas.

En el inicio del sendero que os dejo señalado abajo en el mapa, hay un pequeño aparcamiento donde veremos el cartel informativo de inicio de ruta a los Molinos de Gontade.

Nos indica que se trata de un conjunto de cuatro molinos del siglo XVIII restaurados en el año 1997 al pie del rego da Carballosa, se trata del Muíño da Ponte, do Medio y da Fernancha, éstos son los restaurados, y a unos 200 metros más arriba, al pie de la presa que los surte de agua, las ruinas de otro más.

Nos moveremos por los Montes de las parroquias viguesas de San Miguel de Oia y Coruxo, aunque nos adentraremos un poco en la de Saiáns para visitar el mirador del Castro da Medoña, para hacer algunos kilómetros más porque la ruta de Gontade es cortita.

Todo el camino pisaremos una mullida alfombra de hojas especialmente en otoño, que es la estación que os recomiendo para ir y si ha llovido mucho mejor, ya que se trata de un pequeño riachuelo y así llevará agua.

Seguimos ascendiendo y nos encontramos un cruce de pistas forestales, hacia arriba se va hasta el Parque Forestal de Coruxo y a la derecha, que es por donde cogeremos,  coincidiendo con el camino de Santiago por la costa   avanzaremos hasta el Alto da Medoña, donde nos espera otro pequeño grupo de molinos, un mirador situado en la croa de un castro no excavado, unos molinos naviculares y buenas vistas a las Islas Cíes, Monteferro y Baiona.

Primeramente visitamos los Molinos de Estea. Se trata de un conjunto de cuatro molinos de agua de tipo cubo que eran utilizados en ríos de poco caudal como este caso. Se acumulaba agua en una presa y se conducía hacia el molino por el cubo para conseguir una fuerte presión de salida de agua.

Veremos postes y paneles indicativos de que hemos llegado a la zona. Primero veremos el Muíño Grande da Presa de Riba, el siguiente será el de Cambés y el tercero el de Delfina.

Estos tres primeros a pesar de que no se encuentran en buen estado de conservación, todavía conservan parte de sus muros, lo que no sucede con el cuarto que veremos sus pocos restos entre la maleza río arriba.

Sobre una roca en el suelo tenemos otro tipo de molinos, esta vez mucho más antiguos formando parte del arte rupestre gallego, se trata de molinos naviculares que eran utilizados para moler simientes, para prácticas rituales o obtener pinturas.

Siguiendo el sendero nos adentramos ya por uno de los fosos que formaban parte del Castro de Estea o Castro del Alto da Medoña.

Posee un recinto ovalado con un terraplén de unos 20 metros de ancho y 12 de profundidad en el que se ha construido una mina de agua deformando parcialmente su estructura original.

Nunca se practicaron intervenciones arqueológicas en él pero en las proximidades aparecieron 27 hachas de bronce y restos de cerámica que están depositadas en el Museo Quiñones de León de Castrelos en Vigo, por lo que se cree que podría tratarse de la Edad de Bronce.

Al final de la parte oeste del foso hay una pared granítica que según cuentan las leyendas de la zona tiene "eco" y está "encantada". Se dice que las voces retumban en la pared y que en algunos días de verano se veía a una mujer mayor que salía a peinarse.

Cuento o realidad, unos cuantos gritos pegamos en el muro y si que se oye un extraño eco aunque la verdad a la mujer no la vimos 😮

Según hemos podido leer en la página de la mancomunidad, en tiempos de la guerra civil los vecinos con menos recursos tenían asignada aquí una porción de tierra para su explotación, pero el guardia forestal no estaba muy de acuerdo con ello y se generaban bastantes disputas.

Imprescindible subir hasta lo alto del castro porque hay un mirador con fantásticas vistas a la Ría de Vigo con las Islas Cíes al fondo.

La ruta se puede hacer circular si se enlazan los parques forestales de Coruxo, San Miguel de Oia, bajando hacia los Molinos de Estea y volviendo hacia Gontade, que en total serían unos 15 kilómetros entre vegetación auténtica de los bosques gallegos.

Indicación de inicio de ruta: