El río Lonia o Loña es un afluente del Miño que desemboca cerca de Oira en la ciudad de Ourense. Desde ahí parte una ruta circular aguas arriba pasando por varios puntos de interés como un puente medieval, un castro o un embalse.
Al lado de la pasarela de Oira junto al río Miño y la estación de bombeo, puedes dejar el coche si esa fue tu elección para llegar a la ciudad para hacer esta ruta, y comenzar a caminar.
Hay dos pasadizos para cruzar bajo la N-120, uno antes de la pasarela del Loña y otro después, cada uno por una orilla del río. Yo escogí el margen izquierdo porque el otro hay que atravesar una carretera más adelante.
Una vez atravesado el Parque da Lonia por un sendero muy cómodo con varios espacios para descansar, llegaremos al Puente de A Lonia, un bonito puente medieval del siglo XIII de un solo arco ligeramente apuntado, que posiblemente tenga su origen en otro anterior romano, ya que se encuentra cerca del Castro de Santomé que luego veremos, y que seguro le dio servicio.
Consta una reparación de consolidación en 1969 y otra en 1988 cuando se transforma en peatonal quitándole el paso de vehículos para que no se dañe más. Seguro que tuvo más reparaciones en su vida.
Quiero mencionar, una vez que vuelvo a ver las fotos de la ruta, el mal estado de conservación de algunos puntos de la misma. Esto pasa muy a menudo por desgracia, pero no te sorprendas si por la maleza no puedes ver algunos viejos molinos o mismo el río, y ojo con las barandillas de madera, muchos tramos están rotos.
Atravesamos la zona de Mende con varias pasarelas de madera, y al llegar al colegio cogeremos un tramo de asfalto y subiremos hasta coger la Verea Vella, una vieja calzada, en tramos empedrada, que nos llevará hasta la aldea de San Tomé.
Descansa las piernas después de la cuesta y admira las vistas hacia la ciudad de Ourense. Más arriba hay un mirador, pero con los árboles no tiene las mejores vistas 🤔
Desde aquí baja un sendero con tramos de escalera por la gran pendiente, hasta el Mirador de las Marmitas de Xigante, unas formaciones curiosas que formó la erosión de la fuerza del agua en las rocas. Más arriba, desde el castro, también las podrás ver si no te apetece bajar.
Y en unos metros, siguiendo la cuesta cementada, llegamos al Conjunto Arqueológico-Natural de Santomé, un yacimiento arqueológico con diferentes asentamientos y distintos niveles culturales.
En la parte más elevada un poblado fortificado castreño de la Edad de Hierro, siglo I d.C., y en la llanura una villa galaico-romana ocupada entre los siglos III y V d.C.
Esta loma ocupa un lugar privilegiado sobre el cañón rocoso que forma el río Loña que actuaría como defensa natural del poblado.
Los paneles informativos nos indican el camino a seguir para descubrir los distintos asentamientos en torno a la croa y la ladera de la montaña, que tras las excavaciones arqueológicas del año 2000, descubrieron que existía todo un barrio con una calle central y una plaza con las diferentes viviendas.
En 2019 se amplió la zona excavada en el ala sur del castro, encontrándose una serie de construcciones del siglo I d.C., entre las que destacan un gran lagar y un espacio porticado.
A mediados del s.III d.C., tras un siglo de abandono, este espacio sería reutilizado para actividades productivas, existiendo una herrería y un tejar que se mantuvieron hasta el s. IV d.C., cuando un gran incendio destruyó todo este sector.
Se sale del poblado por una calle empedrada de la que se conserva un tramo del trazado original.
Luego un sendero circular nos conducirá hasta las primeras construcciones en los lados norte y oeste
Las viviendas que vemos abajo, a pie de carretera, fueron construidas en el siglo III d.C. aprovechando otras anteriores. Tienen las características propias de las villas romanas, están organizadas alrededor de patios centrales, presentan varios niveles, sistema de calefacción y varias estancias o cuartos.
Embalse de Castadón
Desde el castro tienes varias opciones para seguir la ruta, volver a bajar por el pueblo de San Tomé, coger la estrada Pereira que te llevará hasta Mende, o ir monte abajo por un sendero que a veces tienes que intuirlo (aviso) hasta llegar a la Presa o Embalse de Castadón y regresar a nuestro punto de partida.
Estamos en el límite con el concello de Pereiro de Aguiar, de hecho la mitad este de la presa ya pertenece a este Ayuntamiento. Fue finalizada en 1929, es de tipo gravedad y se hizo para abastecimiento de agua.
El total del camino recorrido son unos 12 kilómetros, diría que fáciles de recorrer, con excepción de la subida al castro y el entorno del embalse que está un poco más complicado. La puedes hacer circular en muchos tramos.
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